lunes, 8 de abril de 2013

ALGO SE MUEVE.



Frente a quienes consideran que nada es posible hacer para mejorar el estado de la Administración y de la función pública, tratando así de justificar su propia pasividad, esta Asociación ha estado siempre convencida de que ningún esfuerzo que se haga para cambiar el rumbo de las cosas resulta inútil o baldío. La realidad que vivimos es resultado de un gran número de tensiones, voluntades o procesos, en los que la intervención de los ciudadanos puede ser más determinante de lo que creemos. Este convencimiento es, precisamente, el que alienta la actuación de todas las organizaciones de la sociedad civil. En el campo de los derechos humanos o en el del medio ambiente, pero también en el campo de la mejora institucional, de la calidad democrática y de la lucha global contra la corrupción pública y privada.

Tampoco creemos, ni mucho menos, en la maldad intrínseca de las instituciones. Por el contrario, estamos convencidos de que el papel de las instituciones públicas –parlamento, gobierno y tribunales, y todas las demás de las que se han dotado los sistemas democráticos- es el de contribuir al bienestar de los ciudadanos y a la realización de sus derechos. No hay ninguna institución democrática perversa contra la que haya que luchar. Precisamente, la tensión que la ciudadanía tiene que alentar dentro del sistema democrático es reclamar a las instituciones el cumplimiento de sus funciones, sin tolerar desviaciones en sus fines ni contribuir, por acción u omisión, a su degradación o deslegitimación. La ética democrática no sólo demanda comportamientos acordes de los titulares de las instituciones, sino también del conjunto de los ciudadanos. Esa tensión ética y política entre ciudadanía e instituciones es la mejor garantía de calidad democrática.

Ahora bien, tampoco podemos aspirar a que las instituciones suplan el vacío de la sociedad civil. Los lazos de convivencia y cohesión entre los ciudadanos, los valores de tolerancia y solidaridad que han de alimentarse en todos los ámbitos de la sociedad –en las familias, en las escuelas, en los lugares de trabajo, en los pueblos y en los barrios de las ciudades, en las asociaciones de todo tipo- constituyen la principal fortaleza de una sociedad. No es posible desentenderse de la suerte de los demás ni inhibirse en la búsqueda de soluciones a los problemas colectivos. Hace falta una dosis de sacrificio personal para hacer posible estrategias comunes, políticas públicas que busquen el bienestar de todos y eviten las desigualdades sociales y la exclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad.

Esta Asociación se considera parte de la sociedad civil, y no solo de la aragonesa, sino también española y europea, y aspira al diálogo y la colaboración con las demás organizaciones de la sociedad civil deseosas de avanzar en objetivos de buen gobierno y de calidad democrática, Por ello, nos sumamos a la Coalición Pro Acceso para demandar la aprobación en España de una Ley de Transparencia. Pero también esta Asociación, por sus convicciones democráticas, respeta el papel que corresponde a las instituciones en la vida pública. Los Parlamentos y los Gobiernos, aunque puedan defraudarnos, no nos son ajenos. Son nuestros Parlamentos y nuestros Gobiernos, son nuestros instrumentos de autogobierno democrático. Nos esforzaremos para que su actividad se ajuste en la mayor medida posible a los mejores estándares de funcionamiento, respetando la legalidad y actuando conforme a criterios de ejemplaridad pública, garantizando la vigencia de los principios constitucionales.

Creemos, en fin, que una sociedad civil activa y cada vez más consciente de los problemas de funcionamiento de sus instituciones es un poderoso factor de mejora democrática. Aspiramos a sumar nuestro esfuerzo al de tantas organizaciones que, a todos los niveles, trabajan por la mejora de nuestra sociedad democrática, para que sea cada día más sociedad y más democrática. Pero sin prescindir de nuestras instituciones públicas, cuyo cambio consideramos, no obstante, imprescindible. Para que cumplan su verdadero papel social.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si es verdad.

Anónimo dijo...

Al menos se mueve este blog, que no es poco.

Anónimo dijo...

lunes, 08 de abril de 2013 a las 11:27.- El Departamento de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón ha culminado la primera fase de convocatorias cuya finalidad es poner término a la situación de provisionalidad en la que se han venido desempeñando desde hace años los puestos de carácter singularizado (jefaturas o puestos equivalentes) correspondientes a funcionarios de carrera en la Administración de la Comunidad Autónoma
En esta primera fase se han convocado 10 concursos de méritos, con 509 plazas a cubrir, en los grupos A y B. Una vez convocados estos concursos, “la intención es resolverlos rápidamente, en torno al verano, porque en caso contrario se generaría una cierta incertidumbre entre los funcionarios”, indicó el consejero de Hacienda y Administración Pública, José Luis Saz.

Anónimo dijo...

¿Cuando va a revolver?. Ese verano de qué año será?. La convocatoria de noviembre, que se debía resolver en 3 meses ahí sigue pendiente. ¡Qué mas da! Si resuelven, lo harán cuando le pase por allí

Alfonso dijo...

Ciertamente, los esfuerzos de la Asociación no serán baldíos.

Hay que seguir remando.