El
martes 21 de abril tuvo lugar la primera reunión de la Junta Directiva resultante de
la asamblea ordinaria celebrada el pasado mes de marzo, de acuerdo con la
convocatoria realizada y publicada en este blog, para conocimiento general, en
aplicación de las normas de transparencia fijadas.
Tras
la aprobación del orden del día fijado, y la aprobación del acta de la anterior
reunión de la Junta,
se dio por constituida la nueva Junta Directiva, parcialmente renovada en la
asamblea ordinaria que tuvo lugar el 26 de marzo de 2015.
Seguidamente,
el Presidente de la
Asociación, Julio Guiral, hizo un breve repaso a la actividad
desarrollada desde la anterior reunión de la junta directiva, resumiendo las
diferentes actuaciones procesales realizadas en el marco de los recursos
contencioso-administrativos promovidos en materia de oferta. En estos momentos,
nos hallamos ya a la espera de los respectivos pronunciamientos del Tribunal
Supremo respecto a la Oferta
de Empleo Público de 2014 de la Administración
General del Estado y del Tribunal Superior de Justicia de
Aragón en relación a la Oferta
de Empleo Público de 2010, aprobada por el Gobierno de Aragón. Seguimos
reclamando la correcta ejecución de la sentencia que anuló la Oferta de Empleo Público de
2011, con la convocatoria de las plazas omitidas del Cuerpo de Maestros,
pretensión que ha contado con el respaldo del Ministerio Fiscal, y esperamos
igualmente la posición que pueda adoptar el Ministerio Fiscal en relación al
recurso promovido por la falta de aprobación de oferta de empleo de 2014
respecta al ámbito de administración general, al impedirse con dicha
inactividad normativa el ejercicio del derecho fundamental de acceso a la función
pública. Se valora de manera muy crítica la actuación de la Administración
General del Estado en relación con la oferta de empleo público
de 2014 de la Diputación Provincial
de Huesca, al haberla impugnado por entender que excedía las tasas de reposición
fijadas en la Ley
de Presupuestos Generales del Estado, pese al hecho de quedar conformada por
ochos plazas de administrativos y auxiliares que venían ocupadas por personal
interino desde hace ocho años, lo que tira por tierra cualquier objeción
relativa al control del gasto público. Se trata, en realidad, de mantener el
gasto pero sin permitir la inamovilidad de los empleados públicos, con
manifiesta inaplicación de lo previsto en el Estatuto Básico del Empleado Público.
Asimismo, el Presidente informó de la respuesta dada por la institución del
Defensor del Pueblo a nuestra petición de recurso de inconstitucionalidad
frente a la Ley
de integración del CASAR en el Servicio Aragonés de Salud, en la que deben
destacarse las expresas objeciones realizadas al texto legal, por no ajustarse
a la legalidad de la función pública, si bien concluye que la posible impugnación
debiera corresponder al Estado, al afectar a la legislación básica estatal, por
cuyo respeto debe velar la
Administración General del Estado. En cualquier caso, la resolución notificada da
pie para insistir en nuestras peticiones ante el Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas y ante el Justicia de Aragón, a la espera de que un
tribunal de justicia pueda acordar en un futuro el planteamiento de la cuestión
de inconstitucionalidad.
Seguidamente
se aborda el estado de elaboración del Documento de Propuestas de Buen Gobierno
y Buena Administración para la próxima legislatura, al que solo quedan unas
pequeñas precisiones en algunos de sus apartados, valorándose la conveniencia
de llevar a cabo una presentación del mismo ante los medios de comunicación. Igualmente
se debate la posibilidad de organizar una mesa redonda de debate sobre
administración y función pública, durante el próximo periodo de campaña
electoral, invitando a dicho acto a representantes de las principales fuerzas
políticas para conocer sus propuestas en relación a una serie de cuestiones que
consideremos esenciales para profesionalizar la función pública y reformar la
administración pública. El desarrollo de un proceso electoral es una
circunstancia de máximo valor para conectar el debate democrático -las propuestas de los diferentes candidatos
que aspiran a orientar las decisiones públicas- con las reflexiones que esta
Asociación viene realizando durante los últimos ocho años para defender y
promover los principios de legalidad, profesionalidad y ética pública en el
seno de la función pública.
Finalmente,
y en relación con las posibles actuaciones en materia de oferta y procesos
selectivos, y tras intenso debate, se conviene en que la Asociación ha de
dirigir sus esfuerzos a la garantía de la aprobación de las ofertas de empleo público
y a la revisión del marco normativo actual para asegurar que los procesos
selectivos reúnen plenas garantías de objetividad y de respeto de las bases de
las convocatorias, sin asumir actuaciones judiciales que vayan más allá de
tales objetivos generales. La impugnación de procesos concretos, por
deficiencias que puedan producirse en su desarrollo, entendemos que corresponde
efectuarla a los posibles afectados, todo ello sin perjuicio de que deban
analizarse e impulsarse medidas de vigilancia y control del correcto desarrollo
de los procesos selectivos, para lo cual se conviene en mantener contactos con
academias de preparación de oposiciones y entidades de carácter profesional
para la posible creación de una plataforma o foro a través del cual el régimen
de acceso al empleo público pudiera verse mejorado y las actuaciones
administrativas de ejecución de las ofertas de empleo tuvieran un seguimiento y
control adecuados, para detectar las posibles arbitrariedades contrarias a los
principios de igualdad, mérito y capacidad. El debate sobre el respeto al
acceso al empleo público no puede reducirse a la esfera jurisdiccional –quedando
circunscrito a un debate jurídico y a una solución judicial-, sino que debemos
tratar de situarlo en el seno de la propia sociedad, de manera que sean los
propios ciudadanos los primeros interesados en que los puestos de la función pública
se cubran en la forma que exigen las leyes, con el fin de asegurar no solo los
derechos que les asisten como ciudadanos para acceder a las mismas, sino también
garantizar una función pública profesionalizada y claramente comprometida con
el respeto a las normas. Jurisprudencia y conciencia social han de avanzar
conjuntamente para superar el actual estado de cosas, sin aceptar razonamientos
falaces como los que se exponen para justificar resultados que no admite el
ordenamiento jurídico.
La
Asociación,
en definitiva, debe mirar hacia un nuevo horizonte como es el que han de
conformar los resultados de las próximas elecciones, con lo que ello representa
de oportunidad para vencer las constantes resistencias frente a cambios reales
en la Administración,
que devuelvan a ésta el decisivo papel que le corresponde en la garantía del
Estado de Derecho. Un horizonte que esta Asociación afronta con un nuevo
conjunto de Propuestas de Buen Gobierno y Buena Administración. Un horizonte de
trabajo y de exigencia, un horizonte de compromiso intelectual y ético.
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