lunes, 27 de junio de 2016

TRAS LAS ELECCIONES GENERALES.



Los españoles, convocados nuevamente a las urnas, tras la incapacidad para la formación de Gobierno por parte de los Grupos Parlamentarios resultantes de las elecciones del pasado 20 de diciembre, han expresado su voluntad democrática para la formación de las instituciones políticas de representación, como son las Cortes Generales. Ahora cabe esperar que los representantes elegidos sean capaces de posibilitar la formación de un Gobierno, al que corresponde la dirección política del país.

La legitimidad democrática del Gobierno que obtenga la confianza parlamentaria en el Congreso de los Diputados está, por lo tanto, fuera de toda duda. Las elecciones no solo tienen como finalidad la de reflejar en las Cortes Generales el pluralismo político de la sociedad. Sobre todo han de posibilitar la formación de un Gobierno que cuente con el respaldo de la voluntad mayoritaria de los ciudadanos.

Esta Asociación, independiente y plural, no tiene preferencias políticas, y creemos que hemos mantenido igual actitud ante Gobiernos de diferente color político, exigiendo a todos ellos el respeto de la legalidad y el fomento de la profesionalidad en la función pública, así como un amplio programa de regeneración institucional a partir de las pautas definidas por la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003.

La reiteración de procesos electorales que ha vivido nuestro país no ha contribuido a un incremento de la participación de los ciudadanos ni a una mejora de la calidad democrática de nuestro sistema político. Más bien ha favorecido el escepticismo de buena parte de la ciudadanía hacia las propuestas de cambio planteadas por unos y otros. La política democrática ha de procurar dar respuesta a los problemas que viven las personas, sin quedar reducida a una simple lucha por el poder o la hegemonía, ni transformarse en un problema añadido que dificulte la convivencia y el acuerdo sobre los temas fundamentales que afectan a toda la sociedad.

Pero la vida pública no es patrimonio exclusivo de los partidos políticos ni siquiera de las instituciones, a pesar de su protagonismo indiscutible, de manera que el fortalecimiento democrático de nuestra vida democrática pasa por la indispensable acción de la sociedad civil, como mecanismo de compromiso cívico con los valores compartidos y con la defensa de nuestros principios constitucionales, como son la libertad, la justicia y la igualdad. Ese es el campo de acción que corresponde, entre otras muchas entidades, a esta Asociación, con la misma voluntad de diálogo con las instituciones que hemos venido manteniendo desde el inicio de nuestra actividad.

Ni la sociedad ni las instituciones pueden quedar bloqueadas, y por ello el primer ejercicio de responsabilidad de todos es favorecer la formación de un Gobierno que acomete las tareas que los problemas de los ciudadanos y el interés general de nuestro país reclaman.

1 comentario:

Anónimo dijo...


Esperemos que el diálogo entre los partidos dé algún resultado.