9 de diciembre de 2014
Like the battle of Waterloo, the battle for Scotland was a damn close-run thing. The effects of Thursday’s no vote are enormous – though not as massive as the consequences of a yes would have been.
The vote against independence means, above all, that the 307-year Union survives. It therefore means that the UK remains a G7 economic power and a member of the UN security council. It means Scotland will get more devolution. It means David Cameron will not be forced out. It means any Ed Miliband-led government elected next May has the chance to serve a full term, not find itself without a majority in 2016, when the Scots would have left. It means the pollsters got it right, Madrid will sleep a little more easily, and it means the banks will open on Friday morning as usual.
But the battlefield is still full of resonant lessons. The win, though close, was decisive. It looks like a 54%-46% or thereabouts. That’s not as good as it looked like being a couple of months ago. But it’s a lot more decisive than the recent polls had hinted. Second, it was women who saved the union. In the polls, men were decisively in favour of yes. The yes campaign was in some sense a guy thing. Men wanted to make a break with the Scotland they inhabit. Women didn’t. Third, this was to a significant degree a class vote too. Richer Scotland stuck with the union — so no did very well in a lot of traditonal SNP areas. Poorer Scotland, Labour Scotland, slipped towards yes, handing Glasgow, Dundee and North Lanarkshire to the independence camp. Gordon Brown stopped the slippage from becoming a rout, perhaps, but the questions for Labour — and for left politics more broadly — are profound.
For Scots, the no vote means relief for some, despair for others, both on the grand scale. For those who dreamed that a yes vote would take Scots on a journey to a land of milk, oil and honey, the mood this morning will be grim. Something that thousands of Scots wanted to be wonderful or merely just to witness has disappeared. The anticlimax will be cruel and crushing. For others, the majority, there will be thankfulness above all but uneasiness too. Thursday’s vote exposed a Scotland divided down the middle and against itself. Healing that hurt will not be easy or quick. It’s time to put away all flags.
The immediate political question now suddenly moves to London. Gordon Brown promised last week that work will start on Friday on drawing up the terms of a new devolution settlement. That may be a promise too far after the red-eyed adrenalin-pumping exhaustion of the past few days. But the deal needs to be on the table by the end of next month. It will not be easy to reconcile all the interests – Scots, English, Welsh, Northern Irish and local. But it is an epochal opportunity. The plan, like the banks, is too big to fail.
Alex Salmond and the SNP are not going anywhere. They will still govern Scotland until 2016. There will be speculation about Salmond’s position, and the SNP will need to decide whether to run in 2016 on a second referendum pledge. More immediately, the SNP will have to decide whether to go all-out win to more Westminster seats in the 2015 general election, in order to hold the next government’s feet to the fire over the promised devo-max settlement. Independence campaigners will feel gutted this morning. But they came within a whisker of ending the United Kingdom on Thursday. One day, perhaps soon, they will surely be back.
(Artículo de Martin Kettle, publicado en "The Guardian" el 19 de septiembre de 2014)
9 comentarios:
oy se conmemora el Día Internacional Contra la Corrupción, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en este 2014 el lema de la campaña es “Rompe la cadena de la corrupción”.
Esta organización define a la corrupción como un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todas las naciones. Pone de ejemplo a las instituciones democráticas, procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y la creación de la burocracia y sobornos.
La ONU señala que la corrupción perjudica el crecimiento económico de los países, pues al no haber transparencia la inversión extranjera es desalentada. Cabe mencionar que el 31 de octubre de 2003, la Asamblea General aprobó la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción, que entró en vigor en diciembre de 2005, aunque oficialmente se designó el día 9 de diciembre como Día Internacional Contra la Corrupción.
La corrupción durante años ha sido un tema polémico entre la sociedad, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define corrupción como “acción y efecto de corromper”.
¿Qué se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción?
"La corrupción alcanza los consejos ejecutivos, gobiernos, aplicación de la ley, educación, salud y deporte, entre muchas otras áreas.
Ningún país, región o campo de emprendimiento escapa el flagelo de este crimen. La corrupción eleva los precios, erosiona la credibilidad de los negocios, desvía fondos y socava la igualdad y justicia traspasando sociedades.”
De esta forma caracterizó a la corrupción el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su mensaje para la conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción este 2014.
Desde el año 2005 se celebra el 9 de diciembre el Día Internacional contra la Corrupción, su institución por la ONU tiene como propósito despertar conciencia sobre los daños que produce.
El día es parte de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción ratificada actualmente por 173 países, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
el mundo
'La corrupción es la principal causa de desigualdad en el planeta'
Francisco Caamaño
La corrupción nos cuesta 40.000 millones anuales a los españoles
Un estudio de la Universidad de Las Palmas ha contabilizado el coste social del fraude a través del análisis de su impacto sobre la calidad de vida de los ciudadanos
público
Las mediciones del nivel de corrupción existentes hasta ahora se centran únicamente en el impacto "directo" procedente de casos que salen a la luz pública y que son resueltos judicialmente, explican.
Sin embargo, el coste de la corrupción para una sociedad incluye otros aspectos que estas estadísticas no miden, pero que los investigadores de la ULPGC han incluido en este estudio, como el impacto sobre la reducción de inversión extranjera, los casos que no se detectan o no pueden ser probados judicialmente, o el desánimo en la población, que deja de emprender proyectos personales y profesionales por miedo a que la corrupción los detenga.
Comentario:
De todas las corrupciones probablemente la que tapona todas las salidas, la que constituye el caldo de cultivo ideal, es la ley del embudo establecida y arraigada, que maneja ópticas y éticas distintas dependiendo del dónde milita el corrupto. Ésta corrupción moral que hace posible y favorece todas las demás corrupciones.
Aún se han quedado cortos. Si le sumas el fraude fiscal, la cifra se multiplica por dos.
La frase más común en España: ¿Lo quiere con IVA o sin IVA?.
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