miércoles, 9 de junio de 2010

PAISAJE DESPUÉS DE UNA HUELGA FRACASADA

Si existe hoy una valoración coincidente en el conjunto de los medios de comunicación sobre el desarrollo de la jornada de huelga convocada ayer en las Administraciones Públicas, es que la misma fue mayoritariamente ignorada -no secundada- por los empleados públicos. Por diferentes motivos, pero en cualquier caso el seguimiento fue reducido, al margen de las irreales cifras de participación aportadas por los sindicatos convocantes, dato que sólo puede contribuir a restar credibilidad a su mensaje.

Sin menospreciar el papel que les corresponde jugar a los sindicatos como interlocutores sociales, debe señalarse que ellos son los principales derrotados en la jornada de ayer y debieran tomar nota del hecho y analizar las razones que puedan estar detrás de la creciente desafección de los trabajadores públicos, los funcionarios, hacia ellos, a los cuales han dejado de ver como fiables defensores de quienes desarrollan su actividad profesional en los diferentes servicios públicos.

Deberíamos dirigir nuestra mirada a la realidad actual del empleo público, en la que conviven tres grandes colectivos totalmente heterogéneos -los funcionarios de carrera y personal laboral fijo, los funcionarios interinos y laborales eventuales y los empleados de las empresas públicas-, diversidad que, en gran medida, no es sino el resultado de una deliberada política de desmantelamiento de la función pública, tal y como se define en la Constitución Española, en la que Gobiernos y sindicatos han alcanzado, sin embargo, un alto nivel de acuerdo. Mal, por lo tanto, cabe ver en los sindicatos a los defensores de los valores y principios de la función pública, que no debe confundirse con el empleo público. ¿Cuál es el compromiso de los sindicatos contra la temporalidad en las Administraciones? Cuando esta Asociación llevó a los Tribunales la Oferta de Empleo Público aprobada por el Gobierno de Aragón por no incluir las plazas preceptivas exigidas por la Ley, los sindicatos -UGT y CCOO- estuvieron enfrente, haciendo causa común con un Gobierno que ha hecho entrar en grave crisis la estabilidad del empleo público. ¿Acaso esperaban contar ayer con el respaldo del gran número de funcionarios interinos que existe en nuestras Administraciones?

Los servidores públicos, en estos momentos, tienen la necesidad de asimilar un doble hecho, por inesperado más difícil de admitir: en primer lugar, el hecho de que sus retribuciones se hayan visto reducidas por el Gobierno, algo que nunca había sucedido -de ahí que se cobre conciencia de una situación excepcional y grave-, y, en segundo lugar, que dicha medida haya sido mayoritariamente respaldada por los ciudadanos. Mal se puede rechazar una decisión política, con valor de ley, como la adoptada, aprobada por el Parlamento y apoyada por la mayor parte de la ciudadanía. Más bien debiéramos reflexionar por las distintas razones que explican que ese doble hecho se haya podido producir. El Gobierno toma una medida inédita perjudicial para quienes sostienen la totalidad del Estado -jueces, fiscales, militares, fuerzas de seguridad, docentes, personal sanitario y toda la diversidad del empleo público- y esa medida, en una coyuntura de grave crisis económica, es perfectamente entendida y aceptada por los ciudadanos. ¿A quién es posible apelar en tal situación? ¿Al Tribunal Constitucional? ¿En defensa de qué? ¿De la nómina? ¿Para que la paguen los ciudadanos que, mayoritariamente, han apoyado la rebaja? ¿Es viable tal estrategia por la que hoy opta un gran número de funcionarios superiores?

Difícilmente se puede esperar que los servidores públicos salgan a la calle o acudan a una huelga a defender el 5% de su nómina, en medio de una crisis como la que padece la sociedad española, por puro sentido de responsabilidad social, pudor o solidaridad con el resto de los ciudadanos. No somos una casta aparte, aunque muchos nos quieran ver así. Ahora es la ocasión de acabar con ese mito falso. Estamos en un momento de particular gravedad, y la quimera absurda de los sindicatos de la función pública al creer y querer hacer creer que las Administraciones Públicas pueden pagarlo todo se ha esfumado. Las arcas públicas han quedado exhaustas y los sindicatos debieran preguntarse en cuánto han contribuido a ello. ¿Han tenido siquiera un gesto en tal sentido? ¿Han reducido la factura sindical de las Administraciones?

La estrategia sindical de estos últimos años se ha limitado a incrementar el coste de personal de las Administraciones Públicas, sin procurar que ello reportase mejor servicio, pues el único objetivo perseguido era obtener mejores salarios para los empleados públicos. No se ha sabido distinguir entre cantidad y calidad y, por ello, no se ha evitado traspasar la línea de la legalidad, deslizando así el régimen retributivo hacia el abuso y la irregularidad en muchas Administraciones, la de nuestra Comunidad Autónoma entre ellas. Todo ello, claro, no hubiera sido posible sin equipos de gobierno irresponsables, como el de Marcelino Iglesias, que han cedido reiteradamente a demandas sindicales abiertamente ilegales, como son la cláusula de revisión salarial pactada en 2004 o el anticipo a cuenta de la futura carrera profesional que se abona en la actualidad, sí, pese a la rebaja. El resultado no puede ser más paradójico: al tiempo que se cobra lo que no está regulado ni procede pagar, se recortan los conceptos legales. El desbarajuste resultante no puede ser más desmotivador para quienes se sienten comprometidos con el principio de legalidad. A los sindicatos hay que agradecerles el que nuestras retribuciones se hallen en semejante estado de descomposición. Tener un salario digno se ha hecho imposible en nuestras Administraciones, a causa de los acuerdos ilegales alcanzados en la negociación colectiva. Mientras eso no se resuelva, que nadie espere que la función pública recupere su dignidad. Y sin esa dignidad, no cabe esperar ni demandar el respeto merecido por parte del Gobierno y de los ciudadanos.

El paisaje que deja la huelga fracasada de ayer no es peor que el que existía la víspera, salvo para los sindicatos convocantes. Si fuesen inteligentes, no deberían tardar en reponerse de ese fracaso y modificar su errada estrategia, pues unos sindicatos desconectados de los valores del servicio público -fundamentalmente, el de legalidad- sólo pueden contribuir a degradar la función pública y arruinar su imagen y su futuro. Querríamos creer que quienes no secundaron la convocatoria de ayer no fue sólo por no perder la retribución de un día, sino también por no seguir caminando en una dirección totalmente equivocada, como la que nos han marcado en estos años los sindicatos de la función pública.

31 comentarios:

Anónimo dijo...

El Banco Mundial advierte de que la situación de España es "muy grave"

EL PAIS.

Anónimo dijo...

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado en el Congreso que estudia una reducción de la estructura de la Administración y ha dejado en el aire una posible reforma del Ejecutivo para reducir ministerios. En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el líder del PP, Mariano Rajoy, le ha exigido que cumpla las cinco resoluciones de la Cámara pidiendo la reducción del Gabinete.

EL PAIS.

Anónimo dijo...

Los sindicatos apenas logran movilizar a los funcionarios en la protesta convocada contra los recortes salariales.

EL PAIS.

Anónimo dijo...

Los empleados públicos se enfrentaban a una difícil decisión. Contra el descontento que han podido acumular en apenas un mes, al saberse los principales afectados de las medidas de austeridad, jugaban dos aspectos que disuadían de acudir a la huelga. Por un lado, las posibilidades de que el Ejecutivo dé marcha atrás en su decisión de recortar los salarios son nulas. El decreto, ya refrendado en el Congreso, constituye la carta de presentación de España ante el mundo como garantía de que se reducirá el déficit público. Por otro lado, dejar de trabajar un día supone una merma salarial que se suma a la media del 5% ya aplicada en el mes de junio. Serían dos mazazos en un solo mes y con poco tiempo para encajarlos, pues tanto la rebaja de sueldo como la huelga se han producido en este periodo.

EL PAIS.

Anónimo dijo...

Comentario:

He realizado todas las huelgas convocadas en los últimos 40 años, menos la última. Y como yo muchos compañeros. De hecho nadie hizo huelga en mi centro de trabajo. Y no fue por perder 100%u20AC como dicen algunos cínicos, sino por solidaridad con mi país.Los mercados necesitan que España transmita una imagen de unidad y solidaridad.Vergüenza e indignación me produce el PP por su fariseismo que por tal de acceder al poder no le importa que España se arruine. Ahora bien, estoy dispuesto a realizar una huelga hasta el fin para exigir la regulación del sistema financiero mundial, la nacionalización de los bancos y la prohibición de los fondos especulativos a la baja que pervierten al capitalismo y al socialismo eligiendo lo más perverso de ambos sistemas: "privatizar las ganancias y socializar las pérdidas".

Anónimo dijo...

Comentario:

A los funcionarios les ha salido un chollo con los sindicatos. Toda la culpa de lo que pasa en la administración es de los sindicatos. Claro, ellos están de oyentes. Pobrecitos no trabajan más por que los sindicatos no les dejan.

Anónimo dijo...

Comentario:

No a los sindicatos subvencionados por el gobierno. Son parte del sistema. No me considero representado por ellos. No sigo sus instrucciones.

Anónimo dijo...

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Soy funcionaria. Estuve afiliada a un sindicato durante 30 años. Me di de baja hace 3. He vivido y visto situaciones entre los sindicalistas liberados que sentí vergüenza de pertenecer y estar allí. Tampoco he ido a la huelga. Tampoco tengo estima ya, ni doy credibilidad a los sindicalistas (no a los sindicatos).

Anónimo dijo...

Comentario:

Mujer mileurista y esposa de parado, hermana de parado, cuñada de parada, madre de futura parada en julio, y un largo etc. de penurias que no voy a contar porque todos las conocemos. NO TENEIS VERGUENZA NI GOBIERNO, NI OPOSICION NI SINDICATOS NI FUNCIONARIOS, sí ya sé habéis aprobado un examen, yo llevo 30 años aprobando exámen día tras día y si no a la calle.

Anónimo dijo...

Comentario:

Recomiendo leer HUELGA POLÍTICA, del blog http://franciscovelasco.blogia.com/

Anónimo dijo...

Comentario:

Pero la pareja feliz (Méndez-Toxo) que esperaba ?? Todavía en esta crisis no he entendido cual es el mensaje práctico de los sindicatos. No sé, que es lo que quieren y como !!

Anónimo dijo...

Comentario:

Los sindicatos no son parte de la solución, lamentablemente son parte del problema.

Anónimo dijo...

Comentario:

Los sindicatos democráticos deben ser independientes de los partidos políticos y del gobierrno, deben ser autónomos en sus propuestas y en sus recursos, entre otros los humanos, por tanto FUERA TODOS LOS LIBERADOS SINDICALES PAGADOS POR LA ADMINISTRACIÓN, ES DECIR POR LA TOTALIDAD DE LOS TRABAJADORES Y NO SOLO DE SUS AFILIADOS; FUERA LOS CURSILLOS DE RECICLAJE LABORAL impartidos por los sindicatos, actuando así como academias particulares subvencionadas por todos, y puestos a dar cifras escandalosas sobre resultados de la huelga, que faciliten las listas de huelguistas para que la administración les descuente de la nómina, estas y otras cuestiones son una clara tomadura al pueblo español, y más en estos momentos de crisis.

Anónimo dijo...

Comentario:

Estos sindicatos son un fiasco y un fraude, y no producen más que frustración entre los trabajadores. Pero debo matizar: Los sindicatos son necesarios e imprescindibles siempre que cumplan con la sacrosanta misión que les encomienda la legislación vigente de defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, pero estos dirigentes sindicales van a lo suyo que es el medro personal, mediante el halago descarado al poder político del que les saca todo lo que quieren, por eso ya nadie les cree. Se necesitan otros dirigentes sindicales que su forma de actuar esté siempre basada en el compromiso con los trabajadores, no en hacer política, para lo cual no han sido elegidos. TOXO Y MENDEZ DIMISION !!!

Anónimo dijo...

Comentario:

Los sindicatos a dia de hoy no representan mas que a cuatro gatos, y la mitad de estos 4 gatos es por que viven de ser liberados. Nos deberiamos plantear si deben desaparecer, ya que seguir asi no tiene sentido

Anónimo dijo...

Comentario:

Los políticos se han dedicado en estos años a desprestigiar a los funcionarios. Con esto han conseguido, primero, no subirles el sueldo cuando había bonanza económica y, segundo, bajarlo ahora que hay crisis. La gente se fía de lo que dicen los políticos y así nos va a todos. Alguien que trabaje en la administración pública se dará cuenta enseguida que quien trabaja y saca las cosas adelante son los funcionarios, mientras que nos que no dan un palo al agua son los cargos políticos y los enchufados, que no saben planificar ni administrar y algunos son hasta analfabetos. La gente se cree todas las mentiras que dicen los políticos y, de tanto repetirlas, al final parece que son verdad. La verdad es que estamos en una crisis que es culpa de los políticos, los bancos y los constructores, pero no es culpa de los funcionarios. La verdad es el único animal salvaje que no se deja domesticar en ningún circo.

Anónimo dijo...

Comentario:

Al año que viene tocan más recortes, y como los funcionarios parece que no protestan les tocará a ellos otra vez.

Anónimo dijo...

Comentario:

La gente ya no confía en los sindicatos. ¿Por qué organizan una huelga antes de pedirnos la opinión a nosotros? ¿es ésa manera de representarnos? ¿quieren que, además del recorte de nuestros sueldos mileuristas le demos al Gobierno la paga de un día por la huelga y sabiendo que no conseguiremos nada? Por mi centro de trabajo no vino ningún sindicato a informar desde que en mayo se anunció el recorte. ¿Con qué cara vienen ahora a decirme que me ponga en huelga, si evidentemente les importamos un pepino? No tenemos representación, ni negociación colectiva ni nada. Esto es como una dictadura, y los pobres a seguir siendo más pobres. Tendríamos que salir TODOS LOS CIUDADANOS A LA CALLE, da igual que sean funcionarios, contratados, parados, amas de casa, embarazadas... TODOS a exigir que nos gobiernen el país de forma adecuada, pues tanto el Gobierno como la oposición no han hecho lo que debían, y se han dedicado a descalificarse unos a otros en lugar de unirse y solucionar esta crisis, que nosostros no hemos causado.

Anónimo dijo...

Comentario:

Menuda matraca con que si han sido muchos o han sido pocos. ¿ Importa mucho ? Vemos que se han ventilado un poco los Sindicatos y sus enchufados. Naturalmente que los fucionarios están descontentos, todos sin excepción, pero lo que no tiene gracia es que pierdan un dia de su sueldo para decirle a ZP que se vaya, si de todos modos no se va a ir, ni mover un dedo para rectificar la decisión tomada. Este tio es como el muro del fronton.

Anónimo dijo...

Comentario:

Estos sindicalistas obsoletos salen a defender los derechos de los funcionarios pero no los derechos de los 5.000.000 de personas sin empleo. Menudos espabilados. En 2008 me despidieon de mi trabajo, llegó la crisis, y desde entonces no he encontrado otro. A los funcionarios como su "empresa" va mal, les rebajan un 5% pero no van a la calle....¿De qué se pueden quejar en puestos vitalicios como los suyos? Y si tenemos en cuenta de que, por ejemplo en Andalucía, uno de cada cuatro andaluces es funcionario pues entonces......acabáramos... País...

Anónimo dijo...

Comentario:

Los sindicatos ya hace tiempo que han demostrado ser inopernates y estar obsoletos. Sencillamente no se adecuaron al nuevo siglo y eso les pasará (les pasa) factura. Tanta poltrona no puede ser buena....

Anónimo dijo...

Comentario:

Los sindicatos ya hace tiempo que han demostrado ser inopernates y estar obsoletos. Sencillamente no se adecuaron al nuevo siglo y eso les pasará (les pasa) factura. Tanta poltrona no puede ser buena....

Anónimo dijo...

Mucho ruido, desde luego. Y en lo de las nueces hay cifras encontradas, como mandan los cánones de cualquier jornada de huelga. Respecto al ruido, las concentraciones que se desarrollaron ayer en contra del decreto de ajuste del Gobierno central se hicieron oír por medio de silbatos, bocinas, sirenas, tambores y lemas coreados una y otra vez. Y, sobre todo, en la manifestación que recorrió ayer el centro de Zaragoza.

En cuanto a las nueces, los datos oficiales indican que la huelga de funcionarios, a la que estaban convocadas unas 80.000 personas en Aragón, tuvo ayer una repercusión muy escasa. No hay otra lectura posible. La DGA cifró en un 9,78% el seguimiento general de la protesta en la Administración autonómica, mientras que la Delegación del Gobierno la situó en un 10,16% entre los empleados públicos de la Administración General del Estado en la Comunidad. El Ayuntamiento de Zaragoza habló de un 15% de seguimiento.

La versión de los sindicatos, que contabilizan fundamentalmente el apoyo mediante los piquetes informativos, fue radicalmente distinta. CC. OO., UGT y CSI-F situaron en torno al 60-70% el seguimiento de la huelga, una cifra con la que se cumplían sus propias previsiones para declararla como un éxito

HERALDO DE ARAGON.

Anónimo dijo...

Madrid.- El empleo público en España se ha incrementado un 5,3% desde que arrancó la crisis en el tercer trimestre de 2007 mientras que los puestos de trabajo se han recortado un 12,7% en el sector privado.

Así lo muestra un informe regional de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) que ha utilizado datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

En concreto, Cataluña generó empleo público prácticamente al mismo ritmo que destruyó empleo privado, en torno al 16%. Baleares (15,6%), Murcia (15,5%), Andalucía (12,8%) y Cantabria (8,9%) les siguen como las regiones con más creación de puestos de trabajo en las administraciones.

"Debido al aumento de los asalariados públicos, en la actualidad contamos con un sector público sobredimensionado en la mayoría de las comunidades autónomas", afirma el presidente de la patronal de grandes empresas de trabajo temporal, Francisco Aranda, quien califica la situación de "alarmante".

Durante 2009, todas las comunidades autónomas destruyeron empleo privado a un ritmo del 5,1%, lo que contrasta con la generación del 1,9% de puestos en las administraciones públicas, con Castilla La Mancha, la Comunidad Valenciana y Cantabria a la cabeza, al crear 12.300, 19.600 y 3.100 empleados públicos, respectivamente.

"En ninguna comunidad la creación de empleo público ha sido capaz de compensar el ajuste de empleo que ha sufrido el sector privado", advierte, no obstante, Aranda.

En total, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla La Mancha concentran el 73,7% de la creación de empleos públicos. En el lado opuesto, Madrid, Asturias y Murcia acaparan el 76% de la destrucción de empleo de la Administración en el último ejercicio.

En cuanto al tipo de contratación, todas las regiones, con las excepciones de Aragón, La Rioja, Cantabria y Baleares, se decantaron por los asalariados públicos indefinidos desde que estalló la crisis, con Murcia a la cabeza: 12.500 funcionarios más.

Sin embargo, La Rioja, Aragón y Extremadura no sólo destruyeron empleo público temporal, sino también indefinido, a un ritmo del 8,3%, 7,9% y 4,8%, respectivamente. Así, Aragón engrosó las listas del paro un 12,1%, La Rioja un 10,8% y Extremadura un 8,9%.

EL MUNDO.

Anónimo dijo...

Comentario:

Gracias Zapatero. Soy un funcionario y este mes, como los que se avecinan, voy a trabajar un 8% menos. Por cierto, ya cansado (como la mayoría de mis compañeros) de hacer horas extras gratis los sábados,domingos, noches y festivos, el menda lerenda ha decidido que esos extras, trabajados por la cara, serán solicitados por días libres, por compensación y por escrito, a la semana siguiente, ya que siempre tuve derecho a esa compensación. Se acabó de perdonar y trabajar gratis.... más tiempo libre para mí y mi familia más contenta. Por cierto, el tiempo que trabajaba gratis, bien tendrá que ser cubierto por otra persona, bien se dejará de cubrir un servicio esencial para los administrados. Es más, visto lo que piensan algunos administrados sobre el trabajo de los funcionarios, me maldigo por haber regalado mi tiempo libre a la Sociedad durante tantísimos años. Nunca mais....el tonto ha visto la luz. Suerte para todos, incluso a los que odian a los funcionarios.

Anónimo dijo...

NO CON ESTOS SINDICATOS.

LAS diferentes valoraciones sobre el seguimiento de la huelga de la función pública convocada ayer no deben ocultar el malestar de fondo extendido entre los funcionarios. Si, como parece evidente, la convocatoria tuvo una respuesta limitada, no se debió tanto a la falta de razones por las que los funcionarios se sienten agraviados y puestos en la picota de la opinión pública como al descreimiento generalizado sobre la autoridad moral de los principales sindicatos para liderar una protesta laboral contra el Gobierno. UGT y CC.OO. han secundado durante los últimos años las decisiones más erróneas y perjudiciales tomadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, sobre todo su negativa a no recortar el déficit público. El coro de intereses recíprocos formado por el Ejecutivo y los sindicatos silenció las advertencias, desde hace no menos de dos años, sobre la necesidad de medidas de ajuste y de reforma laboral. De haberlas tomado a tiempo, y si el Gobierno no hubiera disparado el gasto público desde 2004, las medidas de restricción habrían podido ser otras distintas y mucho menos agresivas para millones de españoles.
Los funcionarios públicos se están convirtiendo en el enésimo chivo expiatorio de la crisis, por culpa de la confusión intencionada sobre lo que es la función pública. Lo que resulta caro e insostenible es el volumen de contratados a dedo, de empresas públicas -auténticas administraciones paralelas y sin los debidos controles-, de gabinetes y de asesores, no los funcionarios de carrera, que llevan años perdiendo poder adquisitivo y que ahora se ven penalizados por un recorte salarial que va a consolidarse indefinidamente. El Gobierno ha propiciado esta propaganda contra los funcionarios al colocarlos ante la opinión pública como unos privilegiados en tiempos de paro, obviando las responsabilidades políticas, tanto del Ejecutivo central como de los gobiernos autonómicos -aunque, entre estos, unos más que otros- que están en el origen de unos gastos desmesurados de personal, que es lo indignante para los ciudadanos. En una situación de crisis profunda como la que golpea a España no debe descartarse ninguna medida de restricción del gasto público. Pero cuando la estructura administrativa es descomunal -y la española lo es- hay márgenes para ahorrar sin tener que tocar las pensiones, las ayudas a las madres o los salarios de los funcionarios. Y, en todo caso, si se tiene que llegar a estos extremos, antes hay que dar ejemplo con decisiones políticas de austeridad y control sobre subvenciones, órganos administrativos superfluos y partidas improductivas.

EDITORIAL DE ABC.

Alfonso dijo...

Buenos días a todos.

Comparto las críticas vertidas contra los sindicatos; ciertamente son los hijos pródigos de los partidos políticos.

Ahora bien, no entiendo los derroteros mentales de todos esos funcionarios que han decidido no sumarse a la huelga por el desastre que son los sindicatos. Entonces, ¿cuándo van a ir a una huelga? Nunca obviamente, porque aún está por ver que los funcionarios convoquemos asambleas y nos pongamos de acuerdo en hacer una huelga por nuestra cuenta. Lamentablmente, insisto en lo de lamentable, sólo podemos sumarnos a huelgas convocadas por sindicatos, porque no hay otra manera de hacerla. Si no vamos a las huelgas, la patronal pública nos va a dar una bofetada tras otra, porque nos habremos convertidos en esclavos sumisos del poder.

Pero lo que más me indigna es el argumento de algunos compañeros: "no voy a la huelga porque mi economía no se puede permitir un día menos de salario". Este argumento hace caer la dignidad del que lo expone hasta profundidades abisales: si en 1910 nuestros antepasados trabajadores hubieran hecho ese planteamiento, ahora mismo estaríamos cobrando 300€ de sueldo con jornadas laborales diarias de 12 horas. Si hemos conseguido lo que tenemos (los trabajadores en general) es porque hubo gente con dignidad que hizo sacrificios asistiendo a huelgas larguísimas y pasando apuros (sus salarios sí que eran realmente bajos). Ahora los traicionamos, su sacrificio no habrá servido de nada ante el argumento de que no podemos dejar de cobrar un solo día. ¡Qué vergüenza debería daros a los que habéis dicho eso!

Un saludo, incluso para los indignos que no se lo merecen.

Anónimo dijo...

En el centro en el que trabajo hay un conspicuo representante de CCOO de toda la vida, liberado a tiempo parcial y asiduo asistentes a mesas de negociación, más conocido por sus reivindicaciones profesionales a favor de sí mismo, que no hizo huelga.

Si los propios representantes sindicales, quienes concurren y salen elegidos en las elecciones sindicales, no hacen huelga, ¿cómo pueden esperar que la hagamos los demás?

Anónimo dijo...

Efectivamente, esta nota aparece en aragon digital como carta al director.

Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Estimado lector,

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GRUPO ARAGÓN DIGITAL

Anónimo dijo...

Bueno, pues yo hice huelga. En mi instituto la cifra oficial de paro fue del 45%.

Y paré a sabiendas de que me iban a descontar salario, de que el decreto no iba a ser revocado, de que podía parecer que seguía las consignas de los sindicatos y de que podía ser mal visto por la sociedad. Lo que no me imaginaba es que pudiera estar mal visto por la Asociación.

Lo que quería con mi paro era llamar la atención de que esto es el principio. Que al curso próximo no habrá desdobles para laboratorios, se suprimirán aulas de apoyo, las bajas se cubrirán todavía más difícilmente, se elevarán las ratios: habrá menos profesorado contratado y la educación de los chicos se resentirá. Esto ya sucede en varias autonomías.

José A. Domínguez