viernes, 23 de mayo de 2014

OBLIGADA RETIRADA DEL PROYECTO DE LEY DE FUNCIÓN PÚBLICA DE ARAGÓN.



El Gobierno de Aragón nunca debió aprobar, y menos remitir a las Cortes de Aragón para su tramitación parlamentaria, un Proyecto de Ley de la Función Pública de Aragón sin memoria económica que determine el coste derivado de su aplicación y establezca sus condiciones de financiación.

En primer lugar, tal situación no debiera haberse producido porque lo impiden las Leyes a las que ha de someter su actuación el Gobierno de Aragón. Esas Leyes son la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón de 2009, la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Aragón para el ejercicio de 2014 y la Ley de Estabilidad Presupuestaria de Aragón de 2012. Todas ellas exigen que cualquier proyecto normativo que elabore el Gobierno de Aragón –sea norma legal o reglamentaria- vaya acompañado de un informe económico que evalúe su coste y determine su financiación, contando con un informe preceptivo del Departamento de Hacienda y Administración Pública. Todos esos requisitos legales se han obviado, por lo que podemos concluir que el Gobierno de Aragón ha ejercicio su potestad para aprobar iniciativas legislativas de forma ilegal e impropia de un Gobierno al que corresponde velar por el interés general y ejercer sus competencias conforme a principios de suficiencia de recursos y equilibrio financiero, según establece el artículo 103.1 del Estatuto de Autonomía de Aragón.

Difícilmente pueden las Cortes de Aragón aprobar un Proyecto de Ley desconociendo las implicaciones presupuestarias que conlleva su ejecución, salvo que unos y otros –Gobierno y Grupos Parlamentarios de la mayoría- estén dispuestos a olvidar la más elemental responsabilidad en la toma de decisiones públicas.

En segundo lugar, resulta evidente que la coyuntura actual debiera impedir, más que nunca, la toma de decisiones sin valoración de sus efectos económicos. Un mismo Departamento no puede pretender a un mismo tiempo sujetar a control la autorización de gastos previstos en el Presupuesto aprobado para 2014, como viene a hacer el Departamento de Hacienda y Administración Pública con la creación de la Unidad de Control de Gestión Pública, e impulsar normas legales cuyo presumible impacto futuro sobre las cuentas de la Comunidad, al agravar considerablemente los gastos de personal de la Comunidad Autónoma, ha de resultar totalmente inasumible.

Por tal motivo, esta Asociación se ha dirigido hoy al Justicia de Aragón, al que corresponde la tutela del ordenamiento jurídico aragonés frente a manifiestos incumplimientos como el realizado por el Gobierno de Aragón, al aprobar un proyecto de ley que determinará el gasto de personal de la Administración autonómica y cuyo impacto y viabilidad no ha evaluado, como exigen las leyes señaladas. Se solicita a dicha Institución que requiera del Gobierno de Aragón la retirada del Proyecto de Ley aprobado, al incurrir su aprobación en una radical vulneración de las normas que han de asegurar la suficiencia de recursos y el equilibrio financiero, así como el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.

También nos hemos dirigido al conjunto de los Grupos Parlamentarios de las Cortes de Aragón para solicitarles que, de acuerdo con lo previsto en el Reglamento de las Cortes de Aragón, procedan a la devolución al Gobierno –en el caso de que este no lo retire por iniciativa propia, como se ha solicitado al titular del Departamento de Hacienda y Administración Pública, Javier Campoy- del Proyecto de Ley de la Función Pública de Aragón, al carecerse de la indispensable información para apreciar los efectos presupuestarios derivados de la aprobación de tal iniciativa legislativa.


El Gobierno de Aragón ha dado en este episodio un incomprensible ejemplo de irresponsabilidad política, pues ni los derechos profesionales de los empleados públicos ni la atención presupuestaria a las necesidades de los ciudadanos hoy atendidas con los escasos recursos disponibles, que podrían verse afectados por la aprobación de la ley propuesta, merecen comportamientos de esta naturaleza. Una vez más hay que lamentar que tales modos de actuar hayan recibido el respaldo expreso de los sindicatos de la función pública aragonesa, para los que el respeto a la legalidad nunca ha merecido la debida consideración.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No se atreverán a tanto.

Anónimo dijo...

Preferirán perseverar en el error.

Anónimo dijo...


Está visto que los sindicatos no cambian, no aprenden.

Anónimo dijo...



Siguen con su pobre visión de que nos quiten lo bailao.

Anónimo dijo...



Y algún día se lo quitarán.