lunes, 16 de septiembre de 2013

INNOVADORES PÚBLICOS.



Reproducimos en este blog, por su interés, el manifiesto hecho público desde el Club de Innovadores Públicos, en el que se promueve un compromiso personal de quienes trabajan en las Administraciones Públicas dirigido a su transformación y mejora, revisando nuestra actitud como profesionales de lo público para transformarnos en agentes activos de cambio, a través de nuestra propia actividad  y de la relación con nuestro entorno, con la propia Administración y con los ciudadanos, como estrategia de superación de las múltiples carencias que hoy presenta la acción de quienes trabajan en las Administraciones Públicas.
  1. Desde el "Club de Innovadores Públicos" (CIP) lanzamos a los Innovadores Públicos un reto: Comprometerse por escrito, con su actuación como Innovadores Públicos, con su trabajo, su equipo, su administración y sus ciudadanos.
  2. Si te sientes Innovador Público, lee estos compromisos y, si te representan, hazlos tuyos.
    Con esta declaración queremos que puedas compartir tu visión de lo público y tu actuación con muchos que como tú creen en una administración mejor y que trabajan dia a día para conseguirlo.
  3. COMPROMISO DEL INNOVADOR PÚBLICO

    Como innovador en las AA.PP,
     
    Me comprometo:
    A creer que una administración mejor es posible y no rendirme nunca en la demanda de mejoras y cambio
    A fomentar la transferencia de conocimiento, la cultura de cambio y la innovación abierta
    A promover la eficiencia y los principios éticos
    A mantener una actitud de aprendizaje continuo, beta permanente, dispuesto al cambio y no cerrarme a nuevas oportunidades, abriendo ventanas dónde me encuentre puertas cerradas
    A colaborar e interoperar, a forjar conexiones con todos aprovechando sus potencialidades y buscar y apoyar a aquellos que compartan estos compromisos
     
    En el trabajo
     
    Me comprometo:
    A implicarme en las nuevas iniciativas, conseguir objetivos y a aceptar el fracaso
    A analizar cada situación como si fuera nueva huyendo del “siempre se hizo así”
    A integrar el capital intelectual disperso alrededor de nuevos proyectos
    A no condicionarme por políticas o jerarquías y trabajar por aquello en lo que creo
    A formarme y buscar la excelencia 
    Con el equipo
     
    Me comprometo:
    A potenciar la creatividad y estar abierto a nuevas propuestas
    A fomentar un entorno participativo y la implicación del equipo
    A escuchar, compartir y delegar, a generar confianza y a confiar
    A fomentar el gusto por el trabajo bien hecho
    A motivar, a formar e informar
     
    Con la administración
     
    Me comprometo:
    A poner en práctica los valores de lo público: equidad, servicio, transparencia y colaboración tanto hacia adentro como hacia afuera
    A hacerlo de forma simple, rápida y ubicua
    A trabajar con criterios de legalidad, transparencia, eficiencia en el gasto y solidaridad
    A mantenerme formado y a pedir y dar ejemplo de excelencia en el trabajo
    A prestigiar y humanizar mi administración, mejorar su valoración por los ciudadanos y trabajar por sus objetivos
     
    Con los ciudadanos
     
    Me comprometo:
    A situar al ciudadano en el centro de mi actividad profesional
    A escucharle fomentando los canales de participación y comunicación
    A buscar y apoyar las mejores soluciones, facilitando su acceso a los servicios públicos
    A hacerles participes, coautores y corresponsables del diseño y prestación de los servicios públicos
    A tratar a cada persona como individualidad, con ética pública, transparencia y agilidad
     
     
    Desde el “Club de Innovadores Públicos” (CIP) se lanza un reto a todas las personas que innovan en el sector público: comprometerse por escrito con su actuación como Innovadores Públicos, con su trabajo, su equipo, su administración y sus ciudadanos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Obligación ética

"En España, en estos momentos, ser optimistas inteligentes es una obligación ética", opina Fernando Ruiz, presidente de Deloitte en el prólogo de Reilusionarse. Señala los ejemplos de "emprendedores que son pura pasión, que con esfuerzo, trabajo duro e ilusión han sacado adelante sus sueños, han generado riqueza y han creado puestos de trabajo".

Anónimo dijo...

"Después de un ERE el ánimo en una empresa queda como el de una familia después de un funeral y, por lo tanto, un periodo de duelo es indispensable". Así lo cree Juan Mateo, socio director de la consultora Logra. Sin embargo, Mateo cree que hay una diferencia muy importante: "La situación que nos lleva a un ERE es una crisis que tiene reversibilidad y para ello es importante recuperar el entusiasmo cuanto antes".

Pero al hablar de la motivación en el trabajo, Mateo sostiene que no se puede poner toda la responsabilidad en una parte. "Recuperar la ilusión es algo personal, que está dentro de nosotros mismos, y un jefe nunca podrá lograrlo solo". Su consejo: tener nuevos proyectos. "Hay que reinventarse, porque si lo que hacemos es intentar sobrevivir, el entusiasmo nunca se logrará". Pero también recomienda a aquellos que dirigen equipos disponer de tiempo para el diálogo. "Hablar de persona a persona, sin móviles ni distracciones. Porque quizás lo que necesita el empleado es algo muy fácil y podemos dárselo. O quizás no, pero el simple hecho de escucharlo es una muestra de respeto y con algo tan simple puedes lograr avances muy grandes".

Anónimo dijo...


Mario Alonso Puig, médico y autor del libro Reinventarse (Plataforma) apunta que en un momento de crisis y de gran incertidumbre "es fácil caer en el desánimo y el victimismo" y subraya que todos podemos hacer algo para salir del agujero y que para ello es fundamental lograr un cambio de mentalidad. "La inteligencia y la capacidad de las personas dependen de su estado de ánimo. Hay estudios de neurociencia que lo demuestran. No es que por un cambio del estado de ánimo los problemas vayan a desaparecer, pero el buen ánimo nos ayuda a desempeñarnos mejor a la hora de negociar, de aprender, de aguantar y de gestionar los conflictos". Para ello, Alonso Puig recomienda hacer un trabajo a nivel individual. Entre sus consejos está, por un lado, el que cada uno de nosotros preste menos atención a lo que no funciona y mire lo que sí funciona. Además, cree que es clave perseverar y cambiar el significado que atribuimos a las cosas. "Muchas veces la forma en que interpretamos lo que ocurre es parcial. Uno se propone hacer algo pero cuando lo pone en práctica y no da resultados desde el comienzo, se desanima y lo descarta con la idea de que no sirve para nada", explica.

Anónimo dijo...



"Cada uno, sea en el puesto que sea, tiene que hacer su trabajo lo mejor posible. Si no te lo agradece tu actual jefe lo hará el siguiente, o tus hijos por el ejemplo que les das, pero la vida siempre te lo devuelve".

Anónimo dijo...


Estos son algunos de los consejos que el conferenciante Luis Galindo da en su libro Reilusionarse para recuperar la ilusión por España, el entusiasmo por el trabajo bien hecho, el valor del ocio de calidad e incluso el amor.

1. "En un entorno tan deprimido como el actual, las personas con ilusión marcan la diferencia". Galindo afirma que la red familiar de España es uno de los valores que nos hacen extraordinarios. "Semanalmente busca, reflexiona y escribe, como mínimo, tres noticias, motivos, datos, etcétera, que te hagan sentir que tu país es un excelente lugar para vivir. Compártelos cada semana con, al menos, tres personas de tu entorno".

2. "La mayor recompensa de nuestro trabajo no es lo que nos pagan sino aquello en lo que nos convierte". El autor recuerda una frase del que fuera primer ministro británico, Winston Churchill: "No tenemos que hacer solo lo que nos produce alegría, sino acometer con alegría y entusiasmo lo que tenemos que hacer". Galindo es de los que creen que en España, en general, el trabajo se vive como un deber ingrato: "El deporte nacional de muchas personas es quejarse de la empresa, el jefe, el horario, las condiciones de trabajo, de algunos compañeros... Y tú, ¿eres de los que viven el trabajo como una obligación?", cuestiona al lector.

3. "El ocio debería ser uno de los espacios más gratificantes para el ser humano. Aprender a vivirlo requiere esfuerzo y dedicación". Galindo le pregunta al lector sobre lo que hace en su primer día de descanso: "¿Eres de los que se tumban en el sofá con el mando a distancia (...) con el único objetivo de no hacer nada? ¿O eres de los que empiezan las vacaciones haciendo distintas actividades para las que no tienes tiempo habitualmente y que te apasionan? Galindo recomienda distinguir entre el ocio pasivo y el ocio activo, ya que los efectos y estados que producen son opuestos. "Mientras que con el ocio activo te sientes satisfecho y alcanzas estados de fluidez, el pasivo te genera insatisfacción y vacío".

4. "Amar es el camino que nos lleva a sacar lo mejor de nosotros mismos". El autor destaca una definición de Martin Seligman: "El amor es la pasión por la dicha del otro". Galindo nos recuerda que "la calidad de nuestra vida es la calidad de nuestras relaciones" y nos da consejos para los momentos en que nuestros amigos o seres queridos comparten sus problemas o alegrías con nosotros. "Cuando lo hagan, recuerda esta frase: cuando hablo contigo solo pienso en ti. Aprende a prestar atención a los demás porque cada contacto con una persona es una oportunidad para mejorar su vida y la tuya".

Anónimo dijo...

"Más que la situación de la empresa o el salario, lo que es clave para que las personas estén motivadas es la dirección. Las personas pasan más tiempo con su jefe que con sus hijos o su esposa, por eso lo que haga el líder del equipo siempre marca una diferencia y tiene un gran impacto en las personas".