martes, 8 de abril de 2014

LA DIRECCIÓN POLÍTICA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA CAMBIA DE MANOS, PERO DEBERÍA CAMBIAR TAMBIÉN DE ORIENTACIÓN.



Ayer tomaba posesión de su cargo el nuevo responsable del Departamento de Hacienda y Administración Pública, Javier Campoy, al que corresponde la dirección e impulso político en materia de función pública. Su nombramiento, tras la forzada salida de su antecesor, a causa del incumplimiento de los objetivos de déficit público de la Comunidad Autónoma, parece responder a estrictas claves políticas, pues su perfil y trayectoria no parecen avalarlo técnicamente para asumir la dirección de las cuentas públicas en un momento de dificultad como el presente, pero es obligado conceder el beneficio de la duda. Y desearle el máximo acierto posible en su tarea, por el bien de todos.

Mayor duda provoca el anunciado nombramiento de la nueva titular de la Dirección General de Presupuestos, pues si las direcciones generales, como señala el artículo 15.3 de la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, tienen como cometido la dirección técnica y gestión de un área funcional del Departamento, los titulares de las mismas deberían satisfacer el necesario requisito de competencia profesional, bien por su formación especializada o por su experiencia o trayectoria acreditadas, y a ser posible por ambas. No parece ser tampoco el caso de la nueva titular, pero nos gustaría creer que su nombramiento responde a cualidades y capacidades que podremos apreciar al evaluar el resultado de su gestión..

En cualquier caso, el relevo al frente del Departamento de Hacienda y Administración Pública vuelve a marcar un punto de ruptura o discontinuidad en la posible estrategia en materia de función pública y calidad de los servicios –si es que es posible hablar de estrategia en este ámbito-, resultando necesario reconsiderar por el nuevo responsable todos aquellos proyectos en marcha, antes de autorizar su mantenimiento o prosecución. En particular, corresponde al Consejero decidir sobre la posible suerte del Anteproyecto de Ley de Función Pública de Aragón, presentado como una de las bazas de la gestión del anterior Consejero, cuando a juicio de esta Asociación resulta una propuesta totalmente fallida y carente de viabilidad. Va a ser enormemente difícil que, en un contexto de déficit descontrolado, vea la luz un proyecto normativo carente, entre otras cosas, de una evaluación económica del modelo de carrera que propugna, universal y horizontal, que supone el potencial encarecimiento de todos los puestos de trabajo.

Va a ser difícil que a estas alturas de la legislatura –y vistas las inexistentes señales que se han dado a lo largo de la misma para avanzar hacia una función pública profesionalizada y a resguardo de la arbitrariedad política- podamos presenciar cambios o avances en la buena dirección, pero como Asociación no vamos a descartar el formular al nuevo responsable nuestras propuestas para dejar de andar por el camino equivocado que supone el Anteproyecto de Ley de Función Pública de Aragón, en el que no es posible reconocer ninguno de los valores esenciales de la función pública.

En próximas fechas, haremos llegar al nuevo Consejero el documento de Propuestas de Buen Gobierno y Buena Administración, confeccionado al inicio de la presente legislatura, pero que sigue manteniéndose actual en el último año de la misma, y le trasladaremos también nuestra postura radicalmente contraria al Anteproyecto de Ley de Función Pública de Aragón, además de informarle de nuestras discrepancias con el proceso de ejecución de las sentencias judiciales en materia de oferta de empleo público, con el uso indiscriminado de la libre designación en la provisión de puestos de trabajo o con el deficiente contenido del boletín estadístico del personal al servicio de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Al necesario giro que corresponde realizar en la gestión presupuestaria de la Administración autonómica, debería añadirse otro giro en la orientación de la política de personal, para impulsar medidas a favor de una función pública profesionalizada, sin la cual no será posible corregir los niveles de ineficiencia administrativa en los que hoy parece hallarse instalada la Administración autonómica.

5 comentarios:

Anónimo dijo...


Los "demoledores" ajustes de contabilidad a los que hacía referencia hace solo una semana el ya exconsejero de Hacienda, José Luis Saz, en realidad se conocen desde el 2004. Lo recordó ayer el vicepresidente de la Cámara de Cuentas, Alfonso Peña, igual que la semana pasado lo nizo el ministro Montoro. El Gobierno de Luisa Fernanda Rudi les achaca el exceso de déficit en el que ha incurrido el Ejecutivo este año.

Peña, que compareció junto al presidente de la Cámara de Cuentas, Antonio Laguarta, no quiso entrar en mayores polémicas. Menos aún con las aseveraciones de los representantes de la DGA. Sí dejó constancia, sin embargo, de los hechos. Señaló que los ajustes de contabilidad referidos a los fondos europeos se regularon en el 2004. Se establece que solo podrán computarse como ingresos en las cuentas de la comunidad cuando el dinero procedente de Europa llegue a manos del Ejecutivo. Para ello Bruselas debe haber recibido la justificación del gasto realizado.

El Gobierno de Aragón estima que 35 millones de euros, procedentes de fondos europeos, no se han computado como ingresos de la comunidad, cuando deberían haberse incluido en las cuentas y así reducir el déficit. Peña ayer quitó la razón al Ejecutivo autonómico. No se detuvo en este caso concreto, pero con su explicación dio a entender que la DGA sabía de antemano que estos fondos no iban a poder incluirse en el cierre del presupuesto del 2013.

Recordó incluso que este mecanismo para incluir los fondos europeos como ingresos solo cuando estuviesen justificados los gastos fue una reclamación de las propias autonomías. "Es algo que asumió Eurostat a instancias de las comunidades. Solo se pueden contabilizar cuando un Gobierno remite la justificación", dijo.

EPA.

Anónimo dijo...


Ante la mirada de las principales autoridades de Aragón, Javier Campoy juró ayer su cargo como consejero de Hacienda del Gobierno autonómico. Este maellano de 43 años sucede así a José Luis Saz, presente en el acto, quien cesó la pasada semana tras incumplir Aragón el objetivo de déficit marcado para el 2013. En sus primeras palabras como consejero, apuntó que asume el reto "sin miedo pero con responsabilidad", aunque pidió unos días para poder dar más detalles sobre la estrategia a seguir en el departamento, que también ha cambiado a la directora general de Presupuestos. Será Blanca Solans la que en los próximos días tome posesión de este cargo.

EPA.

Anónimo dijo...


"Adquiero hoy un compromiso con los aragoneses. Trabajaré con un único objetivo: el interés general de todos los aragoneses", afirmó en una breve comparecencia ante los medios en la que manifestó su "gratitud" con la presidenta. Campoy asumió que su perfil es más político que técnico aunque consideró que ello no es un obstáculo para el desarrollo de sus funciones. Tampoco admitió que haya malas relaciones con el Ministerio de Hacienda y en concreto con el ministro, Cristóbal Montoro, a pesar de las disensiones entre ambas administraciones desde que, el pasado verano, Aragón se abstuviera en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que aprobó un déficit asimétrico para las comunidades. En cualquier caso, Campoy indicó que ha sido "muy respetuoso" con las formas y hasta hoy no ejercerá como consejero y no hablará con su antecesor, José Luis Saz, sobre el departamento. Ha solicitado ya una comparecencia en la comisión de Hacienda de las Cortes para explicar próximamente las líneas de su gestión.

Campoy juró el cargo bajo la mirada de sus familiares más cercanos, el resto de consejeros incluido el saliente, la presidenta de Aragón, el de las Cortes, el Justicia, el presidente de la Cámara de Cuentas, el delegado del Gobierno, el portavoz del PP en las Cortes, el portavoz de este partido en el ayuntamiento, el presidente de la DPZ, el portavoz del PAR y la diputada del PSOE y portavoz de este partido en Hacienda, Ana Fernández.

EPA.

Anónimo dijo...


Rudi pidió al consejero "esfuerzo, trabajo y dedicación" ante un reto "que no es fácil" y tras una legislatura "compleja". La presidenta también tuvo palabras para su antecesor, José Luis Saz, a quien agradeció "el trabajo y la dedicación" durante estos dos últimos años. "Pero en una democracia normal los cambios se suceden y cada persona tiene una dedicación en cada momento", apuntó, al tiempo que le deseó suerte en el futuro, en el que tendrá "responsabilidades tan o más importantes" que las que ha ostentado hasta ahora.

EPA.

Anónimo dijo...


El nuevo consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Javier Campoy, ha prometido que se esforzará y trabajará "duro" en interés de los aragoneses, y lo ha hecho el día en el que ha tomado posesión de su cargo, que afronta con un perfil "más político" que su antecesor, José Luis Saz.

Así lo ha reconocido después del acto de toma de posesión de su cargo, presidido por la jefa del Ejecutivo aragonés, Luisa Fernanda Rudi, y con la presencia de todo el gabinete gubernamental.

Campoy, quien ha jurado su cargo en la sede del Gobierno de Aragón, ha mostrado su "gratitud" hacia Rudi y ha asegurado que ha adquirido "un compromiso" con los aragoneses: trabajar "todo lo duro que sea posible" por el interés general de todos los ciudadanos.

Pero, a preguntas de los medios de comunicación, ha rehusado hablar de cuestiones concretas de su departamento, y ha pedido "tiempo" y poder sentarse con su equipo antes de pronunciarse acerca de si será difícil o no que Aragón cumpla el objetivo del déficit marcado para 2014, del 1 por ciento.

Precisamente, la desviación en el cumplimiento del objetivo del déficit fijado para 2013, que Aragón ha superado en seis décimas, ha sido el detonante de la dimisión de su antecesor, José Luis Saz.

HA.