miércoles, 26 de junio de 2013

MANDELA, UN SÍMBOLO UNIVERSAL.



Nelson Mandela ha personificado, durante largas décadas del siglo XX, no solo la lucha y la resistencia de una mayoría discriminada por un régimen injusto y racista -como era la población negra de Sudáfrica-, sino que, tras su liberación, encarnó también la figura del Estadista –a la altura de Gandhi o Lincoln-, capaz de promover la reconciliación y la integración de un país, comprometido en procurar el bienestar de toda la población y dejar atrás, superados, los miedos y los odios alimentados durante décadas de un ominoso régimen de segregación racial.

Para quienes participaron en los movimientos de defensa de los derechos humanos tras la transición española, la libertad de Nelson Mandela constituía una de las principales aspiraciones colectivas, equiparable a la recuperación de la libertad en Chile y al final de la dictadura de Pinochet. Los derechos humanos se reivindicaban en una doble lucha contra las dictaduras en Latinoamérica –contra las desapariciones y la tortura de los opositores- y contra la segregación racial en Sudáfrica (el apartheid), cuya existencia constituía una insoportable ofensa a la dignidad humana. La persona de Mandela simbolizaba tanto la lucha como la esperanza de cambio.

La libertad de Mandela –encarcelado durante casi tres décadas- era una exigencia y un objetivo de la razón y de la dignidad humanas.  Su causa supo aglutinar una corriente de apoyo mundial a favor del final del apartheid y, cuando asumió la responsabilidad de gobernar el país, tras las primeras elecciones democráticas, supo llevar a cabo su gran proyecto de reconciliación nacional. 

Mandela realizó, tras su liberación en 1990, ante el Comité de las Naciones Unidas contra el Apartheid, la siguiente declaración:

“Quedará para siempre como una mancha indeleble en la historia de la humanidad el mero hecho de que el crimen de apartheid tuviera lugar. Sin duda, las generaciones futuras preguntarán: ¿qué error se cometió para que ese sistema pudiera asentarse después de haberse aprobado una Declaración Universal de Derechos Humanos? Quedará por siempre como una acusación y un desafío a todos los hombres y mujeres de conciencia el hecho de que tardáramos tanto tiempo en ponernos de pie para decir ‘ya basta’...

Convencidos de que la negación de  los derechos de uno disminuye la libertad de otros, ya no nos queda mucha distancia por recorrer. Recorramos esa distancia juntos. Reivindiquemos con nuestras acciones comunes los propósitos por los que se estableció esta Organización y creemos una situación por la cual su Carta y la Declaración Universal de Derechos Humanos pasen a formar parte del conjunto de leyes en las que se basará el orden político y social de una nueva Sudáfrica. Nuestra victoria común estará asegurada”.

Esta Asociación ha venido conmemorando cada 10 de diciembre, en este blog, el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a cuyos valores se remite expresamente la Constitución Española. Hay un horizonte ético para la humanidad, de libertad y de respeto de la dignidad humana, en el que todos debemos sentirnos comprometidos, porque constituye la causa de todos los seres humanos, y ese horizonte, surgido tras el final de la II Guerra Mundial, lo establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

El respeto a la dignidad humana, como señaló Mandela, es la garantía de éxito del orden político y social de un Estado. La dignidad humana y el respeto a las leyes son las dos ideas centrales sobre las que se asienta todo orden democrático, y ambas ideas deben permanecer perfectamente comunicadas, pues la principal finalidad de la ley ha de ser garantizar la dignidad de las personas.

En estos momentos, en los que se agota la vida de Nelson Mandela, si bien permanece intacta su condición de símbolo de los derechos humanos y de la dignidad humana, cabe recordar el himno de su partido, el Congreso Nacional Africano -God bless Africa-, y homenajearlo con ese canto de esperanza: God bless Africa, God bless Mandela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy es el himno nacional.

Anónimo dijo...

Mandela es un mito.