martes, 30 de abril de 2013

QUEJA AL JUSTICIA DE ARAGÓN POR LA FALTA DE OFERTA DE EMPLEO PÚBLICO DEL GOBIERNO DE ARAGÓN EN 2012 Y 2013.



Esta Asociación va a dirigirse al Justicia de Aragón, así como al Defensor del Pueblo, para formular una queja por vulneración del derecho de los ciudadanos a acceder a la función pública que reconoce el artículo 23.2 de la Constitución Española, dada la falta de aprobación de Oferta de Empleo Público en los años 2012 y 2013, sin perjuicio de previsiones parciales referidas al ámbito de educación y de administración local.

Tanto el Estatuto Básico del Empleado Público como la Ley de Ordenación de la Función Pública de la Comunidad Autónoma de Aragón imponen la obligación de aprobar con carácter anual una Oferta de Empleo Público que incluya, necesariamente, la totalidad de las plazas vacantes ocupadas por funcionarios interinos. La falta de inclusión de éstas motivó precisamente la anulación de las Ofertas de 2007 y 2011, por sendas sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, aún pendientes de ejecución, si bien esta Asociación ha instado del TSJA la ejecución forzosa de las mismas, ante la pasividad mostrada por el Departamento de Hacienda y Administración Pública.

NI los ajustes presupuestarios ni la grave crisis económica que padece nuestro país son razón suficiente para suspender el respeto y la vigencia de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, entre los que se encuentre el de acceso a la función pública en condiciones de igualdad y en los términos previstos en la ley. Dichos términos legales son, precisamente, que anualmente se apruebe la correspondiente Oferta de Empleo Público, incluyendo la totalidad de las plazas ocupadas por interinos.

El respeto de las condiciones de acceso a la función pública no está reñido en absoluto con el redimensionamiento de las Administraciones Públicas o la reducción de efectivos. La Oferta de Empleo Público ordena el acceso a la función pública, no su tamaño. El número de puestos de trabajo de que se dota la Administración –su volumen- se determina en el momento de la aprobación de las relaciones de puestos de trabajo, siendo dicho instrumento el que podrá determinar la innecesariedad de ciertos puestos y proceder a su supresión o a declararlos a amortizar, suprimiéndose en el momento en que se produzca el cese de sus titulares. Una Administración como la aragonesa que, en los últimos meses, ha procedido a la revisión de sus relaciones de puestos de trabajo ha de entenderse que tiene perfectamente fijadas sus necesidades de personal.

Una vez determinado el número y calidad de los funcionarios precisos para asegurar el funcionamiento de los diferentes servicios públicos, ha de asegurarse que la selección de dicho personal se realice conforme a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, garantizando el derecho de acceso que reconoce el artículo 23.2 de la Constitución a todos los ciudadanos españoles y, en la mayor parte de los casos, también a los de los restantes Estados de la Unión Europea.

Por lo tanto, los ajustes presupuestarios han de incidir en la dimensión o número de plazas de que se dotan las Administraciones, pero no pueden suspender las garantías constitucionales del régimen de acceso a la función pública, máxime en una situación de paro como la existente actualmente, pues la congelación de la Oferta de Empleo supone una vulneración del derecho al trabajo en el sector público que corresponde a todos los ciudadanos, tras superar los procesos selectivos en los que demostrar el correspondiente mérito y capacidad.

No es tolerable que por parte de los responsables de las Administraciones Públicas se justifique la paralización del acceso a la función pública por razones económicas, cuando informes de instituciones como el Justicia de Aragón o el Defensor del Pueblo han alertado de manera reiterada sobre las elevadas tasas de interinidad existentes en el sector público, cuya precariedad laboral además sirve para debilitar la posición del funcionario frente al poder político e incrementar los riesgos de arbitrariedad, abusos y corrupción. Garantizar el régimen de acceso a la función pública no es sólo respetar el derecho de los ciudadanos a incorporarse a la función pública, sino asegurar el modelo constitucional de Administración Pública, llamada a servir con objetividad los intereses generales y actuar con pleno sometimiento a la ley y al derecho.

La no aprobación de Oferta de Empleo Público y la precarización laboral del personal de las Administraciones Públicas constituye uno de los más graves menoscabos al Estado de Derecho, tanto en lo que se refiere a la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos como al debilitamiento del principio de legalidad al que ha de someterse la actuación de las Administraciones y que ha de quedar garantizado por los funcionarios públicos.

PENSAR EN LA CALIDAD DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS.



En el Proyecto de Ley sobre Calidad de los Servicios Públicos, al que deberemos dedicar un detenido análisis en notas futuras de este blog, hay un detalle importante que nos interesa destacar, y es su escasa o nula conexión con la calidad de los servidores públicos. La calidad no será tanto resultado de la aprobación de cartas de servicios o de la implantación de sistemas de evaluación de objetivos o de mecanismos de quejas o sugerencias, como del empeño en potenciar de forma constante y decidida la calidad de los servidores públicos. No hay que olvidar poner el acento en el factor humano.

Cuando se menosprecia el esfuerzo profesional y el compromiso de los servidores públicos y se observa a éstos como objetos reemplazables o como carga económica a suprimir para lograr ajustes presupuestarios, y trasciende así el papel secundario que se atribuye a las personas en el desarrollo de las diferentes políticas públicas, resulta fácil aventurar el absoluto fracaso de las medidas contempladas en la futura Ley de Calidad de los Servicios Públicos. Es, por otra parte, llamativo el que un Gobierno propugne nuevas normas para mejorar la gestión pública –con contenidos, en algunos casos, prescindibles, pues nada aporta el nuevo texto en materia de cartas de servicios o quejas y sugerencias-, cuando permanecen absolutamente inaplicadas las medidas de racionalización de la gestión administrativa ya contempladas en la Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón de 1996, hoy contempladas en el Texto Refundido de la Ley de la Administración de 2001.

Quince años de inaplicación de programas de mejora administrativa como los “manuales de procedimientos” o las “auditorías administrativas” requerirían un ejercicio de autocrítica de la política de calidad y de racionalización administrativa. Sin embargo, nada de ello se aprecia en el citado Proyecto de Ley de Calidad de los Servicios Públicos, lo que es un signo evidente de su falta de verdadera consistencia. ¿Por qué han de llevarse a cabo las evaluaciones, cuando nunca se realizaron las auditorías administrativas legisladas en 1996?

Pensar seriamente en la calidad de los servicios públicos pasa, en primer lugar, por centrarse en la calidad de los servidores públicos, y en tal sentido no se vislumbra ninguna medida por parte de este Gobierno, cuyos gestos hacia los funcionarios públicos parecen inexistentes, a pesar de los sacrificios que se les han exigido. Volvemos a subrayar que el Gobierno –y, particularmente, los Consejeros- no sólo han de ejercer un liderazgo público, dirigido a la sociedad, sino también un liderazgo interno, dirigido al personal que trabaja en cada Departamento y en el conjunto de la Administración, y la política de calidad que se propugna no puede desconocer el inexistente liderazgo que padece, desde hace mucho tiempo, la Administración autonómica, cuyo ritmo viene mantenido en gran medida por el compromiso con su trabajo de cada empleado público.

lunes, 29 de abril de 2013

INCREDULORUM CONVICTIONE.



Frente a los que parecen haber desistido en la tarea de defender el derecho y el respeto al ordenamiento jurídico, empezando por la propia Constitución, y se declaran vencidos de antemano, dejando el campo libre a la arbitrariedad política y administrativa, porque deben considerar muy valioso su tiempo como para desperdiciarlo en batallas estériles o carecen de verdadero convencimiento sobre la trascendencia que tiene la reivindicación del Estado de Derecho, esta Asociación mantiene su firme compromiso para seguir trabajando, con la máxima energía de la que sea posible, por el respeto de los principios y valores de la función pública, lo que exige, al mismo tiempo, la defensa del modelo constitucional de Administración Pública.

Los hay que nunca creyeron en que el Tribunal Supremo dictase el fallo que dictó en materia de acceso al empleo público –dando la razón a las tesis mantenidas por esta Asociación-, y entendían que gastábamos inútilmente nuestras energías y nuestros escasos recursos económicos. Ahora son los que sostienen que nunca lograremos que la Administración cumpla las sentencias dictadas por los Tribunales, tratando de contagiar con ello su propio desánimo y escepticismo a quienes hemos hecho de la batalla por el derecho de acceso a la función pública un objetivo fundamental de la existencia y actividad de esta Asociación. Ni les escuchamos entonces ni les prestaremos atención ahora, porque mantenemos íntegra nuestra confianza en la capacidad del Estado de Derecho para hacer respetar el ejercicio de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

La actitud de los ciudadanos –el desentendimiento generalizado que ha habido en el pasado respecto al buen funcionamiento de las instituciones- es determinante en la evolución de nuestro sistema democrático e institucional. También resulta determinante el grado de compromiso personal de los funcionarios públicos con el respeto de la legalidad y la garantía de los principios constitucionales. No podemos criticar la creciente degradación de la función pública cuando no estamos dispuestos a defender su buen funcionamiento, su sometimiento a la legalidad, si ello nos ha de suponer el menor contratiempo o riesgo. Si defender el respeto a la legalidad supone un riesgo para un funcionario, podemos certificar que no contamos con la Administración que establece nuestra Constitución, no estamos ante la Administración que sirve con objetividad los intereses generales, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.

Como ciudadanos y como servidores públicos, en la asamblea del pasado jueves, reafirmamos nuestro empeño en defender una función pública al servicio de la democracia y de los ciudadanos, dentro de un marco de importantes reformas institucionales para asegurar el buen gobierno y la buena administración, de manera que contemos con unas instituciones fiables capaces de poner freno a la corrupción pública y privada y de hacer frente, de forma solvente, a los graves problemas económicos y sociales que padece nuestra sociedad. No nos concedemos en esta tarea la licencia que se otorgan a sí mismos, para así desentenderse de sus obligaciones como ciudadanos, los incrédulos y escépticos. Creemos en el valor de nuestras instituciones democráticas y en la plena vigencia de nuestra norma constitucional, y desde la exigencia de respeto a la legalidad y demás principios constitucionales –a partir de la ética cívica que presupone una verdadera sociedad-, estamos seguros de que los incrédulos de hoy serán los que mañana tratarán de presentarse como artífices del triunfo de la legalidad sobre la arbitrariedad del poder y el desistimiento ciudadano.

RESPUESTA DE LA VICEPRESIDENCIA DEL GOBIERNO A LA PROPUESTA DE ESTRATEGIA ANTICORRUPCIÓN.



Esta Asociación, en ejercicio del derecho de petición contemplado en el artículo 29 de la Constitución Española, se dirigió el pasado mes de febrero a la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para solicitar que el Gobierno de España impulse, en el marco de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, un programa de medidas eficaces para prevenir y combatir la corrupción pública y privada existente en nuestro país y, en particular, diseñe un sistema a través del cual los servidores públicos de las diferentes Administraciones e instituciones puedan canalizar denuncias frente a cualquier acto o supuesto de corrupción que pudieran detectar o conocer en el ejercicio de sus funciones.

A juicio de esta Asociación, las instituciones han de dar plena garantía a los ciudadanos de su firme compromiso contra la corrupción y para ello convertir al conjunto de los servidores públicos en agentes vigilantes de la legalidad y de la ética pública a la que debe someterse la actividad de las instituciones y el comportamiento de todos los responsables y agentes públicos.

Finalmente, y pese a la falta de acuse de recibo al escrito de petición, se ha recibido respuesta a la petición formulada, que suscribe la Directora del Gabinete de la Vicepresidenta del Gobierno, María González Pico, cuyo texto reproducimos a continuación:

“Sr. D. Julio Guiral Pelegrín

Madrid, 17 de abril de 2013

Estimado Presidente:

En contestación a su carta de 18 de febrero, dirigida a la Vicepresidenta del Gobierno, quiero agradecerle el interés de la asociación que usted preside, por el buen gobierno y la buena administración así como por la prevención y lucha contra la corrupción.

Le comunico que el pasado 26 de febrero el Congreso de los Diputados aprobó, con un amplio respaldo de los grupos parlamentarios, una resolución sobre regeneración democrática y transparencia, que contiene un amplio abanico de medidas políticas, jurídicas y de orden práctico que supondrán más límites, más control y más transparencia en la actividad pública.

Para dar cumplimiento a la citada resolución, el 13 de marzo de 2013 se constituyó un Grupo de Trabajo –bajo la presidencia de la Vicepresidenta del Gobierno y Ministra de la Presidencia y la coordinación del Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes- integrado por el director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales así como por representantes de primer nivel de los ministerios de Presidencia, Justicia, Hacienda y Administraciones Públicas e Interior.

El Grupo de Trabajo, en su primera reunión, ha marcado las tareas que han de emprender los ministerios, en relación a todas y cada una de las medidas. Concretamente, la Vicepresidenta ha encargado a los integrantes del Grupode Trabajo la elaboración de una serie de propuestas normativas, que sirvan de base a los correspondientes anteproyectos de Ley Orgánica de Control de la Actividad Económica y Financiera de los Partidos Políticos, de la Ley de reforma de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas, de Ley de reforma de la Ley de Contratos del Sector Público, de Ley Reguladora del Ejercicio de las Funciones Políticas, de Ley de reforma de la Ley Orgánica 10/1995, del Código Penal y de Ley de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y, en su caso, de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Precisamente, en relación a la última de estas propuestas normativas, está siendo objeto de estudio el aumento de la protección de los denunciantes internos a través de un conjunto de medidas, en la línea del contenido de su petición.

Con este paquete de medidas pretende darse un gran paso en el fortalecimiento de las instituciones de nuestro país, que constituye una prioridad del Gobierno. A todas ellas han de añadirse las adoptadas hasta el momento, entre las que destacan las incluidas en el Proyecto de Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, que supondrá un cambio de paradigma en el modelo de relación entre la Administración Pública y los ciudadanos y una herramienta fundamental en la lucha contra la corrupción.

Atentamente,
María González Pico, Directora del Gabinete de la Vicepresidenta del Gobierno”.

Esta Asociación valora positivamente el respeto concedido al derecho de petición ejercido, al dar respuesta motivada a la propuesta formulada, si bien, en relación a lo solicitado, las medidas citadas en la contestación se limitan a contemplar las medidas de protección a los denunciantes internos dentro de los procesos judiciales, lo cual no supone la implantación de cauces específicos para la denuncia de presuntos casos de corrupción que señala la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003.

sábado, 27 de abril de 2013

SOLICITADA AL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ARAGÓN LA EJECUCIÓN JUDICIAL DE LAS SENTENCIAS SOBRE OFERTA DE EMPLEO PÚBLICO.



Finalmente, en el día de ayer la Asociación instó a la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón la “ejecución forzosa y completa” de la Sentencia de 29 de octubre de 2010 del Tribunal Supremo por la que se anuló la Oferta de Empleo Público para 2007, aprobada por el Gobierno de Aragón, al entender que la misma vulneraba el derecho fundamental de acceso a la función pública, reconocido en el artículo 23.2 de la Constitución Española, al omitir la inclusión de todas las plazas vacantes cubiertas por funcionarios interinos.

La solicitud de ejecución judicial forzosa se plantea una vez que el responsable del Departamento de Hacienda y Administración Pública, al que se solicitó la ejecución voluntaria de dicha sentencia mediante escrito de 26 de septiembre de 2012, no haya adoptado medida alguna tendente a dicha ejecución ni haya siquiera acusado recibo de la solicitud de ejecución.

Las Sentencias firmes de los Tribunales han de ejecutarse en sus propios términos, conforme se dispone en el artículo 118 de la Constitución Española, debiéndose entender que el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva incluye la ejecución de las sentencias firmes dictadas por los Tribunales, al objeto de restaurar con ello el derecho vulnerado.

La Asociación entiende que la ejecución de la citada sentencia  exige la aprobación y publicación de un Decreto de Oferta de Empleo Público complementaria a la de 2007 por parte del Gobierno de Aragón, a propuesta del Consejero de Hacienda y Administración Pública, conservando el decreto anulado y los procesos selectivos convocados y ejecutados en su aplicación. El decreto complementario que se apruebe debe incluir todas las plazas vacantes ocupadas por funcionarios interinos, debiera aprobarse en el plazo de tres meses desde que se ordene por el Tribunal la oportuna ejecución, dando lugar a loa convocatoria de los correspondientes procesos selectivos en los tres meses siguientes a la publicación del Decreto en el Boletín Oficial de Aragón, conforme a los plazos establecidos en el artículo 24 de la Ley de Ordenación de la Función Pública de la Comunidad Autónoma de Aragón.

En similares términos se ha instado también la ejecución judicial forzosa de la Sentencia de 10 de febrero de 2012, del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, por la que se anuló el Decreto de Oferta de Empleo Público de 2011 aprobado por el Gobierno de Aragón.

En el trámite de prueba de ambos incidentes de ejecución cabrá determinar el número exacto de las plazas que han de ser objeto de inclusión en las correspondientes Ofertas de Empleo complementarias que vengan a restaurar el derecho que asiste a los ciudadanos para acceder a la función pública, a través de los principios de igualdad, mérito y capacidad.

La petición de ejecución forzosa de ambas sentencias firmes irá acompañada de una amplia campaña de la Asociación ante las instituciones autonómicas y estatales para que el conjunto de las Administraciones Públicas aseguren a los ciudadanos el pleno ejercicio del derecho constitucional de acceso a la función pública, pues las circunstancias actuales de crisis económica no justifican que los puestos de trabajo de las Administraciones Pública dejen de proveerse conforme a las reglas constitucionalmente establecidas.

viernes, 26 de abril de 2013

CELEBRADA LA NUEVA ASAMBLEA DE LA ASOCIACIÓN: CON OBJETIVOS, ESTRATEGIA Y PRESIDENTE.



En la tarde de ayer, en uno de los seminarios de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, a partir de las siete de la tarde, se celebró la VII Asamblea Ordinaria de la Asociación, cuyo orden del día giraba exclusivamente sobre el debate y aprobación de los objetivos prioritarios de la Asociación y la adopción de una estrategia de actuación, y la renovación de miembros de la Junta Directiva, especialmente el cargo de Presidente, vacante tras la asamblea del pasado día 19 de marzo.

Tras la aprobación del orden del día propuesto y del acta de la asamblea anterior, el Secretario de la Asociación expuso las principales líneas del DOCUMENTO DE PROPUESTA DE PRIORIDADES Y DE ESTRATEGIA DE ACTUACIÓN DE LA ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA ARAGONESA, elaborado a partir de las aportaciones realizadas por el conjunto de los miembros de la Junta Directiva.

Partiendo de la plena vigencia de los principios estatutarios de la Asociación y de la validez de las medidas contenidas en el Documento de Propuestas de Buen Gobierno y Buena Administración para la VIII Legislatura de las Cortes de Aragón, se seleccionaron aquellas que debieran ser abordadas de forma prioritaria en el periodo de actividad de la Asociación que abarca hasta la celebración de la nueva asamblea, en el primer trimestre de 2014.

En la elección de las medidas prioritarias para la acción de la Asociación, junto al interés intrínseco de las medidas y la relevancia otorgada a las mismas por los miembros de la Asociación, ha de contemplarse también aquellas que, por diversas razones, figuran de forma destacada en la agenda pública o agenda política del Gobierno de Aragón, ya que la Asociación no puede excluirse de los debates públicos que están directamente conectados con los objetivos marcados en los Estatutos o contenidos en el Documento de Propuestas de julio de 2011.

Por ello, se considera que no podemos ni debemos inhibirnos ante las iniciativas legislativas del Gobierno de Aragón que, a lo largo de la presente legislatura, se han formulado o puedan formularse en materia de Participación Ciudadana y Transparencia Pública, Calidad de los Servicios y, finalmente, Función Pública.

Lógicamente, el esfuerzo de la Asociación ha de orientarse también a incorporar en dicha agenda pública cuestiones de interés que no figuran en ella, como puedan ser el restablecimiento del derecho de acceso a la función pública o el desarrollo de medidas eficaces de prevención de la corrupción pública, pero será necesario incidir en aquellos aspectos propios de la acción de la Asociación que se vayan a abordar por el Gobierno de Aragón.

De este modo, conjugando las prioridades valoradas por los miembros de la Junta Directiva y los condicionantes propios marcados por la actual agenda política del Gobierno de Aragón, se acuerda establecer las siguientes prioridades de acción a llevar a cabo por la Asociación en los próximos doce meses:

A)    Organización institucional y calidad de las instituciones.

-         Calidad institucional.
-       Consolidación del sistema de control externo de gestión económica del sector público aragonés.
-         Participación ciudadana.
-         Publicidad de la actuación de los órganos de consulta y participación.

B)    Infraestructura ética.

-         Aprobación de un Código de Buen Gobierno.
-         Régimen de conflictos de intereses de altos cargos.
-         Establecimiento de un sistema de alertas públicas.
-         Transparencia y acceso a la información pública.

C)    Gestión Pública.

-         Implantación de un Código de Buena Conducta Administrativa.
-         Calidad y mejora continua de la gestión pública.
-         Evaluación de las políticas públicas.

D)   Función Pública.

-         Aprobación de una Ley de Función Pública de la Comunidad Autónoma de Aragón.
-         Competencia profesional de altos cargos y directivos.
-         Ordenación y publicidad de las relaciones de puestos de trabajo.
-         Oferta de Empleo Público y derecho de acceso a la función pública.
-         Formación y provisión en la carrera administrativa.
-         Boletín estadístico de la función pública aragonesa.
-         Prohibición de préstamo de trabajadores.

En cuanto a la estrategia de actuación, se asume la necesidad de utilizar todos los mecanismos que ofrece el Estado de Derecho, apoyándose tanto en el ejercicio del derecho de petición, como cauce adecuado para las propuestas, como en la apelación a la actividad de las instituciones encargadas de controlar el respeto de la legalidad y de proteger los derechos de los ciudadanos, particularmente el Justicia de Aragón y el Defensor del Pueblo.

Se acuerda poner en marcha formas de trabajo interno que permitan a la Asociación confeccionar  y aprobar documentos de toma de posición sobre aquellas cuestiones concretas que se aborden, cuyo contenido, claro, conciso y motivado, pueda difundirse y darse a conocer de la forma más amplia posible

Igualmente se acuerda el promover el contacto y la colaboración con otras organizaciones de funcionarios públicos existentes en Aragón y en España y se plantea la posibilidad de colaborar con otras entidades ciudadanas en campañas o iniciativas en materia de lucha contra la corrupción.

Se debate ampliamente sobre la necesidad de centrar, de forma inmediata, los esfuerzos de la Asociación en la defensa del derecho de acceso a la función pública, acompañando la petición de ejecución judicial de las sentencias que anularon las Ofertas de Empleo Público de 2007 y 2011, con una amplia actuación ante las instituciones para demandar la aprobación de Ofertas de Empleo Público en los términos señalados por la sentencia del Tribunal Supremo, es decir, incluyendo la totalidad de los puestos vacantes ocupados por funcionarios interinos.

Otro objetivo prioritario que se señala es el relativo a las medidas de aplicación, en el ámbito del sector público, de las previsiones de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003, insistiendo en el importante papel que han de jugar los servidores públicos en la prevención de la corrupción.

Finalmente, se aborda la renovación de miembros de la Junta Directiva, completando de este modo la llevada a cabo en la asamblea de 19 de marzo, en que se cubrió el cargo de Tesorero. Ahora, se procede nuevamente a la renovación de vocales de la Junta, produciéndose la incorporación de Alfonso Salgado a la vacante dejada, el pasado 19 de marzo, por Carmen Gonzalo, y se elige para el cargo de Presidente a Julio Guiral, que manifiesta su disposición a reasumir la máxima responsabilidad de la Asociación e impulsar las decisiones adoptadas por la Asamblea.

De este modo, la Asociación ha venido a dotarse de un programa de acción, de pautas de trabajo y funcionamiento interno y ha cerrado el periodo de Presidencia vacante resultante de la asamblea de 19 de marzo, coincidiendo todos los presentes en la necesidad de reforzar nuestro trabajo en la defensa y promoción de los valores constitucionales de la función pública.

POSITIVO ENCUENTRO CON LA DIRECTORA GENERAL DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA.



Ayer tarde, representantes de la Asociación mantuvieron una positiva reunión con la Directora General de Participación Ciudadana, Acción Exterior y Cooperación, Blanca Soláns García, que estuvo acompañada por el responsable del Servicio de Participación Ciudadana.

El encuentro sirvió para dar a conocer a la Directora General la labor desarrollada por la Asociación y algunas de las medidas contenidas en su Documento de Propuestas de Buen Gobierno y Buena Administración para la VIII Legislatura de las Cortes de Aragón, incidiendo especialmente en la necesidad de reforzar los mecanismos de participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos, resaltando entre ellos el derecho fundamental de petición reconocido en el artículo 29 de la Constitución Española.

Desde la Asociación, se le informó de las actuaciones que en el pasado se habían llevado a cabo tanto en materia de ejercicio del derecho de petición –planteando propuestas por dicho medio a distintos responsables políticos de la Comunidad Autónoma- como en defensa del mismo, ante su vulneración por parte del Gobierno de Aragón y de las Cortes de Aragón, lo que obligó a acudir en amparo ante el Tribunal Constitucional contra dos acuerdos de la Mesa de las Cortes de Aragón y a plantear un recurso contra el entonces Presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, por no responder a las peticiones formuladas, incumpliendo con ello las obligaciones que impone la Ley Orgánica 4/2001, reguladora del derecho de petición.

Se convino en la oportunidad de desarrollar desde la citada Dirección General una labor explicativa al conjunto de los Departamentos sobre la naturaleza del derecho de petición y el tratamiento que correspondía dar a las peticiones formuladas por los ciudadanos, elaborando anualmente la memoria sobre peticiones formuladas y actuaciones llevadas a cabo en relación con las mismas. Más adelante cabría valorar la necesidad de regulación normativa en el ámbito de la Comunidad Autónoma y el establecimiento de mecanismos telemáticos para posibilitar la presentación de peticiones por dicha vía.

A lo largo de la reunión mantenida, la responsable de la Dirección General de Participación Ciudadana se mostró receptiva a todos los planteamientos realizados desde la Asociación y manifestó su deseo de contar con sus aportaciones en la elaboración del Anteproyecto de Ley de Transparencia, Participación Ciudadana y Buen Gobierno que se está trabajando en estos momentos.

Valoramos, en consecuencia, muy positivamente el encuentro celebrado y las perspectivas abiertas a partir del mismo, dadas las posibilidades de intervención en el proceso de construcción de una administración abierta y transparente, que sirva de factor de confianza de los ciudadanos en el funcionamiento de las instituciones públicas, elemento necesario para iniciar la superación del actual desencuentro entre los ciudadanos y las fuerzas políticas que han de articular las distintas opciones de gobierno en nuestra comunidad.

jueves, 25 de abril de 2013

PROPUESTA PARA UNA ESTRATEGIA DE ACTUACIÓN.



En la Asamblea que celebra esta tarde la Asociación se debatirá una propuesta de estrategia de actuación, cuyas líneas generales habrá de concretar más adelante la Junta Directiva que resulte de la sesión de hoy. Dicha propuesta contiene, como ideas centrales, las siguientes:

La Asociación ha de dar a sus actuaciones la forma o el cauce más idóneo al concreto contenido de cada iniciativa: se ha de hacer uso del derecho fundamental de petición para la presentación de sugerencias y propuestas de cambio normativo o de criterios de gestión; se ha de utilizar el cauce de las quejas ante el Justicia de Aragón y el Defensor del Pueblo para reaccionar frente a incumplimientos de la legalidad que afecten a derechos fundamentales o legales; no se ha de renunciar, cuando resulte necesario, a las vías de impugnación de los actos administrativos o disposiciones reglamentarias, interponiendo cuando se estime preciso los recursos administrativos que correspondan o ejerciendo las acciones judiciales que procedan ante los Tribunales, frente a disposiciones de carácter general irregulares o actos administrativos particularmente graves.

La defensa de la legalidad no permite renunciar a ningún mecanismo del Estado de Derecho, como bien lo ha demostrado la experiencia acumulada de la Asociación. No obstante, en la medida de lo posible debemos demandar la intervención de aquellas instituciones y órganos públicos que tienen como misión la función de control y defensa de la legalidad, como puedan ser el Ministerio Fiscal, el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas, o las instituciones autonómicas análogas, pero también los órganos internos de control, como la Inspección General de Servicios o la Intervención General.

No todo se agota, sin embargo, en la acción de defensa de la legalidad, en la reacción frente a irregularidades detectadas.

Debemos reforzar nuestra labor de difusión, orientada tanto a las Administraciones Públicas y a quienes forman parte de ellas como al conjunto de los ciudadanos u opinión pública, y ello requiere insistir en la labor de explicación de nuestras propuestas y análisis, y en la organización de foros y debates abiertos que nos permitan, a su vez, recoger opiniones y propuestas de quienes comparten nuestras preocupaciones. También hay que tratar de avanzar en la preparación de publicaciones digitales en las que fundamentar de manera adecuada y pedagógica las posiciones de la Asociación.

Ha de reforzarse la conexión con los medios de comunicación, sin limitarse a la remisión de notas de prensa. Debemos tratar de que aquellas cuestiones más relevantes sean abordadas por los medios, aunque no conlleve protagonismo alguno por parte de la Asociación. No sólo ha de buscarse proyección a la Asociación, sino difusión a las medidas que la Asociación entiende necesarias.

Debemos, igualmente, buscar la colaboración con otras entidades de funcionarios públicos existentes en Aragón, en España y fuera de España, con las que promover no sólo intercambios de ideas, sino también lanzar iniciativas conjuntas, a ser posible en el marco de las instituciones de la Unión Europea. En concreto, hemos de promover una coalición de entidades contra la corrupción pública, centrada en el desarrollo de los mecanismos previstos en la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción de 2003, ratificada por España en 2006.

Para hacer efectivo este programa de acción resulta necesaria una asignación de responsabilidades dentro de la Junta Directiva de la Asociación, así como prever la posibilidad de incorporar a socios y colaboradores en proyectos o iniciativas concretas, que incrementen nuestra capacidad operativa.

DEFENSA Y PROMOCIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA ASOCIACIÓN: NECESIDAD DE UN BALANCE.



Los principios de la Asociación, formulados en sus Estatutos, son los de compromiso público, legalidad, ética, profesionalidad, calidad y buena administración, receptividad y participación, gestión eficiente y cultura organizativa.

El primer fin y actividad de la Asociación es la defensa y promoción de dichos principios, y durante los seis primeros años de actividad han sido numerosas las iniciativas puestas en marcha para ello, si bien es cierto que las medidas impulsadas han girado, sustancialmente, en torno a dos principios, como son los de legalidad y ética, tratando de defender la vigencia y el respeto de la legalidad administrativa en la ordenación y gestión de la función pública.

El objetivo central ha sido la defensa del derecho fundamental de acceso a la función pública, debiéndose destacar el importante logro que ha supuesto la obtención de un pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre el alcance y contenido de dicho derecho, declarando contrariasal mismo las Ofertas de Empleo Público que no incluyan la totalidad de los puestos vacantes cubiertos por funcionarios interinos.

Otro principio que ha centrado la acción de la Asociación ha sido la ética, habiéndose reclamado del conjunto de las instituciones autonómicas el impulso y la aprobación de códigos de buen gobierno. En este sentido, la reivindicación de la ética pública como compromiso contra la corrupción, ha llevado a que nuestra Asociación sea, posiblemente, la única entidad en Aragón que conmemore, anualmente, el Día Internacional contra la Corrupción, instituido por Naciones Unidas el 9 de diciembre, tras la aprobación de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción en 2003.

Consideramos oportuna la realización de un balance general de los seis primeros años de actividad de la Asociación, en el que se vinculen las diferentes iniciativas impulsadas con los diferentes principios estatutarios, para determinar el grado de intensidad con el que se ha defendido o promovido cada uno de ellos.

Ese balance debiera ser una tarea a realizar por la Junta Directiva, permitiendo así dar a conocer al conjunto de los servidores públicos y a los ciudadanos un resumen de la labor desarrollada por esta Asociación, destacando los principales logros obtenidos.

UNA FECHA Y UNA CANCIÓN INOLVIDABLES.



Pocas fechas y pocas canciones simbolizan de forma tan intensa el aroma de la libertad en Europa como el 25 de abril y “Grândola, vila morena”, del portugués José Afonso. Ambas –la fecha y la canción- condensan el recuerdo y la fuerza simbólica de la Revolución de los Claveles de 1974 en Portugal, en la memoria de muchos europeos, especialmente portugueses y españoles. Otros hechos posteriores, acaso más decisivos en el curso de la historia europea, como la caída del muro, carecen sin embargo de su canción. Carecen también de su día.

El viento de la libertad sopló en Portugal y marcó el inicio del fin de las dictaduras en la Península Ibérica, esa sonrojante anomalía en la Europa democrática, a la que España puso fin años después gracias a su transición democrática, sin necesidad de apelar a las Fuerzas Armadas, sino a las instituciones, a las fuerzas políticas y a la voluntad de la inmensa mayoría de los ciudadanos, deseosa de recuperar esta condición.

Igual que Portugal busca hoy inspiración en su espíritu de abril para afrontar las actuales dificultades, también los españoles debemos recuperar la voluntad y los valores que hicieron posible restablecer la democracia en nuestro país, recordando junto con nuestros vecinos del Atlántico que el pueblo es quien más ordena, desde la fraternidad, desde la amistad, desde la igualdad. Desde su libertad y autogobierno.

Aquí reproducimos la letra de la canción de José Afonso y su traducción al castellano:

Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade



Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
El pueblo es quien más ordena
Dentro de ti, oh ciudad
Dentro de ti, oh ciudad
El pueblo es quien más ordena
Tierra de fraternidad
Grândola, villa morena
En cada esquina, un amigo
En cada rostro, igualdad
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
Tierra de fraternidad
Grândola villa morena
En cada rostro, igualdad
El pueblo es quien más ordena
A la sombra de una encina
De la que ya no sabía su edad
Juré tener por compañera
Grândola, tu voluntad
Grândola, tu voluntad
Juré tener por compañera
A la sombra de una encina
De la que ya no sabía su edad

miércoles, 24 de abril de 2013

UNA ASAMBLEA DECISIVA.



Mañana por la tarde se desarrollará la VII Asamblea General de la Asociación, destinada a establecer las acciones prioritarias a desarrollar durante los próximos doce meses –el periodo comprendido entre la celebración de dos asambleas anuales de la asociación, que tienen lugar en el primer trimestre de cada año- y a resolver la situación de vacante del puesto de Presidente –además de otros puestos de la Junta Directiva-, resultante de la asamblea ordinaria celebrada el pasado 19 de marzo.

A lo largo de estos días, la mayor parte de los miembros de la Junta Directiva han ido seleccionando aquellas medidas que, a su juicio, debe acometer de manera preferente la Asociación en el ámbito de la función pública, pero también en el de la ordenación de la Administración Pública y, en sentido más amplio, en el conjunto de las instituciones públicas. Las respectivas propuestas serán objeto de debate en la reunión de mañana para seleccionar, de mutuo acuerdo, aquellas en las que haya amplia coincidencia.

No es posible hoy buscar una solución a los problemas de la función pública sin abordar el marco general de las instituciones públicas. Buen gobierno y buena administración son ámbitos claramente comunicados, que se condicionan mutuamente, y dichos ámbitos son los que se combinan en el conjunto de medidas que se propone impulsar esta Asociación.

Creemos que durante estas últimas semanas, en el seno de la Asociación, se ha producido un proceso de reflexión que era completamente necesario para encarar la actual etapa de actividad, pues debíamos hacer un balance de los signos que la presente legislatura ha dado en posibles líneas de avance en la imprescindible reordenación de nuestra función pública y redefinir nuestras acciones y métodos de actuación a la vista de los mismos. Esos signos son claramente insuficientes y contradictorios, se hallan carentes de una visión global y también están faltos de la ineludible implicación o participación de los propios afectados, pues nunca la función pública ha estado más distante de los funcionarios públicos, nunca el horizonte ha resultado más imprevisible, más incierto, más preocupante y más desmotivador.

La coyuntura actual –marcada por la crisis y la desorientación- obliga sin embargo a incrementar el esfuerzo de análisis y de coherencia, el nivel de compromiso y de identificación con la función que a cada cual le corresponde jugar en la búsqueda de soluciones y es evidente que el papel de los servidores públicos ha de ser central en devolver confianza y credibilidad a las instituciones, pero ello requiere que, previamente, recuperemos esa confianza en nosotros mismos y en el valor del trabajo riguroso y bien hecho, en la importancia de asegurar el principio de legalidad y la garantía de los derechos de los ciudadanos, y de reaccionar activamente contra la amenaza siempre latente de la arbitrariedad y de la corrupción, con independencia de su origen.

La Asamblea de mañana ha de ser la oportunidad de redefinir el camino a seguir y de retomar, con toda la energía posible, la defensa de los principios y de los valores de la función pública, convencidos de su decisiva función en la superación de la crisis política, social y económica que sufre nuestro país, al igual que otros países de Europa que nos resultan tan cercanos como Grecia, Portugal o Italia.

martes, 23 de abril de 2013

EL AUTOGOBIERNO ES COSA DE CIUDADANOS.



Cuando cada 23 de abril, de forma recurrente, los discursos políticos y las crónicas periodísticas apelan al autogobierno de Aragón, interesa alejarse en lo posible de este discurso engañoso y recordar que la democracia es asunto de ciudadanos y no de territorios. Ello no supone, ni mucho menos, renegar o distanciarse del Estado de las Autonomías, sino del discurso particularista que se ha consolidado a partir del mismo, y de la absurda retórica historicista que se ha plasmado en los preámbulos de los últimos Estatutos de Autonomía, en ese viaje colectivo que nos ha querido devolver a la Edad Media o más allá, según interesa al redactor. Lógica secuela de ello es la moda de las recreaciones históricas que se extiende por toda nuestra geografía. Aragón es una realidad política a partir de la Constitución Española y nuestra ciudadanía es exclusivamente española, aunque a ella se pueda añadir la condición política de aragoneses. Sentirse aragoneses es posible al margen de que exista o no Comunidad Autónoma, cosa que no ocurre con el sentimiento y la condición de ciudadanos, pues hacen falta Estado e instituciones democráticas.

El que las decisiones las tome el Gobierno de Aragón y no el Gobierno de España –o en un futuro el Gobierno de Europa- no conlleva, por sí solo, un mayor autogobierno de los aragoneses, pues el autogobierno reside en la calidad de la representación política y en el control y rendición de cuentas del Gobierno y de las instituciones públicas. La cercanía de las instituciones no es necesariamente sinónimo de autogobierno, pues puede suponer, como de hecho sucede –el ejemplo de La Muela es palmario- la captura del poder político por caciques locales o por grupos de interés, cuya fuerza es significativamente mayor frente a instituciones políticas débiles como las autonómicas o locales. El autogobierno o la autonomía local se convierten así en coartada para el expolio a los ciudadanos y no para su autogobierno, para el gobierno por sí mismos a través de sus representantes.

El autogobierno es que, en la teoría y en los hechos –sin que éstos desmientan a la anterior- la voluntad de los ciudadanos sea determinante en la orientación de las políticas públicas, en la definición de sus objetivos y en la asignación de los recursos públicos.

Cuando los programas electorales con los que se concurre a unas elecciones políticas no se respetan ni las razones de los cambios se justifican o explican suficientemente a los ciudadanos –más allá de expresiones como se ha hecho lo que se tenía que hacer, o las cosas son como son-, podremos decir que los responsables políticos han sido elegidos por los ciudadanos –su poder es legítimo y democrático-, pero difícilmente podremos decir que nos hallamos ante un sistema de autogobierno, pues la voluntad de los ciudadanos ha quedado claramente marginada por razones de diverso orden.

El autogobierno es esa pretensión de ser nosotros mismos, a través de las instituciones políticas, los que nos damos las normas que rigen nuestra vida pública. Es una utopía de los ciudadanos que ha de transformar y alentar el gobierno democrático, en muchas ocasiones monopolizado por la clase política, nacional o autonómica. Por lo tanto, no debiera desviarse el significado del autogobierno, no debiera olvidarse que es cosa que afecta a los ciudadanos, y que los territorios se gobiernan pero no se autogobiernan. El autogobierno de Aragón existirá en la medida en que las instituciones aragonesas estén verdaderamente en manos de los aragoneses, bajo su verdadero control, sin que ese autogobierno se decida en las tensiones con el poder de las instituciones del Estado. España no es nuestro heterogobierno, aunque hay quien no dudaría en sostenerlo para reclamar la exclusividad de lo local, la primacía de la tribu frente a la ciudadanía

lunes, 22 de abril de 2013

ARBITRARIEDAD INADMISIBLE.



La Constitución garantiza la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, como se señala en su artículo 9.3. La discrecionalidad administrativa de la que gozan algunos órganos directivos en ciertas decisiones no puede dar, por lo tanto, amparo a la arbitrariedad. El rasgo diferenciador de un acto discrecional (en contraposición a la arbitrariedad ajena al derecho) es la motivación; ya que en un acto discrecional la autoridad debe poder justificar los motivos de su decisión.

Es decir, el simple poder o capacidad de decisión de un cargo público, la mera voluntad, no puede ser la exclusiva justificación de una decisión administrativa, sino que se requiere una motivación objetiva y una conexión con el interés público, pues en caso contrario se habrá pasado de la discrecionalidad a la arbitrariedad, incurriendo en la prohibición que señala la Constitución, ejerciendo de forma ilegítima las potestades administrativas. Hace falta que las decisiones sean racionales, racionalmente fundadas, sin que puedan deberse a la libre voluntad personal, a “mi decisión”. La irracionalidad es arbitrariedad y no tiene cabida en el ámbito de la gestión pública.

Viene esto a cuento de cambios organizativos y de responsables que se están produciendo, a modo de goteo, en importantes áreas de la gestión pública de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, sin que, a veces, nadie repare en su trascendencia y en el lento destrozo de los principios y de los valores que suponen, principios y valores que debieran compartirse y respetarse en el seno de las organizaciones públicas. Sin que nadie las señale y, de ser posible, las detenga.

La arbitrariedad es ajustar los puestos a quien se desea nombrar y no nombrar a quien cumple los requisitos de desempeño de un puesto. Arbitrariedad es anticipar el desempeño de funciones al nombramiento formal para ocupar un puesto de trabajo. Arbitrariedad es cesar a personas en sus puestos de responsabilidad –a funcionarios competentes y plenamente dedicados a su función, valorados en su entorno profesional- para colocar a otros por razón de amistad o de recomendación política. Arbitrariedad es marginar a profesionales competentes por razones ideológicas, incurriendo en discriminación y sectarismo que nunca deberían producirse, y que, en todo caso, debieran estar ya superados a estas alturas de legislatura. Arbitrariedad es alterar los procedimientos administrativos para dar trato de favor a unos ciudadanos frente a otros, quebrando el principio de igualdad de todos ante la ley.

Debemos detectar a quienes su arbitrariedad les inhabilita para la gestión pública y, mucho más, para el desempeño de tareas directivas en una Administración Pública.  Debemos denunciar la vulneración de las normas de función pública y la discriminación de profesionales por razones sectarias y, sobre todo, debemos denunciar el favoritismo y la corrupción en la gestión de los servicios públicos, vulnerando las reglas de acceso a los mismos y desconociendo el principio de igualdad de los ciudadanos. Debemos mostrar tolerancia cero frente a la arbitrariedad, sencillamente porque no tiene cabida en nuestro modelo de sociedad democrática ni de Estado social y democrático de Derecho, y por ello está prohibida por la Constitución. Un poder público arbitrario es un poder público patrimonializado ilegalmente por una persona o grupo. Es necesario devolverle su carácter público y su dignidad de poder ajustado a derecho.