Ayer se publicó en un espacio central de la edición diaria de "Heraldo de Aragón", claramente destacado, un artículo de opinión del Presidente de esta Asociación, Julio Guiral, en el que se resaltaba la importancia de la reciente sentencia del Tribunal Supremo, por la que se anula la Oferta de Empleo Público de 2007, por no incluir la totalidad de las plazas vacantes ocupadas por funcionarios interinos y vulnerar, con ello, el derecho de acceso de los ciudadanos a la función pública, reconocido en el artículo 23.2 de la Constitución Española.
Lógicamente, produce satisfacción que el trabajo desarrollado durante estos últimos cuatro años se vea recompensado con hechos como la publicación del artículo de ayer, pues representa la posibilidad de hacer llegar el mensaje de esta Asociación a un gran número de ciudadanos y supone un importante espaldarazo a la labor desarrollada en la defensa de la función pública.
Ahora bien, aun concediendo a las noticias publicadas sobre las diferentes iniciativas que desarrollamos la importancia que objetivamente tienen, el acento seguimos poniéndolo necesariamente en el trabajo real, efectivo, continuado -callado y a menudo ingrato- que nos toca desarrollar, obtenga o no eco en los medios de comunicación. Lógicamente, no es gratificante tener que estar constantemente llamando la atención a los responsables de la Administración autonómica por el incumplimiento de la legalidad, cuando su respeto debiera ser algo asumido por todos y el debate debiera centrarse en la mejora del funcionamiento de los servicios públicos, y no en algo tan básico como respetar el principio de legalidad. No vamos a admitir, sin embargo, que la ilegalidad pretenda imponerse por agotamiento, provocando el hastío de quienes, como servidores públicos, nos debemos a la legalidad por encima de todo.
A través del blog que mantenemos y de las numerosas notas de prensa que remitimos a los medios, aspiramos a que los ciudadanos y los informadores que deseen saber el trabajo que desarrollamos puedan tener acceso al mismo. El eco que nuestro trabajo pueda hallar en los medios es algo que corresponde al criterio profesional de los informadores. Si no tiene reflejo, bueno, y si lo tiene, mejor, dado que vivimos en un modelo de sociedad en el que la existencia -e incluso la consideración y el respeto- se vincula en muchos casos a la presencia en prensa, escrita o no, y buena parte de nuestras quejas, recursos o denuncias sólo inquietan a los responsables políticos de las instituciones cuando se ven recogidas en los medios de comunicación.
No vivimos, por lo tanto, ni trabajamos con vocación mediática -simplemente tenemos el empeño de que los informadores conozcan lo que hacemos, y puedan tener una opinión más formada sobre los problemas de la Administración y de las instituciones públicas, y de sus implicaciones, y que puedan trasladar a los ciudadanos lo que consideren de interés general-, pues los mecanismos del Estado de Derecho, a los que nosotros apelamos de forma prioritaria, trabajan al margen de los titulares de prensa, atendiendo a la aplicación de las normas, y por el hecho de que no se recoja en prensa el recurso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón contra el Presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, por vulnerar el derecho fundamental de petición ejercido por esta Asociación, su tramitación e inevitable fallo, con sus correspondientes consecuencias jurídicas, no se detienen.
Apelamos al Estado de Derecho y confiamos en el funcionamiento de las instituciones, pero el desarrollo de la vida democrática y el control ciudadano sobre quienes ejercen el poder político requieren de un papel crítico de los medios de comunicación, que alerte a la opinión pública de los riesgos que conlleva el incumplimiento de las normas y el vaciamiento ético de nuestra vida pública. Ese es el papel que deseamos ver jugar a los medios de comunicación, con independencia de que se otorgue mayor o menor espacio informativo a la actividad de esta Asociación.
Like the battle of Waterloo, the battle for Scotland was a damn close-run thing. The effects of Thursday’s no vote are enormous – though not as massive as the consequences of a yes would have been.
The vote against independence means, above all, that the 307-year Union survives. It therefore means that the UK remains a G7 economic power and a member of the UN security council. It means Scotland will get more devolution. It means David Cameron will not be forced out. It means any Ed Miliband-led government elected next May has the chance to serve a full term, not find itself without a majority in 2016, when the Scots would have left. It means the pollsters got it right, Madrid will sleep a little more easily, and it means the banks will open on Friday morning as usual.
But the battlefield is still full of resonant lessons. The win, though close, was decisive. It looks like a 54%-46% or thereabouts. That’s not as good as it looked like being a couple of months ago. But it’s a lot more decisive than the recent polls had hinted. Second, it was women who saved the union. In the polls, men were decisively in favour of yes. The yes campaign was in some sense a guy thing. Men wanted to make a break with the Scotland they inhabit. Women didn’t. Third, this was to a significant degree a class vote too. Richer Scotland stuck with the union — so no did very well in a lot of traditonal SNP areas. Poorer Scotland, Labour Scotland, slipped towards yes, handing Glasgow, Dundee and North Lanarkshire to the independence camp. Gordon Brown stopped the slippage from becoming a rout, perhaps, but the questions for Labour — and for left politics more broadly — are profound.
For Scots, the no vote means relief for some, despair for others, both on the grand scale. For those who dreamed that a yes vote would take Scots on a journey to a land of milk, oil and honey, the mood this morning will be grim. Something that thousands of Scots wanted to be wonderful or merely just to witness has disappeared. The anticlimax will be cruel and crushing. For others, the majority, there will be thankfulness above all but uneasiness too. Thursday’s vote exposed a Scotland divided down the middle and against itself. Healing that hurt will not be easy or quick. It’s time to put away all flags.
The immediate political question now suddenly moves to London. Gordon Brown promised last week that work will start on Friday on drawing up the terms of a new devolution settlement. That may be a promise too far after the red-eyed adrenalin-pumping exhaustion of the past few days. But the deal needs to be on the table by the end of next month. It will not be easy to reconcile all the interests – Scots, English, Welsh, Northern Irish and local. But it is an epochal opportunity. The plan, like the banks, is too big to fail.
Alex Salmond and the SNP are not going anywhere. They will still govern Scotland until 2016. There will be speculation about Salmond’s position, and the SNP will need to decide whether to run in 2016 on a second referendum pledge. More immediately, the SNP will have to decide whether to go all-out win to more Westminster seats in the 2015 general election, in order to hold the next government’s feet to the fire over the promised devo-max settlement. Independence campaigners will feel gutted this morning. But they came within a whisker of ending the United Kingdom on Thursday. One day, perhaps soon, they will surely be back.
(Artículo de Martin Kettle, publicado en "The Guardian" el 19 de septiembre de 2014)
6 comentarios:
Salir en prensa es muy positivo, pues nuestra sociedad es la de la opinión pública, y hay que estar presente.
Nueve de las diecisiete comunidades autónomas incumplieron el objetivo del déficit en 2010 al superar el 2,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), entre ellas Aragón, según los datos de ejecución presupuestaria que hoy ha presentado la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado.
El conjunto de las autonomías tuvo un déficit del 3,39 por ciento, mientras que el Estado cerró con el 4,97 por ciento y las entidades locales con el 0,64 por ciento. Castilla-La Mancha fue la que registró una desviación superior sobre el objetivo marcado (2,4 por ciento), con un 6,47 por ciento de déficit acumulado, aunque la cifra se rebaja al 6,22 descontado el déficit adicional por inversiones productivas.
También en la cola se situaron Murcia (4,95 por ciento de déficit, Baleares (4,16) y Cataluña (3,86 por ciento). Por el contrario, fue Madrid la que registró el mejor comportamiento y cumplió con creces al cerrar el ejercicio con un déficit del 0,69 por ciento, por delante de Extremadura (2,23) y el País Vasco (2,24).
EFE.
La declaración de dos testigos protegidos en Operación Molinos, por el que hay 40 imputados con distintas calificaciones vinculadas a la corrupción urbanística en La Muela, dejó en evidencia un hecho curioso. La alcaldesa, Mariví Pinilla, que tradicionalmente convoca los plenos a primeras horas de la mañana fijó el de ayer a las 11.30, coincidiendo con la prevista declaración anunciada por el juez de La Almunia. No es difícil imaginar que pretendía comprobar si esos testigos protegidos, cuya denuncia impulsó la investigación del caso, pertenecían al pleno municipal. Finalmente no hubo coincidencias de horario, así que la especulación sigue en el aire. Que la alcaldesa siga ejerciendo como tal ha confirmado que es capaz desde su cargo de influir sobre la instrucción judicial. Y eso es algo que la legislación debería prever y arbitrar mecanismos que lo impidan.
EL PERIODICO DE ARAGON.
Mejor salir, en mi opinión.
Hay que salir, y debe haber un esfuerzo deliberado y consciente por salir. Simplemente, porque el trabajo publicitado, para los fines que pretendemos, es más eficaz. Sólo por ese criterio: eficacia.
felicitaciones por el artículo, es fundamental que los ciudadanos tengan acceso a una información veraz.
habeis leído el anteproyecto de ley de salud pública de Aragón? las funciones de inspección podrán realizarse por "entidades colaboradoras" entre otros despropósitos......
Publicar un comentario