lunes, 14 de marzo de 2011

CUARTA ASAMBLEA DE LA ASOCIACIÓN: ACCIÓN PARA UNA NUEVA LEGISLATURA.

Mañana tendrá lugar la cuarta asamblea anual de esta Asociación, a sólo dos semanas de que se produzca la disolución de las Cortes de Aragón y la convocatoria de las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 22 de mayo. El contenido de la Asamblea pasa, fundamentalmente, por analizar la labor desarrollada por la Junta Directiva en el último año, con un balance de los logros obtenidos –como son la sentencia del Tribunal Supremo que anula la Oferta de Empleo Público de 2007 o las diferentes sugerencias formuladas por el Justicia de Aragón, a partir de las quejas planteadas- y, también, de las numerosas iniciativas que no han obtenido respuesta alguna por parte del Gobierno de Aragón o de las restantes instituciones a las que se dirigieron. Y, junto a ello, por el establecimiento de objetivos y prioridades, sabiendo que su desarrollo se proyectará en una nueva legislatura, con un nuevo escenario político y, muy probablemente, con diferentes responsables al frente de las instituciones.

Es momento también para la reflexión y para llevar a cabo un análisis autocrítico de la trayectoria seguida por la Asociación en sus cuatro años de vida. Es probable que su existencia haya sido un factor que no es posible menospreciar en diferentes terrenos de la Administración autonómica –dando voz a un malestar muchos años latente por el discurrir de los acontecimientos en la función pública aragonesa y tratanto de propiciar un cambio de orientación no sólo en la actuación de los responsables sino en la actitud adoptada por los propios servidores públicos, excesivamente acomodaticia con la realidad existente-, pero también es innegable que el proyecto no ha sido capaz de movilizar –por el momento- a un número suficiente de empleados públicos ni de generar el deseable trabajo colectivo que se precisa para provocar un punto de inflexión en la actual deriva de muchos de nuestros servicios públicos.

Aguantar cuatro años, pese a la hostilidad sufrida desde el nivel político de nuestra Comunidad Autónoma, es un logro en sí mismo. También supone un logro el haber ocupado un espacio público del que todos parecían haber desertado en Aragón, como es el de la exigencia de buen gobierno y de buena administración y el de la promoción de la ética pública, con un compromiso real y no sólo retórico contra la corrupción pública. La celebración anual del Día Internacional contra la Corrupción, con un acto público en la ciudad de Zaragoza, ha sido una de las iniciativas de esta Asociación, y creemos que dicho dato supone un mensaje nítido para todos: somos los servidores públicos los primeros comprometidos en la lucha contra la corrupción, tal y como nos lo exige nuestra función.

Esta Asociación no ha adoptado un mensaje corporativo ni ha defendido intereses económicos o de otro tipo de los empleados públicos –por el contrario, ha tratado de asumir un planteamiento cívico, entendiendo la función pública como una actividad al servicio de los ciudadanos y de la democracia, posición que ha motivado más de un ataque por parte de los sindicatos de la función pública aragonesa, cuyo compromiso con la legalidad es cada vez más limitado, ataques que no han conseguido hacernos cambiar de posición ni de rumbo, sino todo lo contrario-, y es preciso que el gran conjunto de los empleados públicos sepan que el valor social de la función pública va ligado a la vigencia de los principios constitucionales, como son la legalidad y la profesionalidad, la eficacia, la integridad en el ejercicio de nuestro trabajo. Apartarse de esos valores –como ha sucedido con más frecuencia de lo deseable y admisible- sólo puede generar descrédito y rechazo social, en especial en momentos de crisis económica aguda como los actuales.

Las Administraciones Públicas –y quienes las hacen funcionar- deben ser un patrimonio propio de los ciudadanos, determinante para el buen funcionamiento del Estado social y democrático de Derecho y del Estado autonómico que proclama nuestra Constitución, un factor de cohesión que contribuya a la solución y no al agravamiento de los problemas económicos y sociales del país. Tratar de llevar a la realidad dichos planteamientos sigue siendo la razón principal de que esta Asociación se mantenga activa y convoque a sus socios y a todos los servidores públicos aragoneses a seguir trabajando en dicha dirección, también durante la próxima legislatura.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

El proyecto no ha sido capaz de movilizar a un número suficiente de empleados públicos porque son ya demasiados los agraciados con la situación, los agradecimientos debidos.

Anónimo dijo...

¿Y los que lo esperan en un futuro?

Anónimo dijo...

Queda mucho por hacer, pero al menos podemos decir que nos hemos puesto en marcha, que no es poco.

Anónimo dijo...

La sentencia obtenida marca un hito en todas las administraciones públicas y no sólo en la aragonesa.

Anónimo dijo...

No perdamos empuje, que es necesario seguir.

Anónimo dijo...

Seguir así, gracias a esta Asociacion, estais sacando muchas cosas, que de lo contrario, hubieran quedado en el olvido.
Seguir con el asunto de ASAEL, RED-LIEDRA, etc... Hay un montón de políticos (alcaldes, concejales,diputados, etc....) que necesitan un gran control, para que no se desvien del buen camino. Aunque hay muchos de esos comentados, que por más control que tengan,les da igual, están muy protegidos por sus jefes políticos.
Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Gracias a los que creeis en la utilidad de este trabajo.

Anónimo dijo...

Siempre esteremos en deuda con esta Asociación de valientes.

Anónimo dijo...

¿Una asociación de valientes?

Anónimo dijo...

Curioso calificativo.

Anónimo dijo...

Desde luego, son gente con espíritu libre.

Anónimo dijo...

La valentía es una virtud, el término medio entre la cobardía y la temeridad.

Anónimo dijo...

El valiente no es necesariamente un héroe, no es preciso inmolarse.