domingo, 4 de enero de 2009
UN AÑO DE TRABAJO POR DELANTE.
Zaragoza, 4 de enero de 2009.
La Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa recibe el nuevo año 2009 con ánimo y voluntad de seguir trabajando por los principios y fines que dieron lugar a su creación en el año 2007, momento del que se cumplirán ya dos años el próximo mes de febrero. El camino recorrido a lo largo de 2007 y 2008 constituye la base imprescindible del trabajo futuro, dirigido a profundizar en muchos de los temas hasta ahora abordados y también a abrir nuevos ámbitos de actuación, para tratar y analizar aspectos de la gestión pública no atendidos suficientemente hasta el momento, pero necesarios para la configuración de una Administración democrática, es decir, plenamente comprometida con los valores democráticos y con los derechos de los ciudadanos.
Las nuevas líneas de trabajo a impulsar -ya esbozadas en el momento fundacional de la Asociación y en sus propios Estatutos- tienen que ver con el marco de una gestión pública que asegure la eficiencia y la calidad, la planificación y evaluación de objetivos, el correcto control del gasto público -ámbito en el cual la entrada en funcionamiento de la Cámara de Cuentas prevista en el Estatuto de Autonomía y regulada por una ley que data ya del año 2001 ha de ser una exigencia prioritaria-, el desarrollo de la administración electrónica, la participación ciudadana o el establecimiento de criterios de transparencia y acceso a la información administrativa, todo ello, claro está, sin abandonar el impulso de criterios de ética pública y de ordenación de una función pública profesionalizada e identificada con los valores constitucionales.
La Asociación, durante este nuevo año, debe cobrar más cuerpo, tanto en lo que hace a su implantación y presencia en la Administración de la Comunidad Autónoma como en lo que se refiere a su nivel de actividad de iniciativa y propuesta. Debe aprender a compaginar su actuación local -lo que constituye su fundamental razón de ser- con su compromiso global, porque los valores que defiende no son en modo alguno propios ni exclusivos, sino compartidos y defendidos por un amplio número de organizaciones e instituciones. Estas razones exigen comenzar a incorporar la Asociación a plataformas más amplias existentes en el conjunto de España y en otros ámbitos de carácter internacional. Un ejemplo de esa visión global es la difusión y seguimiento de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, iniciada con la celebración de un acto público el pasado día 9 de diciembre, con motivo del Día Internacional contra la Corrupción.
Deseamos, en definitiva, que el nuevo año, con todos sus retos y exigencias, sea ocasión para madurar las actuales líneas de trabajo y ampliar el compromiso con los fines y principios de la Asociación, resumidos en la reivindicación, promoción y defensa de la legalidad, la profesionalidad y la ética como valores irrenunciables de la función pública.
A dicha tarea convocamos a todos los que todavía creen que la realidad de la función pública aragonesa no es sino el resultado de nuestras acciones y de nuestras omisiones, de nuestros compromisos y nuestros desistimientos. Vivimos momentos en los que la inhibición supone respaldar la arbitrariedad del poder político.
La Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa recibe el nuevo año 2009 con ánimo y voluntad de seguir trabajando por los principios y fines que dieron lugar a su creación en el año 2007, momento del que se cumplirán ya dos años el próximo mes de febrero. El camino recorrido a lo largo de 2007 y 2008 constituye la base imprescindible del trabajo futuro, dirigido a profundizar en muchos de los temas hasta ahora abordados y también a abrir nuevos ámbitos de actuación, para tratar y analizar aspectos de la gestión pública no atendidos suficientemente hasta el momento, pero necesarios para la configuración de una Administración democrática, es decir, plenamente comprometida con los valores democráticos y con los derechos de los ciudadanos.
Las nuevas líneas de trabajo a impulsar -ya esbozadas en el momento fundacional de la Asociación y en sus propios Estatutos- tienen que ver con el marco de una gestión pública que asegure la eficiencia y la calidad, la planificación y evaluación de objetivos, el correcto control del gasto público -ámbito en el cual la entrada en funcionamiento de la Cámara de Cuentas prevista en el Estatuto de Autonomía y regulada por una ley que data ya del año 2001 ha de ser una exigencia prioritaria-, el desarrollo de la administración electrónica, la participación ciudadana o el establecimiento de criterios de transparencia y acceso a la información administrativa, todo ello, claro está, sin abandonar el impulso de criterios de ética pública y de ordenación de una función pública profesionalizada e identificada con los valores constitucionales.
La Asociación, durante este nuevo año, debe cobrar más cuerpo, tanto en lo que hace a su implantación y presencia en la Administración de la Comunidad Autónoma como en lo que se refiere a su nivel de actividad de iniciativa y propuesta. Debe aprender a compaginar su actuación local -lo que constituye su fundamental razón de ser- con su compromiso global, porque los valores que defiende no son en modo alguno propios ni exclusivos, sino compartidos y defendidos por un amplio número de organizaciones e instituciones. Estas razones exigen comenzar a incorporar la Asociación a plataformas más amplias existentes en el conjunto de España y en otros ámbitos de carácter internacional. Un ejemplo de esa visión global es la difusión y seguimiento de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, iniciada con la celebración de un acto público el pasado día 9 de diciembre, con motivo del Día Internacional contra la Corrupción.
Deseamos, en definitiva, que el nuevo año, con todos sus retos y exigencias, sea ocasión para madurar las actuales líneas de trabajo y ampliar el compromiso con los fines y principios de la Asociación, resumidos en la reivindicación, promoción y defensa de la legalidad, la profesionalidad y la ética como valores irrenunciables de la función pública.
A dicha tarea convocamos a todos los que todavía creen que la realidad de la función pública aragonesa no es sino el resultado de nuestras acciones y de nuestras omisiones, de nuestros compromisos y nuestros desistimientos. Vivimos momentos en los que la inhibición supone respaldar la arbitrariedad del poder político.
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4 comentarios:
Creo que en esta año debiera abordarse con toda la seriedad y contundencia posibles el tema de las empresas públicas.
¿Volvemos de nuevo a la carga?
¿No os da mucho trabajo mantener actualizado un blog como éste?
No, no da un trabajo excesivo, resulta llevadero.
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