miércoles, 20 de abril de 2011

IRREGULARIDADES QUE MARCAN UNA LEGISLATURA, DE PRINCIPIO A FIN.

Hay hechos que, por su singularidad, marcan una legislatura y ponen al descubierto una forma de gobernar y de gestionar lo público. Pueden parecer asuntos menores a muchos, pero son enormemente representativos, sintomáticos de un modo de entender la función pública, como botín político y como prebenda que se concede a los leales y afines. La irregularidad, la arbitrariedad, el abuso y la desviación de poder se condensan todos juntos en la situación en que, durante estos últimos cuatros años, ha permanecido el puesto de director/a de la Biblioteca Pública de Aragón, bajo la responsabilidad de las Consejeras que sucesivamente han dirigido el Departamento de Educación, Cultura y Deporte: Eva Almunia y María Victoria Broto.

Un puesto que fue modificado arbitrariamente, con argumentos peregrinos, a comienzos de la legislatura que ahora acaba, para ajustar sus condiciones de desempeño al perfil profesional de Pilar Navarrete, tras cesar ésta en su puesto de Directora General de Cultura. Se rebajaron las condiciones de desempeño del puesto para que quedara al alcance de la directora cesante, y se abrió su cobertura a funcionarios de la administración local, para que Navarrete, funcionaria del Ayuntamiento de Zaragoza, pudiera acceder a él.

La reacción de esta Asociación ante los Tribunales, al recurrir judicialmente dicha modificación, sigue en el limbo, tras negársenos por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón interés directo para cuestionar la legalidad de una modificación que aprobaron los Consejeros de Presdencia y Economía, Javier Velasco y Alberto Larraz. Al parecer, no incumbía a esta Asociación el que los puestos de trabajo se manipulasen a antojo de los miembros del Gobierno para adecuarlos ad personam, liquidando con ello la objetividad de la organización administrativa y la racionalidad a la que ésta debe responder.

Aún hoy seguimos esperando a que el Tribunal Supremo se pronuncie no sobre la legalidad de la modificación del puesto, sino sobre la capacidad de esta Asociación para impugnar dicha modificación ante los Tribunales. Cuando llegue el fallo del Supremo, la maniobra realizada para favorecer a Pilar Navarrete estará plenamente consumada, al habérsele garantizado el destino querido durante los cuatro años de legislatura. ¿Puede alguien sentirse satisfecho con este funcionamiento del control jurisdiccional de la actuación administrativa?

Lograda la modificación del puesto para adecuarlo al perfil de Pilar Navarrete, se procedió a la cobertura del puesto, mediante una comisión de servicios. Este forma de provisión acumula igualmente numerosas irregularidades: al recaer sobre una funcionaria de otra administración, debió justificarse la ausencia de personal adecuado en la Administración autonómica, lo cual implicaría en su momento un falseamiento absoluto de la realidad, pues lógcamente existe personal idóneo y cualificado para el desempeño del puesto; las comisiones interadministrativas son de exclusiva asistencia técnica, sin poderse utilizar, como en este caso, para cubrir puestos de jefatura de unidades administrativas; existe un periodo máximo de duración de tales comisiones -de dos años, en este caso- claramente rebasado; y, por último, el puesto no ha sido incluido en concurso de provisión alguno, para que pudieran concurrir al mismo todos los interesados y ser adjudicado conforme a estrictos criterios de mérito y capacidad, haciendo valer en su caso Pilar Navarrete su idoneidad para ocuparlo.

Acondicionar un puesto expresamente para una persona -que, además, cuenta con la condición de alto cargo cesante- y atribuirle provisionalmente su desempeño con vulneración de todas las condiciones de provisión de los puestos de trabajo es algo que no cabe ignorar en estos momentos en que concluye la legislatura, sobre todo cuando las irregularidades denunciadas por esta Asociación -cuyos recursos siguen atascados en los tribunales- permanecen inalteradas como el primer día.

Las Consejeras pasan, las irregularidades permanecen. No nos queda otra opción -cuando la justicia se muestra incapaz de corregir los abusos con la agilidad deseable- que volver a insistir en los hechos y señalar a sus responsables.

No es la única irregularidad destacada en el Departamento de Educación, ni acaso la más grave, pero la irregular situación de algún alcalde de la provincia de Huesca, que cobra un sueldo público desde hace años sin haber acudido ni un solo día a su puesto de trabajo, merece un comentario específico. Cuando se habla de absentismo, no cabe silenciar el absentismo que, para algunos funcionarios y militantes de cierto partido, forma parte de sus condiciones de trabajo, irregularmente pactadas con la titular del Departamento.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

La actual directora general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pilar Navarrete, pasará en los próximos días a ocupar la dirección del Instituto de Libros y Bibliotecas, de reciente creación. Navarrete se pondrá al frente tanto a las bibliotecas estatales, como la de Aragón en Zaragoza y las de Huesca y Teruel, que seguirán estando dirigidas por bibliotecarios de carrera por concurso estatal, como de las municipales, que se vienen gestionando desde los entes comarcales. Se especula que para el cargo que ocupa por el momento Pilar Naverrete ha sido designado in péctore el actual alcalde de Graus, Ramón Miranda.

Pilar Navarrete, que es profesora de Educación Primaria de carrera y funcionaria del grupo B podrá asumir su cargo al haberse ampliado a ese grupo unas atribuciones que requerían la pertenencia al grupo A (de licenciados) y su cargo suplirá o estará por encima de la actual dirección del Servicio de Bibliotecas, que está en manos de Carmen Lozano.

El hasta ahora director gerente de la Biblioteca de Aragón, Ramón Sabaté, que ayer se despidió físicamente de los funcionarios y trabajadores de la biblioteca, regresará, de no mediar otro nuevo nombramiento para él, a su destino como profesor de latín, en Secundaria

31/10/2007
EL PERIODICO DE ARAGON

Anónimo dijo...

Quedó meridianamente reflejado en prensa, pero tal vez ya se haya olvidado.

Anónimo dijo...

¿Vale la pena recordarlo?

Anónimo dijo...

Es posible, si estimamos en algo el buen funcionamiento de la administración.

Anónimo dijo...

Si apreciamos el respeto de las reglas.

Anónimo dijo...

¿de qué alcalde se trata?

Anónimo dijo...

¿Del del Benabarre?

Anónimo dijo...

¿Cómo se llama?

Anónimo dijo...

El grupo parlamentario de CHA ha criticado la colocación "descarada" de Pilar Navarrete, hasta ahora directora general de Cultura de la DGA, como gerente de la Biblioteca de Aragón. Según ha explicado este grupo se han adaptado los requisitos para que Navarrete pueda ocupar este puesto ya que para ser director/a gerente de la Biblioteca de Aragón había que ser funcionario de grupo A, "al que Pilar Navarrete no puede pertenecer por carecer de licenciatura universitaria". Ahora, "con los cambios introducidos, el puesto ya puede ser desempeñado por funcionarios técnicos pertenecientes al Grupo B, caso en que sí está Navarrete". La portavoz de CHA en materia de Cultura en las Cortes, Nieves Ibeas, ha calificado de "escandaloso el descaro con que este Gobierno coloca a las personas que quiere, aunque no cumplan los mínimos requisitos ni sean las más capacitadas". Además, señaló que dentro de la propia Biblioteca, donde hay funcionarios superiores de grupo A que dependen del gerente "y, por lo tanto, estarán supeditados a un funcionario con habilitación inferior".

13/11/2007
PERIODICO DE ARAGON

Anónimo dijo...

¿Pilar Navarrete es la señora para la que degradaron la plaza de director de la biblioteca pública de Aragón del grupo A al grupo B, al que ella pertenece, para que pudiese ocupar la plaza...? Una cacicada más del PSOE, siempre remando a favor de los suyos. Y luego dicen que no defiende a la familia, cuado actúan como una auténtica piña, siempre a favor de los suyos.

Anónimo dijo...

Sin comentarios.

Anónimo dijo...

¿Esto tiene arreglo?

Anónimo dijo...

Además de ser un puesto claramente y clamorosamente prescindible. En épocas de ahorro en el sector público y de racionalización de la función pública, casos como éste, que sólo tiene la finalidad de "colocar" a fines y manejar puestos en la función pública al antojo del partido político de turno es algo de debería indignar a los ciudadanos y sonrojar a los gestores, beneficiados y administración de justicia.

Anónimo dijo...

¿Se ha constatado algún vínculo entre la Administración de Justicia y el entorno de la Dirección-Gerencia, o sus amigos?