domingo, 3 de abril de 2011

COMPROMISO RENOVADO DE UNA JUNTA RENOVADA.

El pasado 15 de marzo, la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa celebró su asamblea anual y renovó su Junta Directiva, cuya primera sesión tendrá lugar este próximo martes 5 de abril. Estamos ya en pleno proceso electoral, tras la convocatoria de elecciones autonómicas y municipales publicada el 29 de marzo. Pero no por ello pueden dejar de aplicarse las leyes o los derechos de los ciudadanos pueden verse suspendidos, como parece suceder nuevamente con el referido al acceso a la función pública.

La apelación a las urnas, al final de cada legislatura, señala el carácter democrático de nuestro sistema político, pero los procesos electorales no son más que eso: el mecanismo para renovar la dirección política de nuestras instituciones.

El Estado de Derecho ha de preservarse en todo momento, haya o no elecciones convocadas. No parecen entenderlo así, sin embargo, algunos responsables políticos de nuestra Comunidad Autónoma, dada la necesidad que la coyuntura les impone de atender simultáneamente sus tareas de gobierno y sus compromisos como candidatos. Ante semejante dilema, parecen manejar a conveniencia esa doble condición, subordinando la agenda de gobierno a intereses electorales, al no ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la Oferta de Empleo Público de 2007 -y seguir aplicando los mismos criterios desautorizados- o permitir el vergonzoso estado de ejecución en el que se encuentra el proceso selectivo para Administrativos, posponiendo cualquier decisión a la fecha electoral.

Nuestro compromiso con la legalidad de la función pública nos impone justamente recordar al Gobierno de Aragón, y en particular a la Consejera de Presidencia, Eva Almunia, como miembro del Gobierno responsable de función pública, la obligación de cumplir las leyes y de ejecutar las sentencias dictadas por los Tribunales. Todo hace pensar, por los datos que van apareciendo en prensa, que la Oferta de Empleo Público para 2011 viene a ser un nuevo ejercicio de arbitrariedad política y administrativa, que no se ajusta ni a las necesidades de personal de la Administración ni al contenido esencial del derecho de los ciudadanos para acceder a la función pública.

Una Oferta como la que se nos propone, con apariencia de ajuste presupuestario, por el reducido número de plazas previsto, no es más que una doble burla a la ciudadanía: en primer lugar, porque se lesiona uno de sus derechos fundamentales, como el ya expresado; y en segundo lugar, porque tal Oferta no supone recorte del gasto público, sino precariedad del empleo público, contraviniendo con ello el principio de inamovilidad que se establece para la función pública. Resulta incomprensible que una Oferta así pueda aprobarse tras la sentencia reciente del Tribunal Supremo, y se equivoca el Gobierno si cree que puede manejar a su antojo los plazos de ejecución de las sentencias y la aplicación de las leyes.

Es preocupante observar el contexto en el que se producen decisiones como la aprobación de dicha Oferta: existe una total falta de transparencia respecto a la gestión de la función pública -no hay datos estadísticos sobre la función pública, no se publican las relaciones de puestos de trabajo, ni siquiera se publican los nombramientos del personal eventual como exige la ley-; se produce una vulneración generalizada de las normas de provisión de puestos de trabajo -la comisión de servicios desplaza al concurso de méritos, convirtiendo la excepción en regla-; y nos hallamos instalados, gracias a la irresponsable actitud de Gobierno y sindicatos, en una permanente ilegalidad retributiva, con el cobro de anticipos de una carrera profesional que ni ha llegado ni, de momento, se le espera.

Todo ello -más los enormes desafíos que nos parecen aguardar tras las elecciones, y que los candidatos prefieren no mencionar o hacerlo con sordina- obligará a la nueva Junta Directiva, saliente de la asamblea de 15 de marzo y que comenzará sus tareas esta próxima semana, un trabajo especialmente comprometido y exigente, que cabe abordar con la confianza de que los principios estatutarios de esta Asociación no sólo son cada día más necesarios, sino que constituyen el mejor criterio para afrontar la realidad actual y el posible futuro de la función pública, pues no son otros que los principios constitucionales.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo a la nueva Junta. Somos muchas las personas que depositan en vosotroa la confianza en que alguien trata de hacer bien las cosas y luchar por nuestros derechos como ciudadanos y por que se cumpla la legalidad.
Gracias por expresaros con tal claridad sobre los rumores de la nueva Oferta Pública, que parece que será otra tomadura de pelo más. Como bien decís: ¿pero cómo se atreven a algo así después de lo dicho por el Tribuanl Supremo? ¿Este Gobierno de Aragón se cree por encima del bien y del mal?
Pero en concreto, si pudierías responderme desde la Asocación, o alguien que sea de derecho: ¿qué posibilidades hay de que se salgan con la suya?,o al revés mejor ¿¿¿no se les puede obligar a cumplir la snetencia??? Gracias por vuestra respuesta

Anónimo dijo...

No se publican las RPTs de trabajo, NO se publican los nombramientos del personal eventual como exige la ley,se vulnera las normas de provisión de puestos de trabajo, LA COMISION de servicios ha desplazado al CONCURSO DE MERITOS; nos hallamos instalados en la cultura del cortijo que desplazó al Estado de derecho.

Anónimo dijo...

Lo peror es que se produce con la anuencia del empleado público

Anónimo dijo...

hola como ha dicho el anterior comentario nos gustaria saber que pasos va a dar la asociación para que ejecuten la sentencia del TS y que si piensan tomar medidas también con la idea de la DGA de quitar los laborales de clase E para privatizarlos ya que en esta oep 2011 no ha salido ninguna plaza. GRACIAS Y ANIMO.

Anónimo dijo...

El empleado publico serio, lo que quiere es tener la oportunidad de aprobar unas oposiciones para dejar de pertenecer al "grupo mangoneado" y defender el cumplimiento de la legalidad con el respaldo de ocupar una plaza por meritos propios, capacidad, igualdad y publicidad. Ya sea por una concurrencia libre o una provisión de puestos de trabajo. Y no como hasta ahora, a través de interinajes y comisiones de servicio. En la actualidad estan los serviles del politico con sus comisiones de servicio en el aire y los siervos con una interidad de duración indeterminada.