viernes, 10 de diciembre de 2010

CADA UNO DE NOSOTROS.

En la declaración realizada hoy por el Secretario General de Naciones Unidas, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, para conmemorar la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en este día de 1948, se lleva a cabo una profunda reflexión sobre el decisivo papel que juegan en el mundo los defensores de los derechos humanos. Derechos de todos, pero defendidos por unos pocos, que en dicha labor todavía, en buena parte del mundo, arriesgan su seguridad, su libertad y su vida. El mensaje concluye con una invitación nada sencilla: "Seamos cada uno de nosotros un defensor de los derechos humanos".

Con esa invitación que pone fin a su mensaje, podemos preguntarnos no sólo sobre nuestra actitud en relación con la defensa de los derechos humanos -o de los derechos fundamentales, es decir, los derechos humanos que se han reconocido en nuestra Constitución-, sino también sobre la capacidad que tenemos cada uno de nosotros para incidir en nuestra realidad social y laboral y, así, contribuir a la vigencia efectiva de los derechos de todos -incluidos los nuestros- y con ello acercarnos al objetivo ético de "sociedad decente y sociedad civilizada".

Cada acto nuestro no sólo contribuye a formar nuestro carácter como personas. También contribuye, en la medida que corresponda, a formar un determinado tipo de sociedad, más o menos decente, más o menos civilizada. Cada uno de nosotros, los que trabajamos en la Administración, los que tenemos la condición de servidores públicos, contribuimos de forma relevante a formar la cultura organizativa dominante en el ámbito de nuestros Departamentos, organismos, centros de trabajo. Lo hacemos con nuestra forma de actuar, de trabajar, de relacionarnos y colaborar con los otros, con nuestra actitud ante la legalidad, la información a los ciudadanos, la gestión del dinero público, con el cumplimiento de nuestros deberes, la responsabilidad mostrada en el desempeño de los puestos de trabajo, la imparcialidad y objetividad con la que nos conducimos, el compromiso con la actuación eficaz y eficiente, la calidad del trabajo, la satisfacción del interés general y la realización de los derechos de los ciudadanos.

Trabajar bien en la Administración Pública -de forma profesional y ética- ha de contribuir a robustecer el Estado de Derecho, que está llamado a asegurar los derechos fundamentales de los ciudadanos, haciendo realidad en nuestro país los derechos humanos internacionalmente proclamados. De ese modo, cada servidor público podría ser algo semejante a ese defensor de los derechos humanos que nos propone el Secretario General de Naciones Unidas en su mensaje. De cada uno de nosotros depende, también, incorporar ese horizonte en nuestra actividad profesional diaria.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

El Ayuntamiento de Huesca, en pleno extraordinario, aprobaba por unanimidad la creación de una plaza de Arquitecto Técnico, con la que se cubre el puesto vacante tras la jubilación que se producía este pasado verano. Esta nueva plaza forma parte de la ampliación de la oferta pública de empleo 2010. La contratación de personal en 2011, sin embargo, se verá limitada a una sola persona, tras los recortes establecidos por el Real Decreto aprobado este año, frente a las 12 jubilaciones previstas en el consistorio.

Así el Ayuntamiento de Huesca deberá valorar, de todas las plazas que queden vacantes, cuál es la más urgente de cubrir. En estos momentos el consistorio ya se encuentra en pleno proceso de reorganización administrativa, y se va a estudiar en qué medida afectará la puesta en marcha de las Oficinas de Atención al Ciudadano a la redistribución del personal.

Todo ello con el objetivo de adaptarse a las nuevas necesidades, pero también a los límites y recortes establecidos.

Así mismo, en dicho pleno, se daba el visto bueno a la creación del puesto de Encargado de Aguas, que se hará mediante promoción interna. En la actualidad la plantilla del consistorio la conforman un total de 560 trabajadores.

Otro de los asuntos tratados era el Código de Buena Conducta del Ayuntamiento de Huesca. Una propuesta que trasladaba al consistorio la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa y que ha contado con la aprobación de todos los grupos políticos.

RADIO HUESCA.

Anónimo dijo...

Es todo un logro el haber propiciado un Código de Buena Conducta en el Ayuntamiento de Huesca.

Anónimo dijo...

Al final, se logran resultados positivos.

Anónimo dijo...

El pleno de Huesca aprobó ayer una plaza de arquitecto técnico para sustituir una jubilación que se produjo en verano, pero se hará con cargo a la tasa de 2010, para la que todavía tenía margen. Era la última que se podía sacar este ejercicio de acuerdo con la nueva normativa, que no afecta a los puestos de promoción interna.

El pleno fue de trámite, y se desarrolló en tiempo récord. Los tres puntos del orden del día fueron aprobados en otros tantos minutos, con acuerdo de todos los grupos. Los concejales dieron luz verde también el Código de Buena Conducta, a petición de la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa. El concejal de Relaciones Institucionales, José Manuel Ballarín, dijo que es muy similar al que adoptó la institución del Justicia. A juicio del edil, la página web, la celebración de plenos infantiles o jornadas de puertas abiertas como la que se ha organizado hoy, conforman "la voluntad política de tratar de trasladar al ciudadano una imagen nueva de la administración".

HERALDO DE ARAGON.

Anónimo dijo...

HUESCA.- La Corporación municipal ha asumido un código de conducta para sus trabajadores que supone una guía de relación con el ciudadano. Recoge normas de trato que pueden considerarse de cortesía o buena educación y mandatos para el cumplimiento de derechos de los administrados en materia de gestión e información. El código, de 22 artículos, obtuvo ayer el visto bueno de la Comisión informativa de Relaciones Institucionales y asume de manera sustancial las recomendaciones en la materia emanadas del Justicia de Aragón.

El concejal de Relaciones Institucionales, José Manuel Ballarín, indicó ayer a este diario que queda pendiente el estatus jurídico del código, que dependerá de un informe de Secretaría. Dependiendo de la decisión pasará por el Pleno para su aprobación o bien será simplemente remitido al área de Personal para hacerlo llegar a la plantilla.

Además, el Ayuntamiento se compromete a difundirlo entre los ciudadanos. De hecho, el último artículo del texto señala que el Consistorio "adoptará las medidas necesarias para garantizar que el Código reciba la más amplia publicidad". A tal fin -añade- se elaborará y difundirá un folleto con el contenido de la norma.

El Código pretende también "ser útil a los funcionarios" (según se recoge en el preámbulo) "en la medida que les informe sobre la forma en que deben actuar en sus relaciones con el público".

El código se basa en los principios de transparencia y motivación, "que facilitan el control de la Administración". "Pretende mejorar su eficacia contestando a cualquier solicitud en un plazo razonable".

Por ejemplo, establece que todo ciudadano tendrá derecho a atención sin cita previa para presentar quejas o peticiones y que la atención en estas situaciones será prioritaria sobre otras labores que se estén desarrollando. El escrito de queja o petición será objeto de acuse de recibo en un máximo de diez días y deberá se tramitado con diligencia. Así, deberá ser resuelto en el plazo máximo de un mes.

Además, toda solicitud de información deberá ser objeto de respuesta formal en el plazo máximo de un mes.

El código exige que las decisiones y resoluciones se transmitan con redacción clara y comprensible y suficiente motivación.

Otras normas se refieren a aspectos de cortesía o educación, como las que hacen referencia al trato respetuoso a los ciudadanos, y especifican la obligación de identificación de los funcionarios de atención al público y las normas de atención presencial, telefónica o mediante correo electrónico.

DIARIO DEL ALTOARAGON.

Anónimo dijo...

Muy buena noticia.

Anónimo dijo...

Es un primer paso.

Anónimo dijo...

La desconfianza de los ciudadanos en la clase política es el dato más llamativo en el último barómetro del CIS. Mientras determinadas instituciones, como la Corona o las Fuerzas Armadas, gozan de notable prestigio, los políticos son percibidos por la opinión pública como parte del problema y no de la solución. Es imprescindible recuperar el prestigio de los cargos públicos representativos para fortalecer el sistema democrático. Los partidos deberían reflexionar seriamente sobre la imagen negativa que transmiten a una sociedad irritada por un exceso de retórica sin contenido y —a veces— de conductas inaceptables.

ABC.

Anónimo dijo...

Refiriéndose a los disidentes chinos (y a otros), Mario Vargas Llosa decía: "Aquellos valientes, luchando por su libertad, también luchan por la nuestra".

Tal vez sea tarde cuando nos demos de qué razón tenía al decirlo.

Anónimo dijo...

Cuando la clase política aparece en las encuestas como una parte del problema y no de la solución significa que no funcionan los mecanismos que conectan a los ciudadanos con las instituciones que los gobiernan. Las iniciativas para tratar de despertar la energía ahora estancada en lo que conocemos como sociedad civil han demostrado su utilidad en países como Estados Unidos, donde los partidos no son los únicos protagonistas del debate político, sino que, al contrario, se ven obligados a seguir la corriente que brota en la sociedad. En el desarrollo de esas potencialidades está la solución de muchos problemas.

ABC.

Anónimo dijo...

¡Ah! ¿Los plenos infantiles es una novedad? A mi me parece que ya se venían haciendo todos los meses, desde hace tiempo ... Y no sólo en Huesca. También en Zaragoza y no digamos en Teruel. Muy similares, por cierto, a los que se celebran en las Cortes de Aragón.