martes, 17 de febrero de 2015
QUÉ RUMBO SEGUIR.
Toda
organización que se proponga incidir sobre la realidad, para hacer valer una
determinada posición, debe revisar periódicamente sus objetivos, sus métodos,
su trayectoria. Porque pudiera ser que la realidad se vaya alejando cada día de
los principios proclamados, y que los debates internos y los acuerdos adoptados
vayan reduciendo y limitando progresivamente el pretendido campo de acción, con
una tácita renuncia a todo aquello que reclame esfuerzo y verdadero compromiso.
La
función pública –y la gestión pública, el funcionamiento de las
administraciones públicas- reclama un ambicioso proyecto de renovación, que
debiera incidir fundamentalmente en las actitudes personales de quienes
trabajan en ella, y sin embargo cada día es más dominante el desentendimiento y
el desapego frente a los desafíos y las exigencias que comporta una función pública
digna de un Estado de Derecho llamado a garantizar la legalidad administrativa
y la gestión eficiente de los servicios públicos.
Ese
debate –esa revisión, ese ejercicio de autocrítica- debe abordarse por esta
Asociación en la futura asamblea anual a celebrar el mes de marzo, para reconocer
no solo los logros obtenidos sino advertir las debilidades e insuficiencias de
un proyecto que quiso propulsar un giro ético en el seno de la administración
autonómica, y que se ha visto reconducido a una limitada, aunque persistente,
lucha por la defensa de la legalidad y crítica de la arbitrariedad de los
poderes públicos.
Debemos
pensar si lo que hoy somos es lo que queríamos ser, y si las pautas de actuación
que, con el tiempo, hemos ido definiendo son las que nos pueden permitir
promover y defender, de manera efectiva, los principios de legalidad,
profesionalidad y ética pública. Debemos contar con una estrategia de actuación
propia que nos permita avanzar hacia los objetivos fijados, pero abrirnos también
a estrategias amplias, compartidas con otros, a las que aportar nuestro
esfuerzo y nuestros planteamientos sobre la noción de servicio público, nuestra
concepción sobre lo que ha de ser un servidor público.
Ocho
años de actividad, como los acumulados por esta Asociación, sirven para otorgar
cierta consistencia, fortaleza y perspectiva, pero comportan también cansancio
y rutina, establecimiento de inercias que impiden afrontar una realidad en
permanente cambio, resistencias y dificultades para abordar materias complejas
que requieren un amplio trabajo de estudio y de debate.
Todo
ello debiera ser objeto de una serena reflexión en la asamblea del mes de
marzo, y la Asociación
debiera acertar a definir su programa de objetivos en un renovado Documento de
Propuestas de Buen Gobierno y Buena Administración para la próxima legislatura,
sometiendo a revisión crítica el Documento anterior, a pesar de que muchas de
sus propuestas conservan casi íntegra su vigencia, dado lo poco que hemos
avanzado en la materia en la presente legislatura.
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6 comentarios:
¿Un ejercicio sano de autocrítica?
¿O un síntoma de fatiga?
Ambas cosas caben por igual.
La fatiga existe , en los materiales, en las personas y en las organizaciones. Pero se cura con un poco de reposo y ejercicio suave. Asi que a seguir construyendo el documento para la próxima legislatura, y preparando la asamblea ....
Así debiera ser, pues no existen razones válidas para desistir.
me solidarizo con todos vosotros
animo!!!
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