miércoles, 3 de noviembre de 2010

DISCONTINUIDAD EN FUNCIÓN PÚBLICA: RELEVO DE ANTONIO BRUN.

No ha concluido la legislatura y ya se han sucedido tres titulares en la Dirección General de Función Pública: Pilar Ventura, Antonio Brun y, ahora, Jesús Sarría. En cada uno de los cambios se ha ido dando paso a un responsable cada vez más alejado de la gestión de personal, lo que podría haberse visto compensado con otras habilidades directivas, pero no parece haber sido el caso hasta ahora. Veremos, sin prejuzgar, lo que puede depararnos este último periodo de legislatura.

Como aún desconocemos los planes de la nueva Consejera de Presidencia en esta materia, resulta imposible imaginar las medidas que pueda impulsar el nuevo responsable de la Dirección General, al margen de dedicarse a conocer un ámbito totalmente novedoso para él. ¿Llegarán a definirse algún día? Sería meritorio que en pocos meses se hiciera lo que el anterior Consejero, Javier Velasco, no logró hacer en más de tres años, incapaz de trazar un horizonte de desarrollo y reforzamiento de la función pública aragonesa. Tan meritorio, que parece improbable que suceda.

Cuando existe un proyecto o un rumbo a seguir y se valora debidamente el factor humano de la organización, los cambios de los responsables pueden servir para renovar esfuerzos o ajustar equipos profesionales, y así poder seguir avanzando hacia los objetivos propuestos. Pero si falta el rumbo y se descuida a los profesionales de la Administración, como sucede en este caso, los cambios pueden convertirse en un factor más que contribuye al desconcierto y a la parálisis. Difícilmente cabe avanzar soluciones, si se parte de un diagnóstico tan deficiente sobre el estado de la función pública como el que presentó Antonio Brun ante la Comisión Institucional de las Cortes de Aragón, en el que, entre otras cosas, no se aportaba ni un solo dato de las magnitudes y relevancia de la función pública y sus circunstancias.

Resulta penoso constatar hoy que la cuestión de mayor calado de la que ha sido capaz el ya cesado Director General, Antonio Brun, ha sido el proponer y legar in extremis una opción de jornada continua para los empleados públicos. Eso sí, fiel a la marca de su gestión, lo ha hecho de forma indebida, mediante una mera instrucción, desconociendo las competencias que en materia de jornada corresponden a la persona titular del Departamento. Desconocer las competencias de los órganos administrativos y ejercer las que no le corresponden, como ha hecho en éste y en anteriores casos, no parece el mejor aval para acceder a la Dirección General de Organización, Inspección y Servicios. Pero no parece que esas cosas se tengan en cuenta en los nombramientos del Gobierno de Aragón, ni ahora ni antes.

Se abre, por lo tanto, una nueva fase en la Dirección General de la Función Pública, incierta e imprevisible. Es posible que el nuevo responsable, apelando a la crisis económica y al necesario ajuste presupuestario, adopte nuevas medidas de recorte salarial o presupuestario, estrictamente cuantitativas, olvidando las de carácter cualitativo, que tienen que ver con el impulso de la profesionalidad y de la eficiencia de la función pública y la defensa clara del papel que corresponde a los servidores públicos en la salvaguarda de la legalidad y en el aseguramiento de los derechos de los ciudadanos. Sería lamentable que los cambios acordados por el Gobierno de Aragón no sirvan para enmendar anteriores errores y corregir prácticas equivocadas. Ocasión hay para recuperar la buena gestión y enviar signos inequívocos de que la función pública se valora por los nuevos responsables políticos –en el Departamento y en la Dirección General- y así comenzar a recuperar algo del mucho terreno perdido a lo largo de la legislatura, sobre todo en transparencia.

9 comentarios:

Alfonso dijo...

Claro que sabemos lo que van a hacer la nueva Consejera y el nuevo Director General de Función Pública: mantener los puestos directivos en manos de políticos (como se hace cada vez más); no suprimir puestos que ocupan los clientes políticos de cada partido; disminuir el gasto en bolígrafos para los funcionarios; no cubrir los puestos de funcionario que se queden vacantes (así pueden meter más políticos); no quitar ni una sola empresa pública; no bajar los sueldos de ningún gerente políticos de empresas públicas; no subir niveles a los puestos de funcionarios (¡en tiempos de crisis cómo vamos a subir niveles!¡cielos,qué irresponsabilidad!, exclamarán, delante de varias decenas de miembros del partido colocados por tener carnet -nada más- y cobrando de las arcas públicas)....

Claro que sabemos lo que van a hacer...

Anónimo dijo...

El comité del PAR exige a todos los díscolos sus actas públicas.

Cerca de 80 cargos de toda la provincia turolense participaron en la reunión.No hubo críticas a la dirección, sino a Miguel Ferrer y a sus 37 críticos.

EL PERIODICO DE ARAGON.

Anónimo dijo...

Esta crisis puede ser muy higiénica.

Anónimo dijo...

Las crisis son buenas para que las cosas ocultas afloren.

Anónimo dijo...

El Consejo de Gobierno aprobó ayer el proyecto de ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2011, que se eleva a 5.293 millones de euros, lo que supone un recorte cercano al ocho por ciento respecto a este año, en concreto de un 7,46 por ciento.

DIARIO DEL ALTOARAGON.

Anónimo dijo...

Con retraso, incumpliendo los plazos del Estatuto.

Anónimo dijo...

El Gobierno de Rodríguez Zapatero se ceba con los funcionarios. No ha tenido bastante con aprobar el pasado 20 de mayo una rebaja de entre un 0,56 y un 7 por ciento de su sueldo, sino que en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011 ha introducido una rebaja encubierta de entre un 1 y un 1,5 por ciento más. Así lo asegura a ABC el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca), Rafael Coloma.

ABC.

Anónimo dijo...

La intención del Gobierno socialista de la Junta de Andalucía de convertir en funcionarios a unos 25.000 trabajadores de las empresas públicas, a través de un decreto de reorganización del sector público andaluz, tendrá que pasar el filtro de la Justicia. El Partido Popular ha cumplido su amenaza y ayer presentó un recurso de inconstitucionalidad contra este decreto del Ejecutivo de José Antonio Griñán, que tanta indignación ha provocado entre los funcionarios andaluces, que accedieron a su puesto de trabajo a través de una oposición.
La aplicación de este decreto supondrá que se convertirán en funcionarios, de un plumazo, miles de trabajadores que no tuvieron que superar ninguna oposición y que entraron a trabajar en alguna de las 350 empresas públicas existentes en Andalucía, sobre las que no existe control parlamentario.
Los populares justificaron ayer la presentación de este recurso en un intento de frenar «el enchufismo y el amiguismo» que ha caracterizado la contratación de estos 25.000 trabajadores y que constituye un «atropello a los derechos» de los funcionarios públicos y el personal laboral, según manifestó el secretario general de los populares andaluces, Antonio Sanz, a las puertas del Tribunal Constitucional. El dirigente andaluz afirmó que este decreto es «la fórmula con la que se pretende perpetuar a los enchufados y amigos del PSOE», recordando que en Andalucía existe «una Administración paralela, un entramado de más de 350 empresas públicas que cuestan más de cinco mil millones de euros».

ABC

Anónimo dijo...

http://www.libertaddigital.com/economia/la-administracion-espanola-esta-retrocediendo-al-siglo-xix-1276405990/