domingo, 19 de septiembre de 2010

DOLOROSO ADIÓS A LABORDETA.

Al igual que el resto de los aragoneses -y no sólo aragoneses-, los miembros de esta Asociación recibimos la noticia del fallecimiento de José Antonio Labordeta con sentimiento de profunda tristeza -por la orfandad cívica que supone su pérdida para quienes creemos que "la lucha no ha terminado", porque es preciso todavía seguir plantando árboles en esta tierra yerma, porque sigue habiendo mucho que cantar ahora que han vuelto los silencios de hierro, y porque ha podido llegar el tiempo bonancible, pero al levantar la vista aún no podemos ver esa tierra donde ponga libertad, esa libertad que cantábamos y anhelábamos cuando aún no teníamos libertades, democracia ni Constitución, y que hoy como entonces seguimos cantando y anhelando-, y nos cuesta imaginar Aragón sin su presencia, nos duele resignarnos a su ausencia. ¿Nunca más escuchar su voz en la plaza de alguno de nuestros pueblos? ¿Resignarnos al último canto entonado desde el balcón del Ayuntamiento de Zaragoza, en el pregón de las fiestas del Pilar del año pasado?

Pero junto al dolor por su desaparición, hay un incontenible sentimiento de agradecimiento por todo lo que le debemos, por todo lo que nos ha aportado como personas, como ciudadanos y como aragoneses. Si es cierto que lleva quien deja y vive el que ha vivido -como dijo Machado en su elegía a Francisco Giner de los Ríos-, no es posible encontrar otro bagaje mayor que el que nos ha brindado José Antonio Labordeta en tantos años de trabajo y de creación, de compromiso y generosidad. ¿Cuánto de lo que somos y sentimos sólo puede explicarse por su influencia en nuestras vidas? ¿Cómo olvidar las emociones que hemos sentido al oir y corear sus canciones, al escuchar o leer sus poesías y relatos, sus artículos en prensa, sus intervenciones públicas, o al disfrutar recorriendo de su mano los caminos de Aragón y del resto de España y escuchar su charla inigualable con las gentes con que topaba en cada lugar?

El ejemplo de honestidad que nos ha brindado José Antonio Labordeta en el conjunto de su vida es, sin duda, uno de sus más preciosos legados. Cuando los políticos o gobernantes se muestran incapaces de servir como modelo de excelencia a los ciudadanos de una democracia, constituye una enorme fortuna la existencia de personas como José Antonio Labordeta, con sobradas virtudes humanas y cívicas para servir de referencia ética y pública a los ciudadanos de un país. ¡Gracias, José Antonio!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se impone un paréntesis.

Anónimo dijo...

Zaragoza, 21 sep (EFE).- La mujer y las hijas de José Antonio Labordeta han dado hoy su último adiós al político y poeta uniendo su memoria al considerado precursor del aragonesismo, Joaquín Costa, en cuya tumba han depositado las cientos de flores que ha recibido el cantautor como muestra de cariño y respeto.

En un acto íntimo en el cementerio de Torrero, la mujer de Labordeta, Juana de Grandes, y sus tres hijas, Ana, Ángela y Paula, han dejado en la tumba de Costa el centro de rosas rojas que ha acompañado al féretro del cantautor durante los dos días en los que ha estado abierta su capilla ardiente en la Cortes de Aragón, por donde han pasado decenas de miles de personas.

En el acto han estado acompañadas por familiares y allegados, entre ellos la presidenta de Chunta Aragonesista (CHA), Nieves Ibeas, que ha depositado una corona de flores junto a Eloy Fernández Clemente, cofundador en 1972 con Labordeta de la revista "Andalán", y también Juan Martín, portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza, y el ex consejero del Real Zaragoza y amigo del cantautor José Luis Melero.

La familia, ha destacado Fernández Clemente en el acto, ha sabido unir así la memoria de Labordeta con la de uno de los aragoneses más ilustres, con el que compartió la lucha por la libertad, por la justicia y por Aragón y el único que está enterrado en tierras aragonesas.

Fernández Clemente se ha mostrado convencido de que la historia hará de Labordeta uno de los cinco aragoneses más relevantes de la etapa contemporánea junto con Goya, Santiago Ramón y Cajal, Luis Buñuel y Costa.

La mujer y las hijas de Labordeta, ha agregado, han tenido la "gran idea" de depositar ante la tumba de Costa las cientos de flores que el pueblo y las instituciones han dedicado al escritor y político tras su muerte como muestra de respeto y afecto.

De alguna manera se establece así una "vinculación histórica" entre Labordeta y Costa, al que "tanto quería y tanto admiraba", ha subrayado.

El epitafio de la tumba de Costa, de quien el próximo 8 de febrero se cumple el centenario de su muerte, dice: "Nuevo Moisés de una España en éxodo. Con la vara de su verbo inflamado alumbró la fuente de las aguas vivas en el desierto estéril. Concibió leyes para conducir su pueblo a la tierra prometida. No legisló".

El acto se ha celebrado tras la incineración de los restos mortales de Labordeta, cuya familia aún no ha decidido dónde esparcirá sus cenizas, según fuentes de CHA.

Anónimo dijo...

En la madrugada del domingo, 19 de septiembre de 2010, se producía la muerte (tan temida desde hace muchos meses) de José Antonio Labordeta, la gran figura cultural, social, política del Aragón contemporáneo. Fundador y presidente de Andalán, tanto en su etapa impresa (1972-1987) como en la actual, referente fundamental a la hora de hablar de la poesía y la canción, de la posguerra y el periodismo sobre ciudades y pueblos de toda España, y en especial de la Comunidad aragonesa, abrimos con esta información otras muchas que a buen seguro van a producirse. En nuestro ánimo, y dentro de nuestras limitaciones, está el publicar a cuantos quieran decir algo en esta hora de tristeza, reproducir o enlazar con las páginas web, blogs y noticiarios que nos lo ofrezcan o estén o nuestro alcance.

Ser, en fin, voz de muchos para muchos, que encuentren así ocasión de decir cuánto, muchos miles y miles de personas, queríamos a Labordeta.

ANDALAN (DIGITAL)