domingo, 9 de septiembre de 2012

AÑOS EN LOS QUE NOS JUGAMOS MUCHO

Estamos en el inicio de un nuevo curso. Todos parecen vaticinar un otoño caliente, como resultado del creciente malestar social por las medidas económicas adoptadas y los diferentes recortes en los servicios públicos, recortes que los empleados públicos han sufrido también en sus propias carnes. Sin embargo, si el malestar es un mero indicio del coste social de las medidas -cosa que acaso no habían evaluado suficientemente quienes las adoptaron-, lo decisivo ahora es sobreponerse a su impacto -tratar de discriminar su necesidad o su justificación y sus alternativas- y establecer un horizonte que nos permita vislumbrar hacia dónde podemos dirigir nuestros esfuerzos para superar la actual situación, y tratar de hacerlo sin renunciar a los valores esenciales de nuestro modelo político y social.

Los principios democráticos -entre ellos, de forma destacada, el debate público y la participación de los ciudadanos en la toma de las decisiones, como ejercicio de madurez y de responsabilidad-y los valores que conforman nuestro modelo social -sobre todo, la solidaridad como compromiso con la dignidad de todos, principalmente con los más desfavorecidos por las actuales circunstancias, para preservar con ello la cohesión social, sin la cual podemos sufrir gravísimas fracturas que degraden la convivencia e hipotequen el futuro- no pueden estar ausentes en ninguna de las estrategias para superar las actuales dificultades.

El conjunto de los ciudadanos -entre ellos, necesariamente los servidores públicos, cuyo papel cobra una especial relevancia cuando se espera de los poderes públicos una acción positiva para asegurar el ejercicio de los derechos de ciudadanía y garantizar el respeto a la legalidad, como única salvaguarda frente a la arbitrariedad o la injusticia- hemos de contribuir a la defensa de nuestras señas de identidad como sociedad democrática, y ello en ocasiones se cifra más en respetar los procedimientos en la toma de decisiones que en el propio contenido de las decisiones adoptadas. No es posible admitir que se impongan modos autoritarios en las formas de gobierno ni que se utilicen las dificultades presupuestarias para devaluar o desvirtuar los principios por los que nos hemos venido rigiendo hasta ahora y que siguen presidiendo nuestro ordenamiento jurídico.

Esta Asociación, pese a las especiales dificultades del momento y al indudable desgaste acumulado en sus años de recorrido -con la indiferencia o el desprecio indisimulado de muchos- no va a desistir en su labor de defensa del papel que corresponde jugar a la función pública en el funcionamiento de nuestro modelo constitucional de Administración Pública, modelo con el que seguimos plena y activamente comprometidos, al margen de que algunos de sus miembros puedan o no desempeñar determinados puestos en la estructura de sus respectivas Administraciones. Tal circunstancia no ha sido ni será obstáculo para el libre ejercicio del razonamiento y de la crítica por nuestra parte, siempre desde la adhesión expresa a nuestras instituciones democráticas, por cuya mejora y profundicación hemos venido trabajando desde el primer momento, formulando propuesta de buen gobierno y buena administración, nociones que siguen estando plenamente vigentes -acaso más que nunca- en la actualidad.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Menuda entrada postveraniega más dura y contundente, se nota que seguís con sangre en las venas.

Anónimo dijo...

Años en los que nos jugamos mucho, dice el tio. Vos que habeis jugado al desprestigio de otros. Vosostros que comulgais con ruedas de molinos. Vosotros que ni por asomo haceis una reflexión de las medidas, de lo que está haciendo este gobierno, hablais así ahora. Donde anda vuestra oferta, por donde se situa vuestra defensa del derecho fundamental de acceso? Donde está vuestro ejercicio del derecho de petición. Donde esta esa voz tan intelectual contra el atropello de derechos? Ni mu. Todo grandilocuencia y verborrea sin sentido alguno. En menudo lio estais metidos. Prácticamente desprestigidos por vosotros mismos. Vuestras acciones hablan de vosotros. Asi de sencillo.

Anónimo dijo...

Se rumorea que los señores pensantes de la DGA quieren subir la jornada de los de complemento específico A a 7 h 30 minutos (en lugar de las 7h24`actuales), mientras que no se sube nada a los de complemento específico B.
¿Será posible semejante atropello? ¿Pueden ustedes hacer algo, por favor, ya que los amigos sindicalistas deben de estar muy ocupados para acordarse de estas cuestiones? Gracias

Anónimo dijo...

Gracias por mantener este activismo cívico vivo

Alfonso dijo...

Tenemos mucho recorrido todavía en la Asociación. Se están aprobando Reales Decretos-Leyes con contenidos que no deberían ser los propios de tales normas, ya que se hurta el debate democrático, tanto en las Cortes Generales como entre la ciudadanía. ¿Es de extraordinaria y urgente necesidad reducir las vacaciones de los funcionarios?¿y los días de libre disposición o moscosos?¿es constitucinal suprimir los días de vacaciones o libre disposición ganados por antigüedad?¿por qué no impugna la Asociación medidas de este tipo¿Por qué no las criticamos en el blog? Son medidas e instrumentos que atentan contra nuestros valores democráticos y de defensa de la legalidad, en este caso, la constitucional, al dar retroactividad a disposiciones desfavorables.
Saludos.

Alfonso dijo...

¿Y qué me decís de la nueva Orden de horarios en la DGA? ¿Por qué se afirma en su exposición de motivos que se favorece la conciliación familiar cuando realmente se dificulta respecto a la jornada anterior? Se afirma también que se ganará en productividad, ¿hay estudios elaborados al respecto o no es más que otra pomposa afirmación sin fundamento?

Saludos.

Anónimo dijo...

Una pregunta para el comentarista "Alfonso":
Por favor, yo es que no tengo familia y no lo he pensado desde esa perspectiva, ¿por qué dices que con los nuevos horarios se dificulta la conciliación familiar?
Muchas gracias, tnego curiosidad, porque me parecen muy injustos, y me gustaría ver si por ese lado hay otro argumento en su contra.

Alfonso dijo...

Respondo al "anónimo" que me pregunta.

Se dificulta la conciliación de la vida familiar y laboral porque se recorta la flexibilidad horaria al imponerse el criterio de poder trabjar hasta las seis y media de la tarde en lugar de hasta las ocho y media como se podía hasta ahora. Con esto se reduce la posibilidad de que una persona pueda gestionar los tiempos con su familia fuera del horario de presencia obligada.

Pongamos un ejemplo: si yo tengo que preocuparme de mis padres,que son mayores, a la hora de comer, necesito un margen mayor de 40 minutos (que concede la orden como de trabajo efectivo después de las dos de la tarde), y faltar, por ejemplo, dos horas o tres, de tal manera que vendría a trabajar, pongamos a las cinco y media de la tarde. Podía cubrir mi jornada trabajando hasta las ocho y media, o hasta las siete o siete y media. Ahora esto ya no no es posible, no puedo recuperar el tiempo que dedico a mis padres en el tiempo de comer. Y esto se puede aplicar a cualquier deber familiar que uno tenga, como es el caso que querer comer con tus hijos, por ejemplo.

Se puede seguir argumentando en este sentido porque este acortamiento de la disposición de horas de trabajo también perjudica a la entrada por la mañana en la oficina, según cuando tengas que dejar a tus hijos en el colegio u otras obligaciones familiares.

En definitiva, lo que facilita la conciliación es la flexibilidad horaria, y ésta se produce de forma más amplia cuando son también más amplios los márgenes horarios. Con la nueva Orden nos han quitado dos horas de margen para poder ejercer dicha conciliación.

Espero haberme explicado.
Un saludo.