miércoles, 24 de noviembre de 2010

DEMOCRACIA SON INSTITUCIONES QUE RESPONDEN Y RAZONAN SUS RESPUESTAS: PERMANENTE EJEMPLO DEL JUSTICIA DE ARAGÓN.

Esta Asociación, con sus diferentes escritos, no pretende dar lecciones de ética ni de legalidad a nadie, aunque haya quien se burle de nuestra actividad con tal caricatura. Los escritos que con insistencia formulamos –mayor de la que algunos querrían, incluidos nosotros mismos, pero en muchos casos no se nos deja otra opción, y no reaccionar sería desistir en nuestra labor de defensa de los principios de la función pública- no son más que una colaboración con las instituciones en lo que debiera ser una de sus preocupaciones prioritarias: la preservación del principio de legalidad y de los demás principios que hacen reconocible el Estado de Derecho o, lo que viene a ser lo mismo, la vigencia efectiva de nuestra norma constitucional.

Confiamos en las instituciones, y por ello nos dirigimos con frecuencia a ellas, alertando de deficiencias, insuficiencias e irregularidades, confiando en su compromiso con el ordenamiento jurídico y en su voluntad de avanzar en objetivos de buena administración y buen gobierno. No creemos perder el tiempo cuando solicitamos a una institución la adopción de medidas, con independencia de que sea un órgano ejecutivo o de control. La cultura democrática de las organizaciones –y la Administración Pública precisa cultivar los valores democráticos para no traicionar su razón de ser- exige del control, del diálogo entre sus miembros, del compromiso activo con los valores que han de determinar la conducta de todos y cada de ellos.

No esperamos que las instituciones a las que nos dirigimos nos den siempre la razón. No estamos ni nos sentimos en posesión de la verdad. De lo único que nos gustaría estar convencidos es de que no nos resulta indiferente el deterioro que vive la función pública ni estamos dispuestos a taparnos los ojos –por el motivo que sea, interés o comodidad- ante los constantes menoscabos que sufre el principio de legalidad en el ámbito de las instituciones de nuestra Comunidad Autónoma: si un funcionario público, que ha de considerarse un agente de la legalidad, no reacciona frente a las ilegalidades más notorias que percibe en su entorno, ¿por qué valores podrá guiarse?. ¿Por el simple instinto de supervivencia? ¿Puede sobrevivir el servidor público en una Administración donde imperen la arbitrariedad y el abuso de poder en lugar de la legalidad, la profesionalidad y la ética pública?

¿Por qué esta Asociación parece resultar molesta al Gobierno de Aragón, cuando la componen funcionarios públicos a su servicio? ¿Por qué no saben valorar a servidores públicos comprometidos con la ética propia de su profesión?¿Prefieren contar con servidores privados en lugar de públicos? ¿Profesionales que trabajen al dictado de sus órdenes y consignas políticas, dando apariencia de juridicidad a sus decisiones? ¿Vestir resoluciones?¿Construir expedientes?¿Reducir el Estado de Derecho a una ficción, una fachada tras la que se oculte la utilización del poder en beneficio de intereses distintos al interés general? ¿Se puede esperar que los funcionarios accedan a tal pretensión y vendan su alma al diablo?

Esta Asociación, sus miembros y quienes coinciden con sus planteamientos, aunque no pertenezcan a ella, pretenden que las instituciones de una democracia –como lo es la España autonómica, pues no tenemos ninguna duda al respecto- sean consecuentes con los principios y valores constitucionales, y en especial con el principio de legalidad, que vincula por igual a ciudadanos y poderes públicos.

Los ciudadanos de una democracia –como somos los españoles, los aragoneses- esperamos que las instituciones tomen decisiones razonadas y conformes al ordenamiento jurídico, escrupulosamente respetuosas con los derechos de los ciudadanos –su razón de ser no es otra que garantizar y preservar estos derechos- y que, cuando instamos de ellas una decisión o una respuesta, respondan a la petición y lo hagan de manera respetuosa, razonada, objetiva. ¿Qué otra cosa cabe esperar en una democracia? ¿Admitir comportamientos autoritarios, ilegales, hostiles hacia el ciudadano? El Justicia de Aragón podrá dar o no la razón a los escritos de queja de esta Asociación, pero siempre da a nuestras demandas respuesta respetuosa, razonada, objetiva, incluso cordial. Cada respuesta que recibimos de dicha Institución no hace más que incrementar nuestra confianza en ella. ¿Tan difícil resulta al Gobierno de Aragón y a las Cortes de Aragón adoptar similar pauta de conducta? ¿Qué es lo que se lo impide?

17 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Puede sobrevivir el servidor público en una Administración donde imperen la arbitrariedad y el abuso de poder en lugar de la legalidad, la profesionalidad y la ética pública?

Anónimo dijo...

¿Como es posible que un funcionario de oposición, con casi 40 años de antiguedad, no tenga un puesto en propiedad, se le quite el específico B y se le venda el gran favor de tenerlo adscrito a un puesto de una recién jubilada?

Anónimo dijo...

¿Como es posible que una funcionaria se jubile con 40 años de antiguedad con el nivel minimo de su grupo, un 14?

Anónimo dijo...

¿Como es posible que una funcionaria de oposición con 36 años de servicio tenga el grado personal mínimo de su cuerpo, como un recién aprobado?

Anónimo dijo...

¿Como es posible la cantidad de funcionarios de oposición que están arrinconados, conviviendo con la cantidad de comisiones de servicio e interinos que tiene la DGA?

Anónimo dijo...

Señores, cortijos, clanes, asesores, comisiones de servicio, interinos .... esa es la realidad de esta nuestra "Admón pública"

Anónimo dijo...

Señores de super específicos en función del "cuerpo al que pertenecen" que ocupan puestos que pueden ocupar cualquier funcionario de su grupo por la menos de la mitad de lo que se llevan aquellos amos del cortijo

Anónimo dijo...

Queremos retomar una Admón Pública de todos, sometida a la ley, con funcionarios públicos, profesionales independientes, que accedan a sus puestos bajo los principios de igualdad, capacidad y mérito, y por oposición pública.

Anónimo dijo...

Contra la arbitrariedad, legalidad; contra el sectarismo y clientelismo, funcionario público, profesional e independiente;contra la dedocracia, ley y reglamento.

Anónimo dijo...

¿Se quiere hacer la pelota al Justicia?

Anónimo dijo...

¿Es el único apoyo con el que cuenta la Asociación?

Anónimo dijo...

Tampoco es para avergonzarse.

Anónimo dijo...

Todo lo contrario.

Anónimo dijo...

Que siga el trabajo tan importante de esa asociación.

Anónimo dijo...

Sin desfallecer.

Anónimo dijo...

Algún día se apreciará en su justa medida.

Alfonso dijo...

Se pregunta en el artículo:

"¿Profesionales que trabajen al dictado de sus órdenes y consignas políticas, dando apariencia de juridicidad a sus decisiones? ¿Vestir resoluciones?¿Construir expedientes?¿Reducir el Estado de Derecho a una ficción, una fachada tras la que se oculte la utilización del poder en beneficio de intereses distintos al interés general? ¿Se puede esperar que los funcionarios accedan a tal pretensión y vendan su alma al diablo?"

Respuesta: no sólo se puede esperar, sino que es lo que sucede en estos mismos momentos. Sin la más mínima duda.

Saludos.