lunes, 5 de julio de 2010

CUANDO LA PRENSA MANDA CALLAR.

Ayer domingo, en las páginas de “El Periódico de Aragón”, se contenía un breve comentario editorial referido al Justicia de Aragón que, por sus implicaciones en la vida institucional y democrática de nuestra Comunidad Autónoma, no podemos pasar por alto. Al contrario, nos sentimos obligados a expresar públicamente nuestra total desaprobación.

En una sociedad libre y plural como la nuestra, en la que la Constitución reconoce y garantiza el libre ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, resulta insólito que un medio de comunicación se permita afirmar que un responsable institucional debería permanecer callado, como hacía ayer “El Periódico de Aragón”, al referirse a las críticas realizadas por el Justicia de Aragón al recorte salarial practicado en las Administraciones Públicas. ¿Acaso el Justicia de Aragón no goza de libertad e independencia para emitir sus valoraciones sobre la actuación de los poderes públicos de la Comunidad Autónoma en un ámbito, como es el de la Administración Pública, cuya supervisión le corresponde llevar a cabo por mandato expreso del Estatuto de Autonomía? ¿Es preferible que las instituciones de control no expresen su criterio o formulen sus objeciones, siempre que lo hagan de manera razonada y en el ámbito de sus cometidos propios?

¿Cómo puede un medio de comunicación erigirse en censor de una institución pública? Si grave y antidemocrático resultaría que desde el poder público se mandase callar a un medio de comunicación, más grave aún resulta el que un medio pretenda hacer callar a una institución como el Justicia de Aragón, garante de los derechos y las libertades de los aragoneses. Mandar callar no es ni informar ni opinar, sino todo lo contrario: censurar. Es vulnerar el código principal por el que han de regirse los medios de comunicación: informar verazmente sobre los hechos y asegurar la libertad de expresión y el pluralismo de la sociedad. Ese pluralismo incluye, lógicamente, a las instituciones, cuya legitimidad ha de ser escrupulosamente respetada.

Es posible que el comentario de ayer no merezca ninguna crítica por parte de lectores conscientes de su gravedad –no es habitual que la prensa sea objeto de crítica, menos en sociedades como la aragonesa-, pero esta Asociación no sería coherente con sus valores y principios si consintiese con su silencio la injustificable desconsideración realizada hacia el Justicia de Aragón. No nos gustaría que en Aragón la prensa se creyera con la capacidad de mandar callar a una institución como el Justicia de Aragón. Nos gustaría, por ello, ver una rectificación o una disculpa por lo que ha sido un evidente exceso verbal, impropio en una sociedad democrática.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema es que El Justicia ha puesto el dedo en la llaga al decir que el recorte salarial está suponiendo una transferencia para otros gastos. El gobierno no reduce los sueldos para contener el déficit. Reduce los sueldos para poder seguir manteniendo sus subvenciones a todo tren para las redes clienterales con las que están comprometidos.

Anónimo dijo...

¿Qué se decía en El Periódico?

Anónimo dijo...

¿Y cuándo nos darán permiso para hablar?

Anónimo dijo...

Esto, junto a una foto de Fernando García Vicente:

"Dijo que la solución para la crisis no era la bajada de sueldo a los funcionarios, que debería ser una solución transitoria. En este caso, debería permanecer callado".