Días
atrás, los medios de comunicación informaban de una nueva irregularidad en la
política de personal de la
Administración de la Comunidad Autónoma,
como era el nombramiento de un antiguo diputado autonómico de Izquierda Unida,
mediante contrato de alta dirección, como responsable del Espacio Joven “Baltasar
Gracián”, dependiente del Instituto Aragonés de la Juventud, organismo
adscrito al Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón.
Constituye
una manifiesta irregularidad la utilización del contrato de alta dirección para
hacer posible que una persona que carece de la condición de funcionario público
ocupe un puesto de trabajo de la Administración reservado para empleados públicos,
no solo sin reunir tal condición sino sin cumplir siquiera los requisitos de
formación y cualificación exigidos para el desempeño del puesto.
Esta
Asociación viene demandando a los responsables de personal del Gobierno de Aragón
tanto la supresión de la figura del contrato de alta dirección en el ámbito de
la función pública –salvo supuestos claramente justificados, como pueda ser la dirección
de organismos públicos o de grandes centros hospitalarios- como la debida publicidad
de las contrataciones realizadas conforme a dicha fórmula especial, pues, por
un lado, resulta inadmisible que un puesto reservado a funcionarios pueda
adjudicarse, por estrictos criterios de
favor político, a persona ajena a la función pública, carente de la cualificación
profesional requerida para su desempeño, y, por otro lado, que ello se haga con
total opacidad, sin otorgar al nombramiento la publicidad que rige en todas las
fórmulas de provisión de puestos de trabajo de la Administración.
Es
comprensible que las actuaciones irregulares se quieran ocultar, pero ello
atenta directamente contra la predicada política de transparencia –cuya
responsabilidad directa recae precisamente sobre el Departamento de Ciudadanía
y Derechos Sociales- y lleva a cuestionar las declaraciones realizadas por el
Presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, respecto a la necesidad de
descolonización política de la Administración. Evidentemente,
no avanzaremos hacia ese objetivo con contrataciones como la realizada para la
dirección del Espacio Joven “Baltasar Gracián”. Los puestos de la Administración no pueden servir como pago de apoyos parlamentarios o de cualquier otro tipo.
La
función pública no puede administrarse como botín político por quienes la
dirigen ni puede constituir un terreno apto para favores y abusos, en el que
quepa otorgar puestos y retribuciones al margen de los mecanismos reglados de
acceso a la función pública, conforme a criterios de mérito y capacidad. Dicha utilización es totalmente contraria a lo que imponen los códigos de buen gobierno, incluido el establecido por la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno.
Por
ello, esta Asociación adoptará iniciativas de distinto signo al objeto de que
la situación producida en el Espacio Joven “Baltasar Gracián” sea revisada y sometida a
control de legalidad administrativa y presupuestaria, por los órganos
competentes para llevarlo a cabo, además del necesario control político que
corresponde realizar por parte de los diferentes Grupos Parlamentarios de las
Cortes de Aragón.