Si
la crisis económica está originando numerosas fórmulas de colaboración y
solidaridad social, la crisis política e institucional que sufre nuestro país
ha dado lugar también a numerosas iniciativas, de muy distinta naturaleza, a
través de las cuales los ciudadanos deciden una participación directa en los
asuntos públicos, sin negar la existencia y papel de los partidos políticos en
el sistema de democracia representativa, pero con una clara voluntad de ejercer
la participación política en primera persona –del singular o del plural-, algo
que prevé de forma expresa la Constitución
Española. Es posible que éste sea el punto de inflexión más
relevante de nuestra vida democrática, al producirse tanto la vuelta del
ciudadano al espacio público –convertido en protagonista directo- y registrarse un
creciente protagonismo de la sociedad civil en la vida social.
Los
ciudadanos no podemos permanecer impasibles ante el acelerado deterioro
institucional provocado por el monopolio de la vida política por parte de los
partidos y por la creciente corrupción pública y privada, que ha puesto en
grave riesgo todos los valores sobre los que se sustenta nuestra convivencia
democrática. No podemos quedar reducidos a mera opinión pública, que se expresa
a través de sondeos, y que periódicamente acude a las urnas a elegir a sus
representantes entre las opciones que se le presentan, sin capacidad de incidir
en el proceso de determinación de los candidatos.
Parece
llegado el momento de que los ciudadanos demanden buen gobierno y se comprometan
individual y colectivamente en iniciativas que devuelvan a nuestras
instituciones y vida pública vitalidad democrática y fortaleza ética. La Coalición Pro Acceso –en la que
está integrada esta Asociación- demanda una Ley de Transparencia, cuya carencia
es una clara anomalía de nuestro sistema político. Hace unos días se presentaba
en sociedad la Asociación
contra la Corrupción
y por la Regeneración Social
(ACCORS). Otra importante iniciativa es la plataforma de intelectuales y
profesionales que ha lanzado el manifiesto “Por una nueva ley de partidos”
reclamando una verdadera democratización de la vida interna de los partidos, y
una apertura de nuestro sistema electoral.
Desde
esta Asociación se ha barajado en diferentes ocasiones la oportunidad de
promover una coalición de ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil a
favor del buen gobierno, y a la vista de la proliferación de iniciativas
ciudadanas tal posibilidad resulta cada día más factible e, incluso, más
necesaria. Esa alianza se forjará tarde o temprano en el seno de la sociedad civil española.
Hace
unos días se dirigió a esta Asociación un colectivo de estudiantes de
Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad de
Salamanca para invitarnos a participar en el proceso de formación de una
organización denominada Coordinadora Democrática, que agruparía a personas físicas y jurídicas y tendría como objetivos los de “desarrollar la democracia en términos generales, ampliar la
transparencia pública y el acceso a la información, desarrollar la
proporcionalidad electoral y ampliar el contenido actual del derecho de
participación política de la ciudadanía recogido en el artículo 23.1 CE, de
modo que todos los ciudadanos puedan voluntariamente participar directamente en
los asuntos propios de los órganos políticos del Estado español”.
Celebramos
que los universitarios y la juventud española en general asuman como tarea
generacional propia la profundización de la democracia y la participación directa en la vida política. Bien se ve que no estamos ante una generación perdida, como alguien se ha atrevido a afirmar,
porque ninguna democracia que sea digna de tal nombre puede condenar a una
generación de ciudadanos a la pérdida de horizonte y de futuro. Esta generación
será una generación que no sólo ganará su propio futuro, sino que devolverá a
España el vigor democrático del que nos ha privado en los últimos años una
clase política y financiera carente de exigencia moral y de compromiso real con
los valores que han de regir una sociedad democrática.
Me gustaría creer esto último.
ResponderEliminarLa Coordinadora Democrática (CD) fue una coalición de partidos políticos, asociaciones civiles y ONG venezolanas opositoras a la administración de Hugo Chávez. Fue fundada el 17 de octubre de 2002 con caracterisiticas supra-organizacionales que reunía movimientos de diferentes ideologías.
ResponderEliminarOjalá fuera así.
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