Ayer
tarde, a petición del Director General de la Función Pública, Ignacio
Murillo, representantes de la
Asociación para la
Defensa de la Función
Pública Aragonesa, mantuvieron un encuentro en su despacho,
en el Edificio Pignatelli, para recibir información sobre el desarrollo del
proceso selectivo de ingreso a la Escala
General Administrativa (Administrativos), sobre el que esta
Asociación había solicitado aclaración respecto al desarrollo de su caso práctico,
y abordar las condiciones de ejecución de las sentencias del Tribunal Supremo y
del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, por las que se anularon las
Ofertas de Empleo Público de 2007 y 2011.
Sin
perjuicio de la respuesta escrita que desde la Dirección General
de la Función Pública
se remitirá a la Asociación,
el Director General de la Función Pública
quiso explicar las actuaciones llevadas a cabo para descartar cualquier actuación
que pudiera haber viciado el desarrollo del proceso selectivo de
Administrativos, demostrando con ello el especial interés del responsable de
Función Pública en acreditar la correcta actuación del Tribunal de Selección
actuante en dicho proceso. Esta Asociación, a falta de la notificación formal
de la respuesta al escrito de petición de investigación, y sin perjuicio de las
conclusiones a las que pueda llegar el Justicia de Aragón en la tramitación de
su expediente de queja, da por buenas las explicaciones ofrecidas por el
Director General y agradece el interés tomado en esclarecer las condiciones de
desarrollo del segundo ejercicio de las pruebas selectivas, donde se constató
una gran similitud entre el supuesto planteado y el visto en dos de las
academias de preparación de opositores.
Menos
satisfactorio fue el análisis del estado de ejecución de las sentencias firmes
relativas a las Ofertas de Empleo Público de 2007 y 2011, al margen del hecho
de la falta de aprobación de Oferta en 2012 y, ya con plena seguridad, en 2013.
Pese a haberse solicitado la ejecución de las sentencias citadas al Consejero
de Hacienda y Administración Pública en septiembre de 2012, y haberse carecido
de la menor respuesta o contacto sobre ello hasta ayer tarde, después de haber
transcurrido siete meses, cabe constatar la inercia de incumplimiento en la que
se halla instalado el Gobierno de Aragón en cuanto al régimen de acceso a la
función pública, ignorando de forma injustificable el derecho fundamental que
reconoce a los ciudadanos el artículo 23.2 de la Constitución
Española.
Nada
se ha avanzado todavía para el cumplimiento de ambas sentencias, lo que
demuestra la inexistente voluntad de restaurar el derecho vulnerado –un derecho
fundamental- por el Gobierno de Aragón. Esta Asociación, como es lógico, no va
a permitir que las sentencias queden sin ejecutar, lo cual no quiere decir que
no esté dispuesta a acordar con la Administración condenada los términos de dicha
ejecución, pues somos conscientes de los aspectos que es necesario considerar
en la definición de una Oferta de Empleo Público, determinando no sólo los
puestos para nuevo acceso, sino también los turnos de promoción interna y el
cupo de plazas reservadas para el acceso de personas con discapacidad.
Seguimos
creyendo, pese al creciente escepticismo hacia la política de personal
impulsada por el actual Gobierno de Aragón, que la regeneración de la función pública
pasa obligadamente por el restablecimiento del derecho de acceso a la función pública,
para permitir el ingreso a quienes demuestren mérito y capacidad, asegurando el
principio de igualdad de todos los ciudadanos para la incorporación al empleo público.
Las actuales circunstancias del país no justifican la eliminación de las
ofertas de empleo, sino justamente lo contrario, y la preservación de los
derechos de los ciudadanos y el cumplimiento de las leyes que regulan su
ejercicio son el primer elemento de calidad democrática que cabe considerar. No
puede haber calidad de los servicios, por muchas leyes que se promuevan para
ello, sin la premisa fundamental de asegurar el derecho fundamental de acceso a
la función pública, piedra angular de la administración profesional que diseña
nuestra Constitución.
El
encuentro con el Director General fue por lo tanto esclarecedor, mostrando las
fortalezas y debilidades de la política de personal del Gobierno de Aragón, lo
cual no hace sino reforzar la necesidad de seguir demandando, por todas las vías
que permite nuestro ordenamiento jurídico, el respeto a la legalidad en materia
de función pública.
ResponderEliminarParece que nos hallamos ante una situación clara de bloqueo político.
ResponderEliminarNo se han dado por enterados de nada.
ResponderEliminar¿Cómo tendrían que justificar la inaplicación de las leyes?
ResponderEliminar¿Cómo extrañarnos luego del proceso de deslegitimación de las instituciones, incapaces de ajustarse a lo que marca la ley?
Y qué explicaciones ha dado el Director General de la Función Pública para justificar lo injustificable? y si éstas han sido buenas, porqué no son de público conocimiento de los interesados? Una vez más, silencio y ha olvidar el asunto, total no son más que unos pocos los afectados.
ResponderEliminarOtra legislatura perdida para la función pública?
ResponderEliminarMe pregunto qué sería esto sin las sentencias. Una auténtica debacle.
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