En
la tarde de mañana, miércoles 22 de junio, se celebra en el Palacio de la Aljafería, en la sede de
las Cortes de Aragón, una jornada organizada por la Fundación Manuel
Giménez Abad, con el título “¿Qué función pública necesitamos?”. El desarrollo
de dicha jornada cuenta con una intervención introductoria, sobre la
oportunidad de debatir en torno a la situación y el futuro de la función pública,
y dos mesas de debate, en las que se abordarán aspectos relevantes de la función
pública, como el acceso a la función pública y el estatuto del directivo en la Administración
General del Estado, la alta función pública que necesitamos y
la reforma de la función pública desde las Comunidades Autónomas.
Desde
esta Asociación celebramos la iniciativa impulsada desde la Fundación Manuel
Giménez Abad, que resulta particularmente oportuna en el momento de transición
o cambio que vive la función pública, pues nos hallamos inmersos en una “reforma”
paralizada, como cabe deducir de la falta de desarrollo que han tenido las
principales novedades introducidas por el Estatuto Básico del Empleado Público,
como son la función directiva profesional, la evaluación del desempeño o los
cambios en la ordenación de la carrera profesional. La falta de maduración y de
voluntad política clara pueden ser las razones de la parálisis en la que nos
hallamos. El viejo modelo no acaba de desaparecer y el nuevo no termina de
perfilarse. Esta situación que se prolonga ya casi una década resulta difícilmente
explicable, salvo que se concluya que la reforma resulta inviable en la actual
coyuntura y debe reformularse.
La
función pública debe contar con un modelo claro hacia el que avanzar, y ese
modelo tiene que responder al tipo de función pública que necesita nuestra
sociedad. Para concretar las exigencias que debe satisfacer la Administración –y la
función pública que la sostiene- se requiere la intervención de todos los
actores políticos y sociales, pero resulta igualmente necesaria una reflexión
interna, realizada por los propios servidores públicos, y para dicha tarea
foros como el propiciado por la Fundación
Giménez Abad son muy oportunos.
Desde
esta Asociación hemos reivindicado la formación de grupos de reflexión y grupos
de mejora en el seno de la
Administración autonómica, ya sea en el marco de la labor de
estudio del Instituto Aragonés de Administración Pública o en la de impulso de
la calidad que ha de coordinar la Inspección
General de Servicios.
El
enorme potencial de conocimiento y de propuesta que reúnen los funcionarios
para la mejora de la actividad administrativa carece, en la actualidad, de
cauce oportuno para cristalizar en documentos o herramientas válidas para
transformar nuestra Administración y aproximarla al tipo de organización que tanto la
sociedad en su conjunto como los ciudadanos concretos necesitan y reclaman. Y, por
supuesto, para que la administración cuente con la capacidad y solvencia que
requiere la ejecución del programa político marcado por el Gobierno democráticamente constituido.
Por
todo ello, celebramos la iniciativa promovida por la Fundación Manuel
Giménez Abad, animamos a todos a asistir y tomar parte en los coloquios
previstos al término de las intervenciones programadas, y esperamos que este
tipo de encuentros tenga continuidad en el tiempo y aporten ideas útiles para
dotar a la función pública de una hoja de ruta de la que hoy parece carecer.
Yo no creo que carezca de hoja de ruta, la ruta está muy clara, el clientelismo y la partitocracia
ResponderEliminar
ResponderEliminarEso puede ser un derrotero, pero no una hoja de ruta que nos sirva.
Claro que no sirve, faltaría más. Hay que acabar con esas prácticas desde ya. Lo que tiene que regir la función pública son los principios de igualdad, mérito y capacidad. Los concursos de méritos deben ser más objetivos y los criterios de las comisiones de valoración públicos antes de empezar a baremar. Hay muchos jóvenes muy bien preparados que tienen derecho a optar a un puesto en la administración y deben saber con antelación el calendario de oposiciones así como el tipo de pruebas y los criterios de corrección.
ResponderEliminarPor cierto lo primero sería revisar los tipos de pruebas selectivas, el 18 y 19 de junio se han examinado cientos de personas. ¿Son objetivas las pruebas y las correcciones de dichas pruebas? ¿Las preguntas que se hacen se corresponden con la labor a realizar luego?. ¿Los tribunales y comisiones de valoración se forman y realizan su trabajo conforme a la ley y la jurisprudencia? ¿Los criterios de dichos órganos son públicos? ¿Existen listas negras y blancas en la administración?.
¡Más transparencia es lo que hace falta!