Continuamos,
en la presente nota, con la reproducción del documento que servirá de base a la
intervención del Presidente de esta Asociación, Julio Guiral, en la
intervención prevista para esta mañana ante la Comisión de
Comparecencias y Peticiones Ciudadanas de las Cortes de Aragón:
RECUPERAR EL SENTIDO DE LA LEGALIDAD.
Desearíamos
empezar nuestra aproximación al Proyecto de Ley de Función Pública con una
breve, pero indispensable, reflexión sobre el sentido de la ley, sobre la razón
de legislar, sin otra pretensión que la de tratar de dar sentido a lo que
diremos en esta comparecencia.
Necesariamente,
hablamos del sentido de la ley dentro de nuestro modelo constitucional de
Estado de Derecho, cuya esencia es el principio de legalidad, el sometimiento a
la ley de poderes públicos y de ciudadanos.
La Ley no se agota en su aprobación. Las
leyes se aprueban para ser aplicadas, pues el respeto a la ley se concreta en
su correcta ejecución, en la garantía de su eficacia para ordenar la realidad
sobre la que se proyecta.
La
función pública es un ámbito en el que, debemos apuntarlo, la crisis del
respeto a la legalidad ha sido manifiesta: en materia de acceso, en materia de
provisión de puestos, en materia de retribuciones. De todo ello hemos tratado
de ocuparnos desde nuestra Asociación a lo largo de siete años de actividad y
de todo ello hemos tenido permanentemente informados a los Grupos
Parlamentarios de estas Cortes.
La
crisis del respeto a la legalidad, sin embargo, no se resuelve cambiando una
ley por otra, pues al incumplimiento de la anterior puede suceder el
incumplimiento de la nueva. Esa crisis ha de resolverse con un cambio de
actitud radical en quien está llamado a aplicar las normas, y ese cambio de
actitud, lamentamos señalarlo, no lo hemos percibido en el Gobierno actual, de
quien procede el Proyecto de Ley de Función Pública.
Por
lo tanto, y nos gustaría subrayar esta idea, cambiar una Ley sin superar
inercias y hábitos de incumplimiento de la legalidad es, en el mejor de los
casos, un simple ejercicio de distracción.
NECESIDAD
DE UN MARCO GENERAL DE REFORMA DE LAS ADMINISTRACIONES.
Dicho
lo anterior, querríamos igualmente destacar que la reforma de la función
pública trasciende, necesariamente, al estricto régimen de personal de la Administración. Ésta
debería ir acompañada, a nuestro juicio, de otras reformas que permitan revisar
en su conjunto la gestión pública. Ese marco global está ausente, sin embargo,
en el Proyecto de Ley de Función Pública de Aragón.
Es
cierto que las Cortes de Aragón aprobaron una Ley de Calidad de los Servicios
Públicos y que el Gobierno de Aragón trabaja, a su vez, en un Proyecto de Ley
de Transparencia Pública y Participación Ciudadana, pero cada una de esas
normas o proyectos normativos parecen piezas sueltas sin el ensamblaje
necesario para conformar una Administración y un modelo de gestión pública
capaces de afrontar las demandas y los desafíos de nuestra sociedad.
La
reforma de la Administración
Pública de la Comunidad
Autónoma habría de abordarse conjugando perspectivas
distintas, como son la calidad, la función pública, la transparencia, la
racionalización y la eficiencia, y, desde luego, la prevención de la
corrupción. Todo ello debiera confluir en la reforma de la vigente Ley de la Administración de la Comunidad Autónoma
de Aragón, cuyo texto refundido fue aprobado en el año 2001, y cuyas medidas de
racionalización de procedimientos y programación de la gestión, como pueden ser
los manuales de procedimiento o las auditorías administrativas, permanecen
todavía inéditas.
Esta
visión de conjunto no se encuentra en la memoria que –sin fecha y sin firma-
acompaña al Proyecto de Ley ni en su exposición de motivos.
Una
vez realizadas estas dos observaciones preliminares, sobre la necesaria
recuperación del sentido de la legalidad y la obligada visión de conjunto de la Administración a la
que sirve la función pública, vamos a tratar de razonar si el modelo de función
pública que se plantea en el Proyecto de Ley aprobado permite o no avanzar en
la profesionalización de la función pública –el reto mayor que tenemos en este
momento- y si cuenta con los estudios económicos suficientes para asegurar la
viabilidad de las medidas que incluye.
Enhorabuena por hablar tan claro en las Cortes.
ResponderEliminarCreo que los Grupos han de valorarlo
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