Al parecer, una de las primeras decisiones de la nueva Directora General de
Presupuestos, Financiación y Tesorería, Blanca Soláns, ha sido proceder al cese
de las funcionarias de carrera que ocupaban las responsabilidades máximas del
Servicio de Presupuestos y del Servicio de Fondos Europeos, tal vez con la idea
equivocada de que un cargo directivo necesita conformar su propio equipo técnico
de confianza. Los funcionarios no pueden ser concebidos como la cohorte o séquito de un alto cargo, que lo siguen allá donde va. Es realmente penoso, ahora y siempre, ver funcionarios de carrera
que siguen a un cargo político, en cada uno de sus destinos, como si trabajasen para el cargo público
y no para la
Administración.
Un
funcionario de carrera ha de tener su compromiso esencial con su puesto de
trabajo, con su responsabilidad administrativa, con el área de gestión que
conoce y en la que se ha especializado, con el equipo de personas del que forma
parte, y cuyo desarrollo profesional colectivo ha de procurar al máximo. Desde
el control técnico de una materia, tarea nada fácil de conseguir, es posible
contribuir a hacer realidad objetivos globales de buena administración, de
calidad o de transparencia, pero todo esto queda reducido a retórica hueca
si no se promueve y asegura, de manera prioritaria, la alta profesionalidad de
los responsables de los órganos administrativos.
Frente
a ello, el modelo del actual Gobierno, incapaz incluso a estas alturas de legislatura
de asentar un modelo reconocible de gestión pública y de profesionalización de
la función pública, ha consistido en anteponer la confianza personal a la
profesionalidad de los titulares de los servicios administrativos, convirtiendo
este nivel de la Administración
en un ámbito de inestabilidad permanente –no son pocos los órganos
administrativos que han llegado a tener hasta tres titulares en lo que va de
legislatura, y aún podrían ser más antes de concluir-, de manera que la idea de
compromiso con la
Administración y el servicio público ha quedado claramente
devaluada, convertida en claro obstáculo para cualquier aspiración a
desarrollar una carrera administrativa conforme a los valores y principios
constitucionales, es decir, el mérito y la capacidad, la imparcialidad, y el
servicio objetivo al interés general.
El
uso y abuso de la libre designación, la utilización injustificada de las
comisiones de servicios interadministrativas, para incorporar a funcionarios de
perfil claramente inadecuado, o la cobertura de puestos de dirección técnica
mediante contratos de alta dirección con candidatos ajenos a la Administración
carentes de toda competencia profesional -cuya elección solo responde a relaciones
políticas clientelares-, han sido práctica de los miembros del actual Gobierno
de Aragón, sin reparar en el daño que todo ello ocasiona a la organización
administrativa y a la cultura de legalidad e imparcialidad que ha de existir en
el seno de la función pública.
Hemos
retrocedido, a causa de ello, en todo lo que concierne a aquellos niveles de
profesionalidad, legalidad y ética pública que pudieran haberse alcanzado en la
función pública autonómica, y ese es un déficit o retroceso que debiera pesar
tanto o más que el déficit presupuestario en la valoración de la gestión de un
Gobierno. No hay peor directivo que aquel que dilapida y devalúa los recursos
humanos de la organización que dirige, y eso es lo que está sucediendo en la Administración de la Comunidad Autónoma,
a causa de decisiones y actitudes equivocadas, como la que ha adoptado la nueva
Directora General de Presupuestos, Financiación y Tesorería, pero también otros muchos altos cargos de este Gobierno que preside Luisa Fernanda
Rudi.
Todo esto es lamentable.
ResponderEliminarEste tiene una patología clara en esta materia.
ResponderEliminarAlguien deberá escribir la crónica de esta legislatura de fracasos y mediocridad.
ResponderEliminarLos funcionarios parecen ya de usar y tirar.
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ResponderEliminarEstoy me parece inaceptable.
Terrible, lamentable y deprimente que todavía haya que recordar estas cosas.
ResponderEliminarDilapidar recursos humanos no deja de ser una forma de malversación de caudales públicos.
ResponderEliminarMenos mal que tenemos funcionarios superiores en las Secretarías Generales Técnicas y en la Dirección General de la Función Pública.
ResponderEliminarPara qué han servido?
ResponderEliminarPara hacer más injustificable la degradación sufrida en estos años?
En efecto, tal y como habéis expuesto, compañeros anónimos, no sólo se degrada la organización, sino también a las personas, a los funcionarios que trabajamos para los ciudadanos.
ResponderEliminarEl Gobierno actual está actuando como si esto fuera su corte medieval.Ellos, los consejeros y directores generales, son los señores feudales,y a los demás intentan convertirnos en vasallos.
La ausencia histórica de una revolución en España como la francesa nos ha traído hasta aquí, a una asuencia de democracia y de ética profesional que recuerda al Antiguo Régimen.
Saludos.
Mal comienzo de la Directora General.
ResponderEliminarNo quiero ni pensar cómo puede acabar todo esto en manos de inexpertos.
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ResponderEliminar¿Cuándo se deciden esos ceses? Debe acordarlos el Gobierno de Aragón.
ResponderEliminarMenos mal que dijo Rudi que no iba a haber más ceses, pero claro para ella solo cuenta el nivel político. Lo otro está abierto permanentemente. Seguramente desconoce que hay ceses de funcionarios más relevantes que el de altos cargos, por la ruptura en la gestión que conllevan.
ResponderEliminarTodo eso y muchas cosas más las ignoran.
ResponderEliminarGracias, amigo Alfonso, por respetar nuestro anonimato, que es una seña de identidad de las grandes urbes.
Pero también de los bailes de máscaras.
ResponderEliminarY esto se hace en una situación de emergencia. Aún es menos explicable.
ResponderEliminarCeses entre”””. Se cambia una directora (que se traslada a su reserva, al servicio mutilado de Tesorería) por otra, y se crea un nuevo SERVICIO de financiación escincido del anterior para mantener al removido Jefe de Servicio de Financiac y Tesorería. ¡Vivan los recortes y la racionalización en la Admón!
ResponderEliminarTiene alguien la curiosidad de comprobar la cantidad de jefes, adscripciones y comisiones en niveles altos y la carencia de indios y niveles básicos existentes en esa DG ?
ResponderEliminarHay mas nombramientos que ceses
ResponderEliminarNo hay mas que cortijos y chiringuitos
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