Los
silencios generales sobre cuestiones graves y relevantes son enormemente
reveladores, y particularmente sospechosos. Solo cabe achacarlos a intereses ocultos,
cuyas razones no resulta posible exponer públicamente. Y si las cosas fueran
distintas a como las imaginamos –a la vista del comportamiento general de los
responsables institucionales, e incluso de los medios de comunicación
aragoneses-, sería bueno que se dejase claro, por unos y por otros, la razón
por la que parece posible admitir lo sucedido en el reciente pleno de la
corporación municipal de Mallén, que decidió inaplicar (es decir, vulnerar) la
Ley Orgánica de Régimen Electoral General
(LOREG), y consentir la continuidad en el cargo de alcalde de Antonio Asín,
pese a haber sido condenado por la Audiencia Provincial
como autor de un delito de prevaricación, lo que constituye una
incompatibilidad objetiva sobrevenida para el desempeño de un cargo electo, de
acuerdo con el artículo 6.2.b) de la
LOREG.
Cuando
los representantes de los ciudadanos no solo consienten, sino que respaldan la
continuidad en su cargo público de una persona condenada por los tribunales y,
por lo tanto, inhabilitada para permanecer en el desempeño del mismo, no están
adoptando una decisión democrática, sino incurriendo en un posible delito, como
expresamente les advertía el informe de la secretaría municipal, indebidamente
menospreciado por el propio alcalde de la localidad, al oponer al mismo otros
informes a los que ninguna virtualidad cabe conceder en el ámbito interno del
Ayuntamiento. Conducir los intereses de un municipio desde la ilegalidad no
resulta admisible dentro de un Estado de Derecho como el español, y que ello
suceda debería ser evitado tanto por el Delegado del Gobierno en Aragón como
por el titular del Departamento de Política Territorial e Interior del Gobierno
de Aragón, a los cuales no se ha oído una sola palabra sobre el tema.
La
salud pública de nuestra democracia es incompatible con el silencio y la inactividad
institucional frente a lo sucedido en el Ayuntamiento de Mallén, y cuestiona la
consistencia y el alcance de la voluntad de regeneración democrática de algunos
líderes políticos, dispuestos a investigar parlamentariamente la corrupción producida
en empresas públicas, bajo la gestión de su propio partido político, pero
incapaces de desautorizar a los concejales de su partido por la gravísima
actuación en un pleno municipal que deja al Ayuntamiento de Mallén al margen de
la legalidad, guste o no a una parte de sus vecinos, pues la democracia y el
Estado de Derecho nada tienen que ver con vítores y abucheos como los
producidos tras el pleno celebrado para quebrantar la legalidad.
Lo
peor de un Ayuntamiento que se coloca al margen del Derecho es que arrastra a parte
de sus vecinos fuera de la ciudadanía, para convertirlos en meros apologistas de la
ilegalidad –un penoso espectáculo que esperábamos no presenciar en nuestra
Comunidad Autónoma-, y quien está dispuesto a defender que las leyes no deben
cumplirse y que las sentencias judiciales carecen de valor y eficacia ha de ser
consciente de que se va deslizando inevitablemente fuera del espacio democrático,
cuya legitimidad en un Estado constitucional solo puede subsistir desde el
respeto a la legalidad.
No se puede explicar mejor y más claro.
ResponderEliminarNo se entiende el silencio de la prensa pero aún menos de la Dirección General de Administración Local del Gobierno de Aragón.
Del informe que tenían que emitir los letrados de la Diputación Provincial tampoco se ha vuelto a saber nada ¿qué intereses inconfesables se esconden tras esta dejación de funciones?
ResponderEliminarVan ya tres notas sobre este tema de Mallén. ¿Cuántas más nos esperan?
El silencio es clamoroso
ResponderEliminarel tema es tan grave que precisará de las 300 notas ...animo a ir adelante con acciones más contundentes que las del blog, que ya veo molestan a más de uno ¿qué tienen que esconder?..
ResponderEliminarA ver si tienen la cara de seguir todos callados.
ResponderEliminarAnimo para continuar con vuestro esfuerzo en defensa de la legalidad. Está claro que molesta
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ResponderEliminarEl grupo popular en el Ayuntamiento de Mallén no asistió ayer al pleno extraordinario convocado para abordar el plan presupuestario 2015-2017 "en cumplimiento de la ley" tras la inhabilitación judicial de siete años por prevaricación administrativa para el cargo de concejal del socialista Antonio Asín, que sigue ejerciendo de alcalde pese a la sentencia.
"El consistorio se encuentra en una situación no ajustada a derecho", subrayó ayer la portavoz del PP, Marta Pardo Delgado, que puso esta decisión en conocimiento de la secretaria interventora suplente.
Los populares basan su postura en el informe elaborado por la secretaria titular, según el cual "la no puesta en conocimiento de la corporación de la causa de incompatibilidad de Antonio Asín y la falta de toma de conocimiento" de la misma podría tener "responsabilidades" y "consecuencias jurídicas imputables a todos los miembros" del consistorio. Estas responsabilidades podrían ser de orden penal, civil y patrimonial.
De hecho, el mismo documento señala taxativamente que "tomado conocimiento" de la privación del cargo de concejal a Antonio Asín, "el cese es automático, salvo que la Junta Electoral Central o la Audiencia Provincial comuniquen al ayuntamiento por escrito otra cosa", algo que no ha sucedido.
"En esta situación, hasta la misma convocatoria del pleno por Antonio Asín es nula de pleno derecho", afirmó Marta Pardo, que también hizo valer esta misma postura para no asistir a la reunión de la comisión especial de cuentas convocada ayer.
EPA.
ResponderEliminarUn comportamiento muy coherente.
Sigamos incidiendo en este asunto.
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