A
la vista de la información que, a lo largo de estas últimas semanas, se ha difundido
sobre las sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia
de Aragón que anularon las Ofertas de Empleo Público de 2007 y 2011, por
vulnerar el derecho de acceso a la función pública que establece el artículo
23.2 de la Constitución
Española, cabría pensar que las dos sentencias han caído
llovidas del cielo.
Nada
se dice de quién promovió los recursos ni quién ha exigido su cumplimiento ante
el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Se debe de considerar un dato
irrelevante, carente de todo interés informativo. Nada se dice de quién fue la
parte actora ni tampoco quiénes fueron las partes codemandadas, pues el
Gobierno de Aragón no estuvo solo en estos procedimientos judiciales, sino que
contó con la extraña colaboración de los sindicatos mayoritarios de la función
pública (UGT y CCOO). A lo mejor el silencio no es casual y no estamos ante una
falta de información sino ante una tentativa de desinformación.
No
deja de ser llamativo que tal actitud haya sido adoptada por Gobierno,
sindicatos de la función pública y medios de comunicación aragoneses de forma unánime,
omitiendo no solo toda referencia o información a los autores del recurso sino
también a la trascendencia que las sentencias obtenidas han marcado en el
actual panorama de la función pública. Llamativa falta de deontología
profesional, al menos nos lo parece a nosotros, supone que, sobre el
Decreto-ley 1/2014 aprobado por el Gobierno de Aragón para tratar de aparentar
el cumplimiento de dichas sentencias, los medios de comunicación recaben
exclusivamente la opinión a los sindicatos de la función pública aragonesa y no
recojan la opinión de esta Asociación, pese a haber sido trasladada a los medios a través de
numerosas notas de prensa, todas ellas ignoradas de forma deliberada.
No obstante, la información –y menos la mala información- no puede alterar la
realidad de las cosas, sobre todo cuando un tema está en manos de los
Tribunales, encargados de aplicar el ordenamiento jurídico e inmunes a toda
estrategia de desinformación.
Gobierno
y sindicatos tienen sus razones para ignorar a esta Asociación: no olvidemos
que ambas partes fueron codemandadas en el recurso promovido contra las Ofertas
de Empleo Público y que hicieron causa común en su defensa, y de ahí el silencio
interesado de algunos responsables sindicales, que no solo no nombran a esta Asociación
sino que, además, callan que ellos fueron parte en el proceso judicial, oponiéndose
a las pretensiones de esta Asociación. La honestidad más básica, sin embargo,
debiera impedirles el pretender negociar ahora entre ellos las condiciones de ejecución
de una sentencia que ambos perdieron y cuyo único fin perseguido parece ser el
desvirtuar los términos de las propias sentencias.
Es
preocupante observar el desarrollo de los hechos, porque la principal conclusión
que cabe sacar de ello es que nada ha cambiado en la actitud de Gobierno y
sindicatos tras las sentencias dictadas por los Tribunales. Sus comportamientos
siguen siendo exactamente los mismos, sin reconocer el mínimo error en sus
estrategias y despreciando el esfuerzo desplegado por quienes han reclamado el
respeto al derecho de acceso a la función pública de los ciudadanos. Pero,
gusten o no, las sentencias están ahí y sobre su adecuada ejecución, como
titulares del derecho a la tutela judicial efectiva, no opinarán quienes
perdieron ambos procesos judiciales, sino quienes obtuvieron las sentencias que
ahora toca cumplir al Gobierno de Aragón. Las sentencias no cayeron del cielo
ni se encuentran huérfanas ni desamparadas. Esta Asociación y los Tribunales
velarán por su correcta ejecución.
ResponderEliminarEsto parece una reivindicación de paternidad.
Lo es
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ResponderEliminarsoy profesora interina de educación secundaria y como seguro entienden estoy muy preocupada por mi situación profesional.
Desde que nos enteramos de que van a salir oposiciones "por sentencia judicial" me han sobrevenido muchas dudas que he intentado contestar acudiendo a los sindicatos, la principal, y de la que nadie informa es: ¿quién interpuso la denuncia? ¿por qué? ¿por qué no fueron los sindicatos? ¿por qué no informan de quién fue?
y otras serían, si la sentencia salió en julio ¿cómo no lo supimos? ¿por qué no informaron?
Finalmente y buceando en internet he conseguido saber que fueron ustedes los que interpusieron la denuncia y deseando que alguien me explique qué está pasando, y sobretodo qué puede pasar
ResponderEliminarme atrevo a enviarles este correo rogándoles, en la medida de sus posibilidades, una respuesta.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que no informen los sindicatos sobre algo tan sencillo? Es evidente que lo que no quieren es informar que no solo no ganaron ellos la sentencia, sino que la perdieron. ¿Cómo le explicas eso a una persona que lleva años esperando oposiciones?
Lo incomprensible es que hay responsables sindicales que pretenden salir indemnes de este tremendo fiasco.
Siempre vigente: "La verdad nos hará libres". Dedúzcase al contrario.
ResponderEliminar¿Nadie contesta a esa pobre mujer?
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ResponderEliminarNo sabemos lo que pueda suceder, y estamos pendientes del pronunciamiento por parte del TSJA sobre la correcta ejecución de las sentencias por parte del Gobierno de Aragón. Esta Asociación no puede saber o conocer lo que pueda hacer el Gobierno, con el que no se ha mantenido ningún contacto en todo este proceso de ejecución. En cuanto a los silencios guardados por los sindicatos, ellos conocerán los motivos que puedan tener. La desinformación general es resultado del extraño comportamiento que en este asunto han tenido los medios de comunicación, que han parecido más interesados en omitir la información sobre la autoria de recursos y la petición de ejecución forzosa de sentencias. Desconocemos también sus motivos, pero no parece que con ello cumplan su función de informar y de controlar al pode, sino todo lo contrario.
Buenas tardes:
ResponderEliminarGracias por su labor.
¿Podrían detallar los sindicatos a los que también se demandó?
Muchas gracias