La
celebración de la próxima asamblea ordinaria de esta Asociación, que tendrá lugar
el día 25 de marzo, ha de ser la oportunidad para iniciar un proceso de
revisión serio del documento de propuestas de buen gobierno y buena
administración que se elabora con motivo del inicio de cada legislatura autonómica,
a través del cual precisar objetivos concretos de mejora y establecer puntos de
posible compromiso con otras organizaciones.
No
se puede negar que algunas de las propuestas contenidas en dicho documento –hecho
público al comienzo de la presente legislatura, en 2011- han sido abordadas por
parte del Gobierno de Aragón y por los responsables del Departamento de
Hacienda y Administración Pública, como son el impulso de una normativa de
calidad de los servicios públicos, un boletín estadístico de la función pública,
un estudio sobre el clima laboral o la elaboración de una norma sobre
transparencia, entre otras, pero todo ello se ha producido en el marco de una
gestión pública que sigue sin desterrar la arbitrariedad en la toma de
decisiones y que no ha acometido, con convicción y rigor, una reforma adecuada
de la función pública para reforzar valores como la legalidad, la
profesionalidad y la ética pública. Las medidas aisladas que se propugnan se
diluyen, sin más, si no responden a un programa claro de gobierno de regeneración
y fortalecimiento institucional. Ese marco general, hoy por hoy, sigue sin
existir.
Por
dicho motivo, no podemos descartar el riesgo de que las medidas puestas en
marcha sean puramente cosméticas –sin eficacia real- o que se implanten con una
ínfima calidad, como ocurre en el caso del boletín estadístico de personal al
servicio de la Comunidad Autónoma
de Aragón, cuya información carece de la debida claridad, precisión y
fiabilidad. Sin pasos decididos y reales en la mejora de la gestión pública,
cualquier programa anunciado de transparencia y calidad no hace sino abonar el
campo para el escepticismo y la desconfianza y malograr las posibilidades
ciertas de regeneración que tales medidas contienen.
Pero
esta Asociación no está ni mucho menos instalada en la crítica y la oposición a
todo lo que se haga o se proponga desde el Gobierno, sea el actual, los pasados
o los futuros. Hemos realizado un esfuerzo permanente de propuesta –un ejemplo
de ello es el documento de alegaciones al Anteproyecto de Ley de Función Pública
de Aragón, que no ha merecido la menor respuesta por parte del Departamento de
Hacienda y Administración Pública-, pero también de exigencia, y esto segundo es
lo que no parece gustar a los responsables institucionales. Mientras los
recordatorios de deberes legales sigan resultando molestos para quienes ejercen
responsabilidades públicas, las mejoras que puedan producirse en el
funcionamiento de nuestra Administración resultarán mínimas. Sin la plena
recuperación de la cultura de la legalidad no hay ni habrá calidad democrática
en nuestra vida administrativa e institucional.
Hemos
de observar con cautela y espíritu crítico –lo que no excluye el ánimo
constructivo- todas las iniciativas lanzadas desde el Gobierno, como es el caso
del reciente Anteproyecto de Ley de Transparencia Pública y Participación
Ciudadana, pues tales iniciativas carecen del aval de la ejemplaridad previa. Quienes
han sido incapaces de adecuar su actuación, durante años, al régimen legal del
derecho fundamental de petición, como mecanismo de participación ciudadana en
los asuntos públicos, no pueden esperar que acojamos con entusiasmo sus
iniciativas, pues ellos mismos, con su conducta previa, han devaluado el
alcance de cualquier iniciativa legal que imponga compromisos de apertura y
transparencia.
Pero
ni la obligada cautela ni la experiencia acumulada durante los años de
actividad de esta Asociación –ante unas instituciones que carecen de reflejos
para el diálogo con la sociedad civil- nos van a llevar a desistir de nuestro
empeño de formular propuestas de buen gobierno y buena administración, y de
procurar su debate público con posteriores iniciativas y actuaciones. Este
objetivo, probablemente, constituye el punto de mayor interés de la Asamblea que esta
Asociación celebrará el próximo martes 25 de marzo.
ResponderEliminarEste es un trabajo de fondo y constante, en el que no vale la impaciencia.
ResponderEliminarVeo que domina el escepticismo, y no faltan motivos.