La gestión en materia de función pública del Gobierno PSOE-PAR, a pocos días ya de la formación del nuevo gobierno, no puede arrojar un balance más desfavorable, cuando sindicatos y medios de comunicación acumulan críticas y denuncias, por la deficiente ejecución de los procesos selectivos –ahí está el fracasado Tribunal de las pruebas de Administrativos, como ejemplo claro del despropósito administrativo- o por el incumplimiento o la arbitrariedad exhibidos en materia de provisión de puestos de trabajo. Hay concursos de méritos que se posponen año tras año –impidiendo con ello el legítimo derecho de promoción profesional de los afectados y debilitando el funcionamiento de la organización administrativa-, y sin embargo en esta hora final de legislatura aún se aprueban convocatorias singulares, para resolver situaciones personales de unos u otros funcionarios, como premio a su trabajo o a su fidelidad, según los casos.
Unos responsables sin credibilidad y sin solvencia, entre los cuales hay que contar necesariamente al último de los titulares de la Dirección General de la Función Pública, Jesús Sarría, dejan una función pública desordenada, sin pauta alguna reconocible en lo que hace a la ejecución de las normas en materia de selección y provisión de puestos, y, no lo olvidemos, con un régimen retributivo claramente distorsionado, con el mantenimiento de conceptos ilegales –como es el denominado anticipo a cuenta de carrera profesional, cuya propia denominación hoy parece un sarcasmo-, resultado de una negociación colectiva contaminada por la irresponsabilidad de Gobierno y sindicatos.
El peor legado que un Gobieno puede dejar es el hábito o costumbre de incumplir las leyes, y ese es el legado del Gobierno saliente. Ni la Consejera de Presidencia, Eva Almunia, ni ninguno de los altos cargos de su equipo han sido capaces de avanzar un solo paso para dar cumplimiento a la ejecución de la Sentencia del Tribunal Supremo que anuló la Oferta de Empleo Público de 2007, al no incluir el conjunto de las plazas vacantes ocupadas por interinos, como exigían tanto el Estatuto Básico del Empleado Público y la Ley de Ordenación de la Función Pública de la Comunidad Autónoma. No sólo han evitado cualquier declaración ante la radical desautorización llevada a cabo por el Tribunal de lo que ha sido la política de selección de personal durante la última década –contraria al derecho de acceso de los ciudadanos-, sino que, por supuesto, han evitado proceder a la ejecución del fallo judicial en los plazos que marcan las leyes procesales. Es posible que piensen que la Administración puede actuar igual que un particular renuente a dar cumplimiento a los fallos judiciales desfavorables. A su desdén por la ley añaden su falta de diligencia o indiferencia por la justicia. Quien así gobierna no debiera extrañarse de los resultados electorales obtenidos.
Queda, así, por delante un enorme desafío para los nuevos responsables de la función pública, entre cuyas tareas ha de ser prioritaria la restauración de la legalidad. Sólo desde la legalidad puede cobrar sentido cualquier proyecto de reforma o de mejora, sin que las propuestas de ordenación futura se conviertan en una mera coartada para continuar con la inaplicación de la legislación vigente. Transparencia y legalidad han de ser los dos componentes insoslayables de cualquier programa de acción para la ordenación de la función pública autonómica. Confiemos en que los futuros responsables tengan voluntad política suficiente para acometer los cambios que imponen los largos años de incuria que ha sufrido nuestra Administración Pública.
Pero es que puede uno salir airoso de un incumplimiento de la ejecutividad de una sentencia del Tribunal Constitucional? No se le pueden exigir responsabilidades a título personal?
ResponderEliminarSin embargo, la sombra de Biel (y del PAR) seguirá siendo alargada.
ResponderEliminar¿Podrá el nuevo Gobierno llevar a cabo una política de recursos humanos basada en la legalidad, transparencia, mérito y capacidad?
¿O seguirán siendo los Departamentos -las direcciones generales- reinos de taifas, controlados debidamente por "el gran comarcalizador"?
El PP se juega aquí su credibilidad.
¿Eva Almunia no va atener al final ninguna responsabilidad?
ResponderEliminarEl 21% del profesorado es interino, once puntos por encima de lo permitido
ResponderEliminar¿Harán mutis por el foro y nada más?
ResponderEliminarNo es triste, es lo que corresponde.
ResponderEliminarPesado pero pesado de pesado.
ResponderEliminar¿Quién acusa de pesado permanentemente? Está incurriendo en lo que acusa.
ResponderEliminarEl ánonimo de las preguntas tiene razón: el otro incurre en la pesadez de la que acusa.
ResponderEliminarY el que acusa tiene razón: el de las preguntas o comentarios "ingeniosos" de una línea es insufrible.
¿Podrías parar ambos, por favor? Gracias
¿También aquí se va a ir a la greña en vez de expresar opiniones constructivas? Parece un mal español del que nada está exento.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el comentario que llama a la opinión constructiva. Eso sí ¿también aquí se va a querer ir dándoselas de listo en vez de expresar humildemente una opinión? Este también parece un mal español del que nada está exento...
ResponderEliminarNo os preocupeis por la pesadez, si es que se debe a mis comentarios, que tampoco estoy seguro de ello, pero no volveré a asomarme a este blog por mucho tiempo. Así que os aproveche y a disfrutadlo y al moderador que se esmere un poco más en su labor, si no quiere perder a quienes decimos algo, por insustancial que les parezca a algunos.
ResponderEliminarYo no confío mucho en nada ni en nadie de los que puedan gobernar, francamente.Seguramente la sentencia del Tribunal Supremo sobre la Oferta de Empleo Público se quedará sin ejecutar. Este es el Estado de Derecho que tenemos...por llamarlo de alguna manera...
ResponderEliminarPor otra parte, es gracioso ver en estos comentarios a "anónimo" debatiendo consigo mismo.
Saludos.
HOY EN LOS MEDIOS.
ResponderEliminarMADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha concluido que las administraciones públicas deberán incluir las plazas ocupadas por trabajadores interinos en las Ofertas de Empleo Público (OEP) para facilitar el acceso general a las plazas de funcionarios, según la sentencia dictada en octubre de 2010 a la que tuvo acceso Europa Press.
El Alto Tribunal concluye que dejar las plazas ocupadas por los interinos fuera de los procesos de acceso al funcionariado supone "una negación del derecho consagrado en el artículo 23.2 de la Constitución Española", que protege el derecho de todos los españoles a acceder a los puestos de trabajo público.
La sentencia de la Sección Séptima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal estima así el recurso presentado por la Asociación para la Defensa de la Función Pública de Aragón y anula la OEP de la Comunidad de Aragón correspondiente a 2007 por no haber incluido las plazas vacantes que en ese momento estaban cubiertas por funcionarios interinos.
El Supremo rechaza las alegaciones de la Comunidad de Aragón, en las que aseguraba que no se sacaron todas las plazas de interinos con la finalidad de mejorar los futuros procesos de selección impidiendo la bajada de la calidad de los empleados, así como los motivos de económicos y de autoorganización, ya que las plazas ya están presupuestadas.
La asociación demandante explicó en un comunicado que esta sentencia afecta a 2.400 puestos de trabajo no reservados y que no fueron incluidos en dicha oferta a pesar de estar cubiertos por personal interino. El Gobierno de Aragón todavía no la ha aplicado.
Además, la asociación destacó que la sentencia rompe la jurisprudencia existente hasta el momento, ya que anteriormente el Tribunal Supremo, en casos similares, entendía "justificada" la actuación de la Administración Pública, basándose en la potestad de autoorganización de la misma.
El presidente de la asociación, Julio Guiral, señaló que esta sentencia "marca un antes y un después en materia de acceso al empleo público", ya que al haber sido dictada por el Supremo "tiene un alcance claro para el conjunto de las administraciones públicas, y sus criterios han de determinar necesariamente sus actuaciones".
Yo soy funcionaria, sin trabajo, sin confianza, sin ilusión,....
ResponderEliminarA Luisa Fernanda Rudi, si es la nueva Presidenta de esta Comunidad Autónoma, le pediría que cuente con los empleados de esta Administración, que hay gente muy válida esperando poder trabajar, que este cambio tan esperado por muchos hace que podamos recuperar la confianza, pero que el camino va a ser duro.