Hoy, por fin, como señala la información del Gobierno de Aragón, el Consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Alberto Larraz, entregará al Presidente de las Cortes de Aragón el Proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2011. La entrega se hace con un retraso acumulado de casi mes y medio respecto a la fecha de remisión que establece el Estatuto de Autonomía de Aragón. No habrá, probablemente, referencia alguna a tal hecho por parte de ningún responsable público. Lo que no interesa o resulta incómodo se omite y arreglado, y si además no hay respuesta social ni política a la estratagema, pues objetivo logrado: se incumplen las normas sin coste alguno.
Señala el artículo 111.4 del Estatuto de Autonomía de Aragón que “el Gobierno remitirá a las Cortes de Aragón el proyecto de presupuestos antes del último trimestre del ejercicio en curso”. Igual plazo se establece en el Reglamento de las Cortes de Aragón, al regular el procedimiento especial para la aprobación de la Ley de Presupuestos.
El incumplimiento se produce por segundo año consecutivo, y no sólo es grave que se repita, por segunda vez, la vulneración de una obligación estatutaria que vincula a todas las instituciones de la Comunidad Autónoma –en particular, al Gobierno de Aragón-, sino que esta segunda vez el retraso es aún mayor que la primera, y ello, no se olvide, tiene como efecto el privar a las Cortes de Aragón, fundamentalmente a los grupos de la oposición, del tiempo que el ordenamiento les concede para el estudio y debate de los presupuestos.
Es posible que el Gobierno de Aragón, en el trámite presupuestario, actúe como en tantos otros ámbitos de deliberación o debate –valga como ejemplo el de la negociación colectiva-, donde, en muchos supuestos, no se pretende alcanzar acuerdo alguno ni incorporar sugerencias válidas que puedan aportarse, sino cubrir el trámite formal y sacar adelante la propuesta propia del Gobierno. Con tal filosofía, lógicamente, ni es necesario facilitar información previa ni conceder plazos suficientes para su estudio. Esa mala práctica parece irse extendiendo y ahora se traslada a algo tan fundamental como la asignación de los recursos públicos a la atención de las necesidades sociales y al desarrollo de las diferentes políticas públicas.
Este incumplimiento podría ser simplemente un supuesto de desidia institucional, de olvido de las obligaciones normativas, pero en el contexto en el que se produce –de permanente devaluación del principio de legalidad- viene a marcar la línea de deterioro institucional que vive nuestra Comunidad Autónoma. ¿Podemos tener esperanza en una reacción al actual estado de cosas? Al margen de la confianza en que las cosas puedan cambiar o evolucionar de forma favorable, mediante el restablecimiento del respeto a la ley, lo que no parece responsable –como servidores públicos o como simples ciudadanos- es aceptar que el Gobierno pueda actuar sin atenerse a las leyes en este o en otros casos.
Habrá que ver con detenimiento el contenido del proyecto de ley. ¿Tendrá las mismas ilegalidades que la ley de este año? ¿Las superará?
ResponderEliminarLas Cortes todavía no han aprobado el reglamento que presentó la Cámara de Cuentas a finales de septiembre. El documento, que ha sufrido varias modificaciones por parte de los servicios jurídicos del Parlamento para adaptarlo a lo normativa, será revisado hoy por los portavoces, a los que se entregará un nuevo borrador.
ResponderEliminarEl reglamento de la Cámara constituye la norma básica de funcionamiento de este nuevo órgano. Uno de los problemas que detectaron los servicios jurídicos en el original presentado por los consejeros de esta institución fue el régimen de sanciones que contemplaba para los ayuntamientos. Una cuestión que finalmente será suprimida.
A la espera de que el reglamento sea finalmente aprobado por la mesa de las Cortes, los consejeros de la Cámara de Cuentas siguen avanzando en la organización interna de este órgano fiscalizador. Aunque hasta que no esté listo este documento no podrán comenzar a incorporar personal. En principio se contará con unos 30 trabajadores. El primer informe será sobre las cuentas del 2010 de la comunidad.
EL PERIODICO DE ARAGON.
Son remisos con sus deberes legales.
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