Cuando se planteó la oportunidad de contar con una asociación como instrumento de acción compartido por los servidores públicos de la Comunidad Autónoma, para poder así reaccionar frente a la preocupante situación que se vivía por la Administración autonómica, sentíamos también la necesidad de revisar en profundidad los planteamientos teóricos relativos al ejercicio de la función pública. Al margen de algunas reflexiones sobre la ética pública, poco hemos avanzado, es necesario reconocerlo, en esta línea de actuación, la que se refiere no a la acción, sino a la teoría. Es difícil, sin embargo, mantener un esfuerzo sostenido en el tiempo, con permanentes iniciativas, si no viene acompañado de un sólido soporte teórico. Sólo desde ideas claras y bien fundamentadas cabe mantener el rumbo de las abundantes peticiones y manifestaciones públicas que ha realizado hasta el momento esta Asociación.
Debiéramos evitar que la labor de análisis y debate teórico, de profundización en aquellas cuestiones que resultan vitales para el ejercicio de nuestra labor profesional, permanezca por más tiempo en un segundo plano, sacrificada permanentemente a los requerimientos del momento, derivados de los constantes incumplimientos por parte de los responsables de la función pública aragonesa, y de la necesidad de reaccionar frente a ellos. Toda impugnación requiere una argumentación que la sustente, es cierto, pero tal forma de razonar no puede satisfacer la pretensión de reflexión global sobre el papel a jugar por las administraciones y los servidores públicos en la constante mejora de la democracia y en la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Nos hemos visto impelidos a defender lo obvio, lo más elemental, la legalidad más básica –la aprobación de las ofertas de empleo público, el respeto de los plazos en los procesos selectivos o la legalidad retributiva-, para comprobar que ni siquiera eso está garantizado por el Gobierno de Aragón. Constatar algo así nos llevó precisamente a concluir que difícilmente habría una buena administración sin un buen gobierno, y por ello esta Asociación ha insistido tanto en el impulso de medidas de buen gobierno, y en reclamar al Gobierno de Aragón el respeto a la legalidad, no sólo en cuestiones estrictas de la función pública, sino en otros ámbitos de la acción pública, como pueden ser la legalidad presupuestaria o el control financiero. Canalizar gran parte de nuestras propuestas a través del derecho fundamental de petición nos ha llevado a constatar el general desprecio mostrado frente al ejercicio de este derecho. Cuando no hay reparo en vulnerar los derechos fundamentales, se cobra idea del alcance del mal gobierno que ha arraigado en nuestras instituciones.
Es cierto que, pese al esfuerzo realizado en estos casi tres años de actividad, la situación no ha cambiado de forma significativa, pero al menos, y no es poco, ya podemos expresar públicamente, a través de las acciones y notas de la Asociación, nuestra crítica o nuestra oposición a una inadecuada forma de dirigir y gestionar la función pública, sin que nos veamos reducidos a la impotencia del silencio y sin que los sindicatos se crean únicos portavoces de la función pública.
La proximidad de la celebración de la asamblea anual de la Asociación –la tercera, ya- es un momento oportuno para retomar la inaplazable tarea de reflexionar sobre la función pública, sobre la responsabilidad de los servidores públicos, sobre el insustituible papel que corresponde a la Administración Pública en la realización diaria del Estado de Derecho, sin cuya necesaria fortaleza la democracia se encuentra inevitablemente condenada a quedar bajo el control de unas minorías que manejan, a su antojo, los resortes del poder. Transparencia y ciudadanía son las exigencias del momento actual, para asegurar el imperio de la ley y la igualdad de derechos de todos. Pero para avanzar en esa dirección hay que estar bien pertrechados. Necesitamos pensar antes de actuar o mientras actuamos, enriquecer la acción con la reflexión y viceversa. ¿Podría ser el elemento distintivo de este 2010 que consideramos de enorme trascendencia para la Administración aragonesa?
Transparencia y ciudadanía... ¡Qué bueno! ¡Qué difícil!
ResponderEliminarEl presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha manifestado hoy su sorpresa porque el Obispado de Lérida manifestara ayer que se considera propietario de las piezas de arte que le reclama el Obispado de Barbastro-Monzón y ha calificado de "insólito" que el obispo leridano, Joan Piris, "no haga caso a Roma".
ResponderEliminarEL PERIODICO DE ARAGON.
¿Acaso Iglesias hace caso a las Cortes Generales, que representan al pueblo español?
ResponderEliminar¿Acaso respeta las leyes?
ResponderEliminarEntonces, ¿por qué critica a la Iglesia?
ResponderEliminarA Dios lo que es de Dios.
ResponderEliminarY al César lo que es del César.
ResponderEliminarCelebro vuestro trabajo.
ResponderEliminarEs historia:
ResponderEliminarEn el Palacio de la Aljafería de la ciudad de Zaragoza, sede de las Cortes de Aragón, siendo las diez horas y treinta minutos del día 25 de noviembre de 2008, se reúne la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos de las Cortes de Aragón.
Preside la reunión la Ilma. Sra. Vicente Tello, asistida por la Vicepresidenta, Ilma. Sra. Susín Gabarre, y por el Secretario, Ilmo. Sr. Callau Puente. Asisten las Ilmas. Sras. Sánchez Pérez (en sustitución de la Sra. De Pablo Melero), Teruel Cabrero (en sustitución de la Sra. Vera Laínez) y Villagrasa Alcántara, y los Ilmos. Sres. Alonso Lizondo, Berdié Paba, Heras Laderas y Laplana Buetas, por el G.P. Socialista; las Ilmas. Sras. Fierro Gasca, Pobo Sánchez y Rodríguez Zamarguilea, y el Excmo. Sr. Senao Gómez, por el G.P. Popular; la Ilma. Sra. De Salas Giménez de Azcárate, por el G.P. del Partido Aragonés; el Ilmo. Sr. Bernal Bernal (en sustitución del Sr. Yuste Cabello), por el G.P. Chunta Aragonesista, y el Ilmo. Sr. Barrena Salces, por la A.P. Izquierda Unida de Aragón (G.P. Mixto). Asiste también en algún momento de la sesión el Diputado del G.P. Socialista, Sr. Tomás Navarro. No asiste a esta sesión la Diputada del G.P. Popular Sra. Plantagenet-Whyte Pérez. Asiste como Letrado D. Luis Latorre Vila.
Se abre la sesión con unas palabras de bienvenida de la Sra. Presidenta, quien anuncia que el primer punto del orden del día, relativo al acta de la sesión anterior, se deja para el final.
En consecuencia, se entra en el segundo punto, constituido por la comparecencia de la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa, a petición propia, al objeto de exponer sus fines, así como la actividad desarrollada hasta la fecha y las principales iniciativas u objetivos para el futuro inmediato. Comparecen D. Julio Guiral Pelegrín y D. Félix Gracia Romero, presidente y secretario, respectivamente, de dicha Asociación. (En este punto no está presente en la Sala el Sr. Barrena Salces.)
En su intervención, el Sr. Guiral Pelegrín expone los principios y objetivos de la Asociación, destacando la idea central del giro ético necesario en las Administraciones públicas. Se refiere al Código de Buen Gobierno, aprobado por el Gobierno de la Nación en 2005, entre otras cuestiones, y alude, finalmente, a determinadas iniciativas realizadas por la Asociación en el último año.
A continuación, la Sra. Presidenta abre el turno de intervención de los Portavoces de los Grupos Parlamentarios, tomando la palabra el representante del G.P. Chunta Aragonesista, Sr. Bernal Bernal; la Sra. De Salas Giménez de Azcárate, como portavoz del G.P. del Partido Aragonés; la Sra. Fierro Gasca, en nombre del G.P. Popular, y el portavoz del G.P. Socialista, Sr. Berdié Paba.
Con la intervención del Sr. Guiral Pelegrín finaliza esta comparecencia.
¿Acaso la DGA, respeta las leyes en la función pública?. Tenemos que pelear por desterrar de la Administración el nepotismo y la arbitrariedad. El único dueño de la función pública tiene que ser la ley y la norma.
ResponderEliminarTíos, no estáis consiguiendo nada. Esto va cada día peor. Ni instituciones, ni sindicatos, ni oposición... Estáis solos.
ResponderEliminar¿Pedíais transparencia? El artículo de Trasobares en El Periódico de Aragón de hoy empieza como sigue: "El Aragón oficial y oficioso está lleno de secretos".
ResponderEliminarNo hay mejor indicador del compromiso en la lucha contra la corrupción que el compromiso por la transparencia.
Nadie sabe qué pasa por el corazón de una persona, y es imposible saber si cuando un político -pongamos que el presidente aragonés- anuncia su compromiso por la ética pública está diciendo la verdad. Pero hay indicios, o indicadores si se prefiere. Y uno de ellos, el más eficaz y creíble, es el de la transparencia. Si nos atenemos a él, sólo cabe concluir que el compromiso de los actuales gobernantes en la lucha contra la corrupción está muy próximo a cero. O peor aún, no es que no tengan ningún compromiso creíble frente a ella, sino que trabajan activamente para encubrirla y favorecer las condiciones que la propician: la opacidad máxima en todos los frentes.
Como las criaturas de la noche, la luz les hiere.