miércoles, 13 de febrero de 2008

LA ASOCIACIÓN DEFIENDE LA CONTINUIDAD DE LA BIBLIOTECA DEL EDIFICIO PIGNATELLI.


Zaragoza, 12 de enero de 2008.

En el proceso de reubicación de servicios administrativos entre los diferentes edificios de la Administración de la Comunidad Autónoma impulsados por el departamento de Presidencia, se prevé suprimir la Biblioteca existente en el Edificio Pignatelli, para utilizar su espacio y alojar unidades administrativas desplazadas de su anterior ubicación. Ya en el comienzo de la legislatura una parte de las aulas del Instituto Aragonés de Administración Pública, fueron suprimidas para habilitarlas como despachos de la nueva estructura del Departamento de Presidencia.

La Biblioteca de la Diputación General de Aragón, ubicada en el Edificio Pignatelli, que durante veinticinco años ha venido prestando un servicio valiosísimo de apoyo documental –legal, jurisprudencial, doctrinal- al conjunto de los funcionarios y responsables de los diferentes Departamentos de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón, se pretende clausurar a lo largo de este mes de febrero, para reubicar en su emplazamiento las diferentes unidades del Servicio Provincial del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, desplazadas a su vez del Edificio de Maristas.

Estas decisiones que empobrecen al conjunto de la Administración autonómica, privándola de servicios fundamentales de apoyo para la gestión, no pueden ser acogidas ni con resignación ni con indiferencia. Por el contrario, desde la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa , consideramos que hay que reivindicar la continuidad de un servicio, como es el de la Biblioteca, que dignifica al Edificio Pignatelli, tanto por el servicio que presta como por los valores que simboliza.

Una Biblioteca no sólo es un depósito de libros o un mero centro de documentación o consulta cuya ubicación resulte aleatoria o indiferente. Una biblioteca es un elemento de referencia sobre el valor que una institución otorga al pensamiento, al estudio, a la formación, a la actualización profesional, a la libertad de expresión y de información, a la difusión de las ideas, al pluralismo. Suprimir la Biblioteca del Edificio Pignatelli no es una decisión inocua o irrelevante, sino un indicio del menosprecio que todos esos valores merecen a los actuales responsables de la organización administrativa, y es un signo más del proceso de degradación y desprofesionalización que vive el conjunto de la Administración autonómica.

Por todo ello, esta Asociación se va a dirigir al Consejero de Presidencia para solicitarle que se mantenga la Biblioteca del Pignatelli en su actual ubicación, tanto por el valor intrínseco del servicio que presta como por el valor simbólico que la misma tiene en una institución pública, animando a todos los funcionarios y usuarios de los servicios de la biblioteca a defender activa y expresamente su continuidad en su actual emplazamiento.

5 comentarios:

  1. Es lamentable el derrotero que están siguiendo las cosas, y el tema de la biblioteca es todo un síntoma del rumbo que llevamos.

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  2. ¿Era necesario dotarnos de un ente asociativo para reclamar cosas tan básicas como el mantenimiento de la biblioteca del Pignatelli? Es posible que sí, dado el silencio general reinante en todo los ámbitos de la Administración.

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  3. Veo la información aparecida hoy en El Periódico de Aragón sobre el tema y la toma de posición de la Asociación, e imagino que los errores que se deslizan en la información es resultado de que el periodista no ha entendido bien los hechos, pues no estamos hablando de una clausura temporal, sino de un desalojo con vocación indefinida.

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  4. Es inaudito que una Biblioteca institucional salga fuera del edificio en el que está ubicada desde hace 25 años.
    ¿Veríamso lógico que la Biblioteca de las Cortes estuviese en el Pº Echegaray?

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  5. Considero un gran error cambiar de ubicación la biblioteca del Edificio Pignatelli. Es un centro de información, documentación y referencia, un servicio de apoyo al personal, y requiere un lugar adecuado (cercano a sus usuarios naturales) y digno para que cumpla sus objetivos. Una administración de calidad debería promocionar su uso entre los funcionarios en vez de ponerle obstáculos. Perjudica a la biblioteca y al funcionario y, al final, al ciudadano.

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